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16 de enero de 2019

África Mateo Mateo; otra victima de la delincuencia haitiana en R. Dominicana


Esta es la figura del estrangulador de Las Matas de Farfan,  quien asesinó   a Doña  África Mateo Mateo en su hogar de las Matas de Farfan. Este cobarde tiene el apellido de todos los haitianos  que llegan ilegalmente a R.D. Pie, apellido con el que algunos de ellos  tratan de hacerse  invisibles para delinquir como lo ha hecho criminal y ladrón. 


La noche del  viernes 12 de enero del 2019, pasará  a la historia como la  noche en que se cometió uno de los crímenes  más horrendos que recuerde la historia reciente de la Mata de Farfán. Eran  aproximadamente las 9:30 de la  noche, cuando un ciudadano haitiano, utilizando el asecho como su aliado y la complicidad de dos personas aún no identificadas como su colaboradores,  penetró sigilosamente  hasta el interior de una vivienda de la comarca y asesinó,  sin miramientos a una anciana de 81 años de edad,  cuando esta  descansaba  tranquilamente con el  sosiego que solo el hogar brinda.

La finalidad del vil y cobarde asesinato fue el robo. Por el método utilizado para consumar el crimen,  se deduce  que  el matador es un  asesino acostumbrado a las malas artes del crimen alevoso,  mostrando  la  sangre fría de Albert Henry de Salvo,  conocido como el Estrangulador de Boston de los primeros  años de los sesenta.  En la escena del crimen la bestia dió  rienda suelta a bajos instintos, estrangulando a la anciana  hasta matarla a sangre fría. La victima de 81 años,  respondía al nombre de África Mateo Mateo,  madre  de 11 (once) hijos, quien debió levantar  a sus vástagos sola, después  de la muerte de su compañero  hace casi  cuarenta años.   


Foto de África Mateo Mateo quien fue mi suegra.  Foto cortesía del medio NCC Noticias

La escena del crimen presentaba   las características propia de los sitios donde se arranca la vida a un  indefenso. A pesar de que África   trató  de defender su vida hasta luchando con la bestia  enfrentando al asesino, finalmente sucumbió ante la fuerza  de un monstruo  dispuesto a cumplir con el objetivo  que  lo llevó hasta la sala de un  hogar que no era el suyo, sino el sagrado  sitio de una familia que ha permanecido en éste  por más de 50 años.   

El estrangulador fue capturado horas  después de haber cometido el horrendo crimen, cuando permanecía  acostado,  descansando  tranquilamente, en un hotel de Las Matas de Farfán.  Después de ser apresado, al criminal no tuvo de otra,  sino confesar su crimen,  debido a las evidencias encontradas en la escena del crimen y las marcas que le dejó  la victima en su  lucha  contra esta bestia. Pero además, en su carrera tratando  de escapar, el criminar dejó caer   un teléfono y documentos personales que llevaron a su rápida identificación y captura. 

      

El asesino ha sido identificado como un haitiano ilegal de quien  poco se sabe.  Sin embargo,  se conoce que se trata de un  haitiano, apellido "Pie", apellido común entre los miles de  los haitianos ilegales  que vienen sin control a este país. Su rostro y  fría mirada reflejan marcada capacidad para hacer  daño  y no inmutarse por nada.   De él se sabe ya  que estuvo   preso hasta  hace poco. La razón de la presión fue  robo a manos armada cargando con  RD$76,000.00.

Como es  normal  en República Dominicana, este sujeto fue liberado  de una cárcel de una comarca sureña, favorecido con una de esas órdenes  de libertad que  otorga la llamada "Justicia Dominicana", en base a  las razones y recurrentes y  conocidas que imaginamos y que tanto daño está infringiendo a la sociedad dominicana. La inmigración haitiana esta fuera de control.  Todo por la falta de control y responsabilidad de la autoridad encargada de controlar  de frontera, así como   de otros que desde migración,  actúan de manera irresponsable en busca de beneficios personales.


Hoy se busca aplicar medida  de coerción contra este individuo y dos cómplices,  aún no identificados.  Lo que queremos y demandamos  es que se aplique todo el peso de la ley a un monstruo, y sus cómplices  capaces  de penetrar en un hogar y ahorcar vilmente,  a una anciana indefensa  solo para robarle algunos pesos. Muchos malos dominicanos  están permitiendo una invasión haitiana que cada vez se acelera más y más y cuyas consecuencias serán un devastadoras  para el país. Ojalá que quienes están supuesto a  cuidar la frontera y los que hacen negocios con esta situación, entiendan el problema. 

   Ojalá  que la llamada  justicia dominicana asuma el  rol que le corresponde.  


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