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6 de diciembre de 2016

El impacto meteorológico en los vuelos visuales; un factor que hay que atacar

Aprendiendo con la vista: El avión se desplaza tranquilamente bajo condiciones VFR, pero un poco más adelante, las nubes….

Cuando me facilitaron el pensum de materias en ocasión de   “meterme” a los estudios de los temas  de aviación,  vi de inmediato que en la lista había una de ellas  que se llamaba “meteorología aeronáutica”.  No hice mucho caso a eso de meteorología, pues “a lo que entré” solo tenía que ver con los aviones. Por eso me llamaban más la atención materias “resonantes al oído aeronáutico” como navegación aérea  de Don Roberto Acevedo, aerodinámica y  aeronavegabilidad del profesor Santiago Alonzo,  los servicios de tránsito aéreo, de Haroldo Sanción, operaciones de vuelo, de Julín Mención  entre otras. Ese era mi criterio de ignorante aeronáutico, hasta que en una buena mañana se presentó al aula  el profesor y maestro, Don Luis Rodríguez  o “Kakí” como solían llamarle sus amigos y compañeros de trabajo.   Fue así como después de un tiempo tuve que aprender algo de ella y luego ya estaba haciendo “observaciones meteorológicas”, “midiendo el techo” hablando de “cumulus nimbus” y hablando de “cierre de aeropuerto por baja visibilidad”.

Luego, cuando viajé a México D.F., junto a un grupo de compañeros,  nos encontramos con  el “Mayor Zelaya”, profesor meritísimo  de meteorología aeronáutica,  quien a pesar de llamarle “El güero” al sol, era uno de los expertos más experimentados en meteorología  aeronáutica en todo México, profesor  con quien debimos emplearnos a fondo para pronosticar lo que tendríamos al otro día, a partir de algunos datos sobre el estado del tiempo que él nos suministraba, para que realizáramos  los pronósticos del tiempo, y así poder pasarle la materia. En realidad fueron bastantes las cantidad de horas que hubo que pasar el las materias relacionadas con la  meteorología.  

Mi intención con estos cortos relatos del pasado, no es otro que llamar la atención en relación al impacto que parece estar teniendo el factor meteorológico en los accidentes que están costando valiosas vidas en el ámbito de la actividad aeronáutica  nacional durante los últimos meses.  A pesar de que algunos dicen que “se soltó la bruja”, ese no es el caso, el caso es otro y es que, en  mi humilde punto de vista, parece que las materias  relacionadas con la meteorología aeronáutica y las informaciones relativas al tiempo meteorológico, deben ser más ponderados por nuestros pilotos, quienes, de acuerdo al tipo de operaciones que realizan, son los responsables de evaluar las condiciones del tiempo en el punto de origen de operación, en la  ruta y destino de sus vuelos, como forma de estar seguro de que podrán completar su operación bajo la regla de vuelo visual, regla de vuelo preponderante en las operaciones aéreas dentro del territorio de la República  Dominicana.

A pesar de que las investigaciones de la Comision de Investigación de Accidentes de Aviación, CIAA, perteneciente a la Junta de Aviación Civil, JAC, no ha concluido sus investigaciones y rendido sus informes finales, los últimos accidentes  que han ocurrido en el país han sucedido  en ambientes meteorológicos adversos,  predominados por la influencia de mal tiempo, ocasionado por las vaguadas y los frentes fríos que han afectado la Zona Norte de la isla, hace buen  tiempo. Comenzando con el  accidente del LAKE250, desaparecido en las inmediaciones de  Puerto Plata el pasado 17 de octubre,  con tres personas a bordo, el accidente del helicóptero desaparecido el pasado 27 de noviembre cerca de Misibon, Higuey con la desaparición de sus dos ocupantes  y el accidente del HI-807 ocurrido cerca de Valle Nuevo Constanza,  el pasado 04 de diciembre,  en que perdió la vida el conocido cirujano  y piloto  Héctor Herran,  todos relacionados, en apariencia, con las condiciones de mal tiempo. 

A pesar de que es total  responsabilidad de los pilotos cerciorarse y evaluar las condiciones meteorológicas  prevalecientes que pudieran afectar sus vuelos visuales,  no está demás que en el sistema se asuman  algunas iniciativas encaminadas a prevenir la ocurrencia de este tipo de eventos. En ese sentido,  entendiendo  que  el eje fundamental de la iniciativa para evitar los accidentes de este tipo debe ser la educación meteorológica recurrente entre los pilotos y las personas  que operan vuelos bajo la regla de vuelo visual, “VFR” en el ámbito de la República  Dominicana.     

   

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