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25 de noviembre de 2015

Aerodomca y Rafael Escoto, tradición y el trabajo



Hace bastante tiempo ya, que  cuando escuché el rumor  relativo a  la posible venta la compañía aérea Aeronaves Dominicana,   Aerodomca,  me embargó la amarga sensación de saber que uno de los luchadores más aguerrido de la aviación dominicana,  se marchaba de la actividad, dejando tras de sí una luminosa  estela de lucha, sacrificios y de logros, sacrificios y logros  que solo conocimos  quienes amamos la aviación y  valoramos  el trabajo honrado de Rafael Escoto.  

Tiempo después,  el rumor se hizo realidad y Escoto negociaba la empresa, dejando en el pasado décadas de trabajo arduo  y duro, pero a la vez dejando  una  actividad, la  que estoy seguro aún debe llevar entre  los tuétanos, “esté donde esté”. Cuando escuché hablar por primera vez de Aerodomca y Escoto,  corrían  los primeros años de la década de los ochenta y el Aeropuerto de Herrera era un verdadero hervidero de  aeronaves, estando  Aerodomca  entre las aerolíneas más respetadas, no solo por su  nivel de seguridad y cumplimiento  sino por su dueño.

En aquellos tiempos, Aerodomca tenía su base de operaciones en ese  aeropuerto  y sus aeronaves, con sus característicos colores amarillos y azul,  volaban a varios destinos nacionales, principalmente a Punta Cana, Barahona, Santiago, Puerto Plata entre otros, así como destinos   internacionales, entre ellos Haití, Cuba. Sin embargo,  el aeródromo de Portillo, Las Terrenas, fue uno de sus principales  destinos,  al que  realizaba  tres vuelos de itinerario  diarios,   con horario convenientes para el público y para muchos a quienes Escoto “no iba ni de aquí allí” para brindarle  un asiento gratis en sus vuelos. Los controladores de Arroyo Barril y  Portillo saben de lo que hablo.

Aerodomca operó aviones de variados tipos, pera para mí, la aeronave  LE-410 “El guineo” que volaba mi entrañable Wesling, esa era  la aeronave insignia de la flota. Lo bueno del Capitán  Wesling era que no tenía “hiel” para volar en cualquier condición del tiempo, fuera esta cual fuera, es un verdadero profesional del vuelo. Como otros profesionales del vuelo y empleados de la empresa, Wesling salió de la línea de vuelo e   igual que Rafael Escoto, debe añorar los tiempos de Aerodomca, a pesar de la cuota de sacrificio que hace tiempo arropa a los aviadores dominicano.

En sus últimos tiempos de operación, la empresa trajo dos aeronaves del tipo GA-8 “Airvan” de fabricación neozelandesa  nuevas, muy apropiada para la operación local.   Aunque no estoy tan enterado, parece que Aerodomca fue adquirida por empresarios extranjeros, si no me equivoco de nacionalidad  venezolana, quienes  que en apariencia, están completando los procedimientos para reiniciar las operaciones de Aerodomca. Pase lo que pase con Aerodonca, esta ha sido una empresa parte de la historia de la aviación del país y ojala tenga éxitos y se reinserte en matriz aeronáutica de la Republica Dominicana.   Ahh….. si alguien me ve por ahí a Escoto y al Capitán  Wesling me le dan un fuerte  abrazo de mi parte.

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