Una de las hermosas playas de Punta Cana, playas preferidas por parte del turismo internacional
Hace un par de días, ciudadano un
extranjero fue asesinado en Verón, Punta
Cana. El hecho ocurrió mientras éste se desplazaba en su vehículo por una calle del Residencial Punta Cana de esa localidad. El hombre
identificado como Eliezer Delgado de nacionalidad venezolana, desconociéndose por el momento, cual era su estatus migratorio en el el país. El extranjero recibió un balazo de escopeta calibre 12 cabeza, a consecuencia del cual murió en el acto.
Los perpetradores del asesinato realizaron el acto criminal utilizando una
motocicleta, en la que lograron huir de la
escena del crimen, sin que hasta ahora se haya tenido noticia de ellos.
Otro extranjero buscado por la ley nombrado Julián Alberto Jiménez Monsalve, alias "Machete",
también venezolano, fue apresado en su mansión en una playa de Punta Cana, descubriéndose
que había logrado la posición de documentación dominicana sin mayores inconvenientes, a través de una falsificación llevada a cabo
en la Junta Central Electoral, de lo que fue culpada una simple empleada de esa
dependencia del Estado Dominicano, por lo que recibiera la sanción de rigor, mientras sus jefes en la oficina de cedulación , je, je, je dizque, no saben de eso.
Escena del crimen donde fue asesinado Eliezer Delgado, de nacionalidad venezolana, aparentemente victima del crimen organizado.
Quizás sea una exageración, pero
creo que Punta Cana, en estos momentos, sufre la amenaza de
ser afectada, de manera significativa, por el narcotraficante internacionales y otros elementos del
crimen organizado. Esta delincuencia de alto kilate, trata de aprovechar una zona, cuya ubicación geográfica y movimiento aeroportuario, le hace altamente atractiva
para el tráfico, tránsito y consumo de
estupefacientes y la perpetración de otros delitos transaccionales, con la participación de importantes personajes del bajo mundo, que hacen su labor disfrutando del placer de permanecer en una zona dinámica con la presencia de una clientela potencialmente importante y la posibilidad de establecer vínculos globales. Los hechos están ahí en los crímenes referidos, así como otras violaciones relacionados con llegada de aeronaves que caen del cielo o aterrizan en trillos, eventos que son echados en el saco del olvido.
Por Punta Cana llegó casi el 70%
del turismo que visitó
República Dominicana durante el 2018, aportando gran parte de los más de US $ 8,000,000.00 millones de dólares que aportó el turismo a la economía nacional en ese período. Por ello, a Punta
Cana hay que protegerle, no sea que vaya convertirse en un polo turístico bajo la amenaza del crimen organizado, como está ocurriendo en zonas turísticas de naciones hermanas, mermando de manera significativa la llegada
de turistas a esos destinos. Sin embargo, la falta de resultados en las investigaciones de los hechos ocurridos en el Este, así como la ausencia de consecuencias sobre quienes se
involucran en las violaciones, sobre todo quienes lo hacen desde el ámbito oficial, es el mayor incentivo
para dañar a punta Cana.
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