Atentado contra el World Trade Center, 18 años después

Uno de los aviones se secuestrados se enfila rumbo a impactar la segunda torre de WTC de New York, aquella fatidica mañana del 11 de septiembre del 2001

El día sábado 8 de septiembre del 2001, hace hoy 18 años,  fue  último día que vi en pie las torres gemelas de World Trade Center  New York. Era sábado por la tarde y había viajado a New York para resolver el vuelo de regreso a R.D. de la   familia que permanecía "varada" en esa ciudad, luego de disfrutar de las vacaciones correspondientes a ese año. Había llegado a New York el viernes 7 de septiembre a bordo del vuelo AAL-588 de American Airlines y ese sábado 8, nos dispusimos,  junto a mi hermano residente en esa ciudad,  realizar una visita paseo por  los sitios icónicos del bajo Manhattan.

Salimos de casa de mi hermano, ubicada en el área de  Brooklyn, New York  y nos dirigimos al puente Williamsburg,  para cruzar a Manhattan y entonces nos  dirigirnos al lado oeste, para visitar algunas tiendas de la zona. Circulando por la calle Fulton ST, con poco tráfico y muy buen tiempo, aparecieron ante la vista de quienes ocupábamos el vehículo las inmensas Torres Gemelas. Le pedí a mi hermano que se parqueara  lo que hizo y después de desmontarnos, como siempre, observé con detenimiento las dos imponentes moles. Sin embargo, jamás  me imaginé que esa iba a ser  la última vez que vería  las torres del World Trade Center en pie.

El otro día, domingo 9 de septiembre, en la mañana, después de resolver lo del vuelo de la familia, me dirigí al Aeropuerto John F. Kennedy para abordar el vuelo AAL587 a Santo Domingo.  Sin embargo, el vuelo estaba totalmente lleno, y como viajaba con boletos de descuento, fruto de  acuerdos entre la Asociación Dominicana  de Controladores Aéreos, inc. ADCA y la Gerencia de American, no pude abordar el vuelo. Pero el Capitán del vuelo de AA a Santo Domingo, se presentó en el counter e hizo un arreglo que me colocó a bordo  un vuelo New York/ Miami y luego el AAL-422  a Santo Domingo.

El martes 11 de septiembre me presente a mis  labores en el Centro de Control del Aeropuerto Internacional de Las Américas y todo  transcurría con normalidad. Recuerdo que aproximadamente a las 9:00 a.m., si mal no recuerdo, recibí una llamada de un amigo de nacionalidad italiana, que con su acento característico me decía << señor Mullix, parece que una pequeña aeronave chocó con uno de los edificios del World Trade Center de New York >>, y acotaba,  << CNN ya lo está transmitiendo en vivo, prenda la televisión >>, corrí al salón de descanso donde ya las humeante  imágenes de una de la torres eran mostradas a un  mundo que cambió para siempre.