Pages

13 de abril de 2016

“Matusalén”, un viejo DC-8-43 operado por Dominicana de Aviación


“Matusalén”, DC-8-43 operado por Dominicana de Aviación a finales delos setenta.  Foto: Airlines net.

Una de las cosas comunes que hace el dominicano es inventarle un apodo o sobrenombre a todo. Estos apodos abarcan el ámbito de las personas, los sitios y las cosas, siendo los “motes”, en muchos casos, la vía más rápida para que las gentes se den cuenta a quien o que cosa alguien se está refiriendo en un momento dado. El quehacer aeronáutico no es la exención. En la actividad aeronáutica local los sobrenombres o apodos sobran. En la aviación los apodos se aplican las personas, a los sitios y hasta a los aviones, no siendo raro que en algunos casos, que ni siquiera el personaje de referencia sepa, a ciencia cierta, que se ha adjudicado un apodo o mote cualquiera.

Sin embargo, para no meterme en problemas, debido a que muchos de los propietarios de los apodos, aún se desempeñan en la actividad y algunos jamás se han enterado que tenían o tienen  esas “motes”, solo voy a referirme al caso de los apodos de adjudicados a aviones.  En este caso en particular, la cosa es como le dije. Entre los apodos dados a los aviones muchos conocieron, entre otros, al “El Jornadano”, “El Guineo”, “La Cabra Loca” “El Itevi”, “Teleantillas”, “Matusalén” apodos que se le “pegaron” por una característica determinada o bien, por una circunstancia, buena o mala, ligada al aparato, como es  el caso del "Jordano", pero por razones de tiempo, por ahora, solo voy a referirme a “Matusalen”.

“Matusalén” fue un DC-8-43 que rentó Dominicana de Aviación, a finales de la década de los setenta con el objetivo de cubrir la incipiente demanda del mercado de pasajeros en la ruta a Nueva York. El avión, uno de los primeros DC-8-43 construido por Douglas McDonald, inició sus vuelos en el 1959, luciendo cuatro turbinas Rolls-Royce, Rc.2 Conway 509, cuyo desarrollo se inició a principio de la década de los cuarentas y que fueron utilizadas en las décadas de los cincuenta y sesenta en la primera generación de jets de la industria del transporte aéreo. Tan pronto llegó al Aeropuerto Las Américas se le pegó el apodo “Matusalén” por lo viejo que era y que lucía.

Conocí a “Matusalén” por su apodo, una mañana de enero del 1979, a eso de la 9:45 a.m., cuando laboraba  el turno “A” en Torre Las Américas y “Pupo” Sharp Pubill, el Jefe del turno,  lo autorizaba a aterrizar después que declaró una emergencia de motor al Norte del Aeropuerto Intl. de Las Americas. Cuando el avión tocó tierra en la pista 17, “Pupo” me dijo, <<dile al centro que “Matusalén” aterrizó>>, mientras el “Chevere” apuntaba en el record. “Matusalén” había despegado hacia 20 minutos como el vuelo DOA-902, rumbo a Nueva York, siendo esta una de las varias veces que se había devuelto.

Antes de operar para CDA, “Matusalén” había volado para dos compañía canadiense, hasta que fue adquirido por la empresa “International Air Lease” que se lo rentó a  Libia Airlines y luego Dominicana de Aviación, última empresa para que operó, antes de ser “picado” a principio de los ochentas en Miami Florida, USA. Para le época del incidente, "Matusalén" era  un avión realmente viejo.


No hay comentarios: