En la foto, de izquierda a derecha, un servidor, la Señora Rocio Queznel, George Matthews, el niño Angel Queznel y Xenia E. Queznel
Transcurrían los meses finales del año 1975 cuando viajé a Ciudad México, junto a un grupo de dominicanos, con la misión de completar el curso de controlador de tránsito aéreo
de torre de control, aproximación y área en el Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC) de México. Habíamos viajado a la capital mexicana becados por el PNUD por haber estado entre los estudiantes con mejores calificaciones en el curso que
se impartió en República Dominicana, con la asesoría de la Organización de Aviación
Civil Internacional (OACI).
Viajamos desde Santo Domingo a Ciudad México en el vuelo de Pam American World Airways, PAA- 431 hasta Miami, Florida y luego abordamos el vuelo PAA-552 hasta Ciudad México. Llegamos a México D.F. cayendo la noche, con un
aeropuerto bastante congestionado. A partir de
ese día nos establecimos en la Calle Tabasco 133 de la Colonia Roma, pero poco después nos mudamos a un moderno departamento
en la Calle Puebla esquina Oaxaca, de la mismo Colonia Roma, muy cerca de la famosa Plaza Insurgente,
donde nos sentábamos con frecuencia a recibir las miradas de las mexicanas y los
mexicanos, pero además, íbamos con frecuencia a los sitios de mariachis como Los Corrales y otros centros muy populares para entonces.
Era habitual también que fuéramos
a los centros culturales de la ciudad como los teatros y lugares donde presentaban espectáculos precolombinos de
Ciudad México. También íbamos a las catedrales y plazas como la del Zócalo, pero también nos
invitaban a otras ciudades como Cuernavaca, Morelos. También nos invitaban a
instituciones culturales y educativas como la Universidad Femenina de Ciudad México, UFM, donde solíamos
acompañar a grupos de "estudiantas" de la
UFM a realizar labores sociales, entre ellas
realizar visitas a orfanatos y asilos de
ancianos. En esos lugares debíamos hacer alguna presentación, sobre todo “bailar”
para los ancianos. El baile que más
gustaba era “Bailemos el bimbó“, famoso en aquellos tiempos.
Mientras estuvimos en Ciudad Mexico, casi siempre recibimos
amables invitaciones para que fuéramos a las casas de alguien donde nos recibían con la hospitalidad característica del pueblo mexicano. En la foto, George Matthews B., uno
de mis compañero dominicano y un
servidor posamos para una foto en un hogar de la Colonia Agricultura, de Ciudad
México, localizada en la proximidad del
Aeropuerto Internacional Benito Juárez, donde compartíamos con la familia Estranbasaguas
Queznel, familia con la que establecimos una buena relación de amistad en aquellos tiempos.
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