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25 de octubre de 2020

Increíble; controladores aéreos, menos aviones y con más estrés

 

 De repente, la pandemia del Covid 19  ha transformado el modus vivendi del planeta que habitamos. El sector del transporte aéreo no es la excepción. En el caso de esta industria, en ella se han producido cambios importantes en su  dinámica  operacional  global. ¿Su consecuencia entre los controladores aéreos? ;  Un  aumento significativo del estrés propio  de los controladores aéreos, potenciando el desarrollo de enfermedades relacionadas con el nivel de la tensión   omnipresente, en uno de los quehaceres más complicado del mundo, como es el oficio  que realizan los controladores aéreos.

De acuerdo a estudios que realiza Euro Control, con referencia al cansancio  y la tensión presente en la actividad  de los controladores por el Coronavirus, se ha podido determinar que la nueva amenaza pudiera afectar la salud de estos profesionales, esta vez  potenciar otros padecimientos relacionados  con la pandemia del Covis19. Como es sabido, la labor del  controlador  se desarrolla días y noches, los 365 días del año, por lo que el oficio afecta el ritmo  de los  ciclos circadianos  de este personal. Esto significa problemas el ritmo normal de sueño, afectando la salud del controlador, salud, ya de por sí,  siempre amenazada. Todo por la incidencia negativa del desvelo en sistema inmune de las gentes y, en consecuencia, las posibilidades de los controladores aéreos para padecer enfermedades.

En la actualidad, con un número reducido de operaciones aéreas en los aeropuertos de todo el mundo, todo parece indicar  que han surgido nuevos elementos que  inciden negativamente,  en el desempeño de los controladores aéreos, incluyendo la incertidumbre en relación a que pudiera ocurrir en el futuro inmediato con sus fuentes de producción, sus empleos,  en los diferentes aeropuerto del planeta, la mayorías de ellos afectados con  la ausencia  de muchos de los vuelos habituales.  Sin embargo, en general, las dependencias ATC se mantienen activas.

Aunque no lo creamos así, la disminución del número de operaciones, no necesariamente, disminuye el estrés a los controladores, por el contrario,  parece haber  aumentarlo esos niveles de ese mal, sobre todo en naciones donde la seguridad social no le garantiza a ese personal las condiciones universales de un quehacer protegidos por los gobiernos y la industria del transporte aéreo global. Sin embargo, algo raro,  sorprende que muchos controladores aéreos que permanecen en sus casas, sufren   efectos parecidos a los que afectan a personas que han sido despedidos de sus empleos durante la pandemia en muchas naciones del planeta tierra.

 

16 de octubre de 2020

El oficio del controlador aéreo; en R.D. mucha tensión y poca atención

"20 de octubre, día internacional del controlador de tránsito  aéreo"

Era el domingo  15 de febrero  de julio del 1970, a las 6:00 p.m.. Esa tarde transcurría como una tarde   normal en el Aeropuerto Internacional Las Américas, hoy Dr. José Francisco Pena Gómez. A esa hora, (22; 00 UTC),  la situación  transcurría sin mucho tráfico aéreo, mientras en Boca Chica, las  tranquilas  aguas que rodean los islotes localizados frente a la  playa, como de costumbre, lucían  apacibles.  

Todo iba bien  en la terminal aeroportuaria de Las Américas. Desde la torre de control de Las Américas, un controlador observaba la situación en rampa. A esa hora, en la plataforma de estacionamientos solo dos aviones.   Uno era un pesado  DC-8-63 de la línea aéreas IBERIA de España, cuyo destino era Madrid y el otro un McDonald Douglas,  DC-9-32, operado por la Compañía Dominicana de Aviación. Todo lucia normal en la terminal y tranquilo, mientras los pasajeros realizaban sus chequeos en el mostrador  de la Compañía. Dominicana de Aviación  pasaban luego a migración de salida.

 En el caso de DC-9-32, el aparato había arribado a Las Américas procedente del Aeropuerto Internacional de Miami,  Florida como el DOA-301,  habiendo tocado tierra,  alrededor de las 4:30 p.m. De inmediato, se iniciaron  los preparativos para que el avión iniciara, lo que iba a ser su último vuelo. La operación estaba  programada para salir a las 6; 00 p.m. El vuelo era  operación de itinerario  del  vuelo DOA-603/04 de ida y vuelta al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín o de Isla Verde.

Sin embargo, esa tarde de domingo, nadie, incluyendo el controlador de turno,  se imaginaba que  la operación de este vuelo se convertiría en  un  ejemplo perfecto de la  jugada del destino.  y lo que puede ser en ocasiones el trabajo de un controlador aéreo que casi salva el vuelo. Pero además, de cómo colocar o no a un tripulante con poca experiencia en un avión,  puede ser una decisión fatal.  Tengo la información también,  de un  pasajero  llegó  tarde al aeropuerto y perdió el vuelo,  porque se le extravió el pasaporte, por lo que no solo  perdió el pasaporte, no solo el vuelo a San Juan Puerto Rico, sino que se ganó la vida.

 Aproximadamente,  las 6:05  de la tarde del domingo 15 de febrero del 1970, abordado 102 pasajeros y la tripulación, el DC-9-10, fue autorizado por el controlador de esa tarde, a iniciar su  lento rodaje,  rumbo a la cabecera de la entonces pista 16 del Aeropuerto Las Américas. Poco después,  el avión  llegaba al punto de espera de la misma, donde solicitó  y de le concedió autorización para despegar. Al acelerar motores para la operación de  despegue,  el controlador le advierte al capitán que" algo  no va bien en uno de sus motores, está emitiendo chispas".

 El Capitán colaciona, responde  "que está enterado", pero continúa con la carrera de despegue. Frente al hangar de CDA, el controlador hace una segunda advertencia, cuando nota que una de las turbinas sigue expidiendo chispas por la salida del motor. Sin embargo, a pesar de las advertencias del controlador, el Capitán continuó  la maniobra  de despegue, inclinando la nariz del avión en un inclinado Angulo con dirección a la vertical,   con las consecuencias que todos conocemos. Desafortunadamente, 102 víctimas inocentes, los que pagaron sus boletos generosamente, para recibir un servicio de transporte aéreo seguro, a pocos minutos del despegue,  cayeron el  foso de la eternidad.

 De acuerdo a informaciones que circularon en ocasión del fatídico evento, se rumoró  sobre ciertas deficiencias en la capacidad de la tripulación al mando de ese vuelo aquel domingo en la  tarde,  para operar ese tipo de aeronave, sobre todo en lo referente al Capitán, deficiencias, que, supuestamente la vincularon el tema sobre una calificación inmerecida.  Se trataba de un capitán,  cuyo país, había cambiado de gobierno y muchos de sus ciudadanos marcharon al exilio, algunos llagando a R.D. como fue el caso de ese capitán.

 Los accidentes de aviación se construyen, mediante procesos en lo que se destacan la violación de los procedimientos,  las incompetencias. Son mayormente consecuencia del   factor humano y no de la tecnología o materiales.  Desafortunadamente, es muy  común que  en República Dominicana, sobre todo en área  de la aviación civil,  de un momento dado, se presenten  expertos en esos quehaceres. Por lo general, las propagandas sobre las capacidades y experiencias en aviación  corren por pasillos y mentideros. Sin embargo, para darnos cuenta de cuál es la realidad, solo debemos evaluar el reducido tamaño se nuestra aviación, en todas sus manifestaciones.

La cosa es tal, que si hoy el trabajo de los controladores aéreos dependiera de la escasa aviación que aún mantienen  los sufridos operadores aéreos de República  Dominicana, poco trabajo hubiera  para los centradores aéreos que no fueran los sobrevuelos que atraviesan, días y noches, el espacio jurisdiccional de R. Dominicana. Mientras que, por otra parte,  pilotos,  mecánicos, azafatas y sobrecargo tienen que marcharse del país, mientras que las  escuelas de aviación cierran o ven disminuir,  de manera sostenida, sus matrículas de estudiantes.

 Al celebrarse el próximo día 20 de octubre el Día Internacional del Controlador Aero, la Asociación Dominicana de Controladores Aéreo Inc. ADCA felicita a los controladores de Republica Dominicana, a  todos, así como a  los controladores a nivel mundial a la vez de encomiar una labor profesional  que envuelve grandes responsabilidades y, por lo general, muy  poco comprendida.  Sobre todo, por las  autoridades de aviación  que,  tradicionalmente,  se designan  en  República  Dominicana, quienes no valoran  que lo que es hoy el Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC,  sus dependencias técnicas y sus condiciones laborales entre otros factores positivos, se debe a las luchas y sacrificios de los controladores aéreos y la comprensión de algunos gobiernos y muy  pocos directores  de los que han ocupado el solio presidencial y el  cargo de Director del IDAC en los últimas décadas.

"20 de octubre; día internacional del controlador de Tránsito  Aéreo"