El 2014 acaba de despedirse sin
muchas formalidades ni espavientos, simplemente cruzó la línea inexorable que
separa los tiempos. En virtud de ello, los acontecimientos
ocurridos durante ese período de 365
días con sus noches, pasan a ser inscrito en imborrable libro de la historia. El 2015 es ahora el futuro, un futuro que nos
desafía a mejorar la condición del planeta y de ese pequeño mundo que
nos rodea. Me refiero a la familias
y esas gentes con las que compartimos en el ámbito de
las actividades en la que nos ganamos el imprescindible pan nuestro de cada día, la aviación.
El 2015 es un buen tiempo para reflexionar sobre el necesario el
impostergable cambio de actitud de los
que integramos el pequeño e interesante mundo aeronáutico que respiramos. Ese cambio
debe ir en procura de la unidad y
colaboración de todos para el logro de soluciones armoniosas a discrepancias
surgidas de orígenes poco relevantes, pero que han pretendido erigirse en muros infranqueables, lo que es totalmente incierto
y, por supuesto, inaceptable en el siglo
XXI.
Como partes del universo
aeronáutico dominicano las autoridades, pilotos, controladores, técnicos
aeronáuticos, despachadores de vuelos, mecánicos de aviación, meteorólogos,
sobrecargos, dueños de aerolíneas,
gestores y proyectistas de aeropuertos, así como todos los profesionales relacionados con
este quehacer, estamos llamados a trabajar en conjunto para que el 2015 resulte ser el
año de la unidad y concertación por una aviación civil nacional formidable.
Este es mis humilde saludo y
deseo para el 2015, deseando que Dios los bendiga a todos!, Si, dije a todos.
I Mullix
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