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4 de marzo de 2018

Juancito Villa, el técnico y el ser solidario


Juancito Villa, mientras inspeccionaba el desempeño la operación  técnica  de aeronaves en el Aeropuerto de Arroyo Barril, Samaná  

Hace un tiempecito, un grupo de amigos ligados al quehacer aeronáutico de esta media isla, compartíamos animadamente en el ambiente de un  bello campito ubicado en el área rural de San Cristóbal. La reunión fue a propósito del cumpleaños de una persona muy apreciada por nosotros, quien nos invito, no solo a nosotros sino a nuestras familias. Sin embargo, sin imaginarlo, ese sábado en la tarde, era la última ocasión que compartiría con nuestro buen amigo Juancito Villa, debido a que con mucho pesar hemos recibido la desagradable noticia del fallecimiento de este profesional formidable,  evento ocurrido durante el día de ayer, 03 de marzo de 2018.  Ante el acontecimiento,  lo primero es  unimos al dolor y el pesar que embarga a  su familia, a sus amigos y compañeros de labor del área de la Dirección de Norma de Vuelo, DNV del Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC, institución para la que  laboraba a  la hora de su inesperado fallecimiento.


Juancito y los helicópteros
      
Juancito Villa González, o mejor dicho Juancito,  como todos lo llamábamos, ingresó a la entonces Fuerza Aérea Dominicana, FAD, bastante Joven por cierto. Sin embargo, un vez allí  no se quedó simplemente en ese estadio militar de carrera,  sino que allí se interesó por crecer en el ámbito de la tecnología de la aviación, llegando a alcanzar un  grado de preparación tal,  que le llevó, no solo a los talleres de la entonces Fuerza Aérea Dominicana, sino que lo catapultó  a las inspectorías del  área de Normas de Vuelo, DNV del Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC  donde desarrolló su labor con un alto grado de responsabilidad y eficiencia, pero sobre todo con la amabilidad y buen trato a los operadores  a quienes,  a pesar de  exigir el cumplimiento de las normas, lo hacia con un alto grado de profesionalidad y respeto.   

La familia 

Si bien se  acostumbra al  bien hablar de las personas,  cuando ocurren eventos como estos, en el caso de Juancito las cosas son diferentes.  Juancito siempre fue un ser humano de buen vivir y particularmente solidario con el prójimo. Jamás fue capaz de dar las espaldas a nadie,  cuando las circunstancias hicieron de la indiferencia la forma más eficaz,  para evitar las consecuencias.  Pero sobre todo, siempre fue agradable compartir un momento con una persona como Juancito, capaz de  hacerlo todo en aras de hacer sentir bien  a quienes  tuvimos el privilegio de compartir con él,  de vez en cuando, como nos ocurrió a los que con él compartimos, aquel sábado por la tarde allá por San Cristóbal.

Paz a sus restos,  gloria externa a su alma y conformidad a sus familias. 

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