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23 de abril de 2018

Rosendo Tavares; el teletipista más rápido de R. Dominicana

Rosendo Tabares junto a su familia, costumbre muy arraigada en la personalidad de éste hombre.

No soy de las personas que suelen olvidar y menos hacerse indiferentes frente a las gentes que se sabe que  han aportado mucho  a las entidades a las que  entregaron partes importantes de sus existencias,  y que por su forma de ser ganan, sin muchos esfuerzos, el aprecio de los demás. Para quien suscribe, ese tipo de personas merecen ser reconocidas y respetadas, por quienes hemos tenido  la suerte de conocerles y tratarle en los ambientes dentro de los cuales han transcurrido parte de  nuestras humanas existencias.

No podía referirme a una de esas personas,   sin antes emitir  este  breve  preámbulo, debido mi convicción de que Rosendo Tavares,  es una persona  que merece  el respeto y reconocimiento de todos. Esto así  por haber desarrollado toda  una trayectoria personal y profesional  impecable,  en el ámbito de lo que fue una vez,  la Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC hoy, Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC, donde se caracterizaba por su formalidad, bajo cualquier circunstancia.

Esta es una antigua sala de teletipos, donde el ruido es infernal. Las que manejo Tavares eran más modernas, pero el ruido era siempre insoportable.

Conocí a Tavares en el ruidoso ambiente de la sala de comunicaciones del entonces Centro de Información de Vuelo, Santo Domingo del Aeropuerto Internacional de Las Américas, justo en medio del infernal ruido de los teletipos ITT, aparatos cuyos ruidos eran capaces de frustrar cualquier osada  pretensión de  "echar una pavita".

Sin dudas, Tavares fue uno de los teletipistas  más habilidoso  que he conocido en las lides del quehacer de la transmisión de datos en esa modalidad, en un sistema que demandaba de informaciones con un alto grado de rapidez, cuando las posibilidades técnicas eran muy limitadas, por lo que había que tener "dedos relámpagos" como lo poseía Tavares.  La calidad, rapidez y profesionalidad de Tavares era tal, que cuando en el país se celebraban eventos internacionales importantes, las agencias de prensas internacionales lo solicitaban, para que con su velocidad proverbial, transmitiera, vía teletipo, los partes noticiosos a las agencias internacionales de prensa como EFE, UPI y otras.  Además, Tavares era capaz de transmitir sin errores, por el teletipo, uno de los kilométricos planes de vuelo de IBERIA sin mirar una tecla. 

Después de mucho servir en el país, Rosendo Tavares marchó a Estados Unidos. Allí, una fría tarde, mientras azotaba un  severo invierno,  me encontré  con él en la llegada internacional del AIB del Aeropuerto John F. Kennedy, cuando me encontraba en la terminal bregando con la desaparecida CDA en esa terminal.

En la foto principal muestra a Rosendo Tavares con su esposa e hijo, un joven profesional que parece llevar la limpia trayectoria profesional que su padre le ha enseñado con la herramienta y método más efectivo que existe,  el ejemplo. Mis abrazos a Tavares y su familia.  

  

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