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13 de febrero de 2015

El peor accidente de Dominicana 45 años después 2/3

Aeronave McDonald Douglas  DC-9-32

El lunes 16 de febrero del 1970, a la 8:30 de la mañana, un DC-6 de Dominicana de Aviación despegaba como el vuelo DOA-601 con destino a San Juan Puerto Rico. La tripulación del vuelo la integraban  el  Capitán Eddy  Francisco Tineo, Copiloto Odalis Cruz Ventura y el Ing. de Vuelo Claudio Méndez Gabbot. El controlador de turno en torre Las Américas, que no era A. Letchorn, sintió la presión del momento, pero todo cambió  cuando el Capitán Tineo, con un tono de voz metálico y firme, le solicitó autorización para rodaje, y posteriormente para despegar. El DC-6  sobrevolaría el mismo rumbo de pista  donde había caído el DC-9 la noche anterior. Luego de su regreso desde San Juan, como DOA-602,  los vuelos de la empresa fueron suspendidos temporalmente, por el consejo de CDA.

El martes 17 de febrero, el panorama con respeto al accidente de la CDA estaba algo más definido. Ya la gente se iba acostumbrando a la realidad de que había  ocurrido el peor accidente de la historia de la aviación en República Dominicana. Durante la mañana, las brigadas de rescate de la Marina de Guerra, Defensa Civil, los bomberos y otras instituciones  continuaban en  las tareas de búsqueda de cuerpos. Mientras que en el Instituto Anatómico de la Universidad Autónoma y en algunos hospitales, se continuaba con la tarea de identificación y preparación de los pocos  cuerpos rescatados, para entregarlo a sus familiares o darle cristiana sepultura en una fosa común habilitada en el Cementerio Nacional. 

Los cuerpos recatados hasta entonces no alcanzaban los 30, siendo notable la presencia de partes de cuerpos humanos. La labor de rescate nocturno del domingo y del lunes, habían sido seriamente afectada por la falta de luces de bengala  en el área del accidente. Las luces de bengala utilizadas durante las noche del domingo y del lunes fueron aportadas por aeronaves de guarda costa de Puerto Rico. La situación por la falta de luces fue tal, que se solicitó  a los vehículos que se desplazaban por la Autopista Las Américas que proyectaran sus luces hacia el mar, para tratar de brindar claridad, objetivo que no se logró.

Durante la tarde del martes, las tareas de búsqueda de cadáveres fueron dadas por terminadas por las autoridades del Gobierno. Adujeron que ya no era innecesaria y que además, la situación del viento y del fuerte oleaje hacía prácticamente imposible la labor de rescate. Durante ese mismo día fue designada una comisión gubernamental  para el acto de enterramiento de las víctimas. La Comisión estaba presidida por el Lic. Carlos Rafael Goico y la integraban además, el Procurador General de la República y el Secretario de Salud entre  otros altos funcionarios.

Las honras fúnebres tuvieron lugar en el  Cementerio Nacional de la Av. Máximo Gómez el martes 17 a las 12 del medio día,  con la asistencia masiva de la población capitaleña. El acto fue presidido por el Licenciado Carlos Rafael Goico Morales quien tuvo a su cargo el panegírico. Los ocho ataúdes conteniendo los restos de las víctimas, fueron colocados en una fosa común, después de un acto religioso celebrado en la capilla del cementerio. El acto de enterramiento de la Azafata Deysi Peña, único miembro de la tripulación cuyo, cuerpo fue recatado e identificado, fue efectuado en una  ceremonia especial llevada a cabo por los empleados de CDA, quienes le rindieron una  guardia de honor  junto al féretro.

Mientras tanto el controlador Alfredo Lectchorn seguía siendo investigado. Lo mismo sucedía con los siete técnicos de mantenimiento de CDA que trabajaron el turno del  domingo por la tarde, cuando aconteció del accidente. Entre los interrogados estaba se encontraba el Jefe de Mantenimiento de la empresa.  El Procurador  General, Anaiboni Guerrero Báez, declaraba tambien que "había solicitado un informe a la empresa Douglas McDonald sobre la construcción del avión".

Por otra parte, el Administrador de CDA Hans Paul Wiesse continuaba tratando que se hicieran los esfuerzos necesarios para rescatar los restos de la aeronave, sobre todo, lograr la extracción de las dos cajas negras para determinar las causas reales que provocaron la caída del avión. El Gobierno de Puerto Rico ofreció aportar todos los equipos necesarios para la  extracción de los restos del avión del fondo del mar, incluyendo las cajas negras. Se calculaba que los restos del aparato estaban a una profundidad aproximada de 300 metros, a 4 millas de la costa.

El equipo de extracción seria operado por la Guardia  Costera  de Estado Unido. Sin embargo,  el Gobierno de Puerto Rico dejó bien establecido que la decisión para realizar la operación de extracción de los restos del avión  dependía de la autorización de las autoridades de la República  Dominicana.

El 17 de febrero Balaguer creó una  "Comisión Especial" mediante  Decreto  4658. La comisión estuvo integrada por el Procurador General de la Republica  Doctor Anaiboni Guerrero Báez, el Director General de Aeronáutica Civil Coronel Piloto Antonio Álvarez Albizu,y el Doctor Alejandro Gullón Presidente del Banco Popular Dominicano, con  el siguiente mandato; La Comisión "podrá recabar de todos los organismos oficiales y semioficiales, así como de los particulares, los datos e informaciones  que juzgue conveniente para el mejor desempeño de su cometido". "La Comisión deberá rendir un informe pormenorizado  al poder ejecutivo  de los resultados de su gestión".

Por otra parte, La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) publicó  que interrogaría  a todo ciudadano que pudiera contribuir al esclarecimiento del accidente, mediante la aportación de cualquier dato de interés, especialmente aquellas personas que casualmente presenciaron el accidente. La Comisión Investigadora estará laborando en la oficinas de  Dirección General de Aeronáutica civil". Imagínese  la situación de controlador del turno quien realmente vió  el accidente.

Mientras tanto, los vuelos de la Compañía Dominicana de Aviación permanecían suspendidos por orden del Presidente de Consejo de Administración de la empresa  Luis Julián Pérez. Según Luis Julián Pérez "las aeronaves de CDA eran obsoletas". Anunciaba también,  que tenía propuestas para el arrendamiento de aeronaves. Sin embargo el funcionario era partidario de la CDA se asociara con una empresa extranjera para continuar operando. Mientras que Hans Wiesse Delgado, Administrador General de la empresa, prefería que CDA operara sus propios equipos y rutas.

El día  23 de febrero se anunciaba que la CDA estaba tratando de negociar un nuevo avión para operar las rutas largas, incluyendo entre sus destinos al Aeropuerto John F Kennedy de la ciudad de  Nueva York, mediante la renegociación del acuerdo bilateral de transporte aéreo entre República  Dominicana y Estados Unidos que,  aunque daba autorización a las empresas norteamericanas para que sus aeronaves operaran desde Nueva York, Santo Domingo,  Nueva york,  no otorgaba derecho para que CDA operara a Nueva York.

Sin las cajas negras, los rumores comenzaron a surgir en el ambiente de la investigación.
Parece que hubo poco interés por la recuperación de los registradores de vuelo, a pesar de la oferta del Gobierno de Puerto Rico. 

¿Qué paso con los asesores españoles, Capitanes C. Rodríguez, J. Bastan y O. Coames de operaciones de CDA que se marcharon del país, inmediatamente después del accidente?, ¿Qué pasó con Hans Paul Wiesse Administrador General de CDA y qué dice en el libro que escribió sobre Trujillo y en el que refiere el caso Dominicana?,  ¿Qué paso con el Coronel Piloto  R. Albizu, Director General de la DGAC? ¿Qué paso con la carrera del  controlador Alfredo Letchorn después del accidente?, ¿Fue el combustible contaminado por agua la causa real del accidente de la CDA?. Espere  pronto el  3/3.




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