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15 de febrero de 2022

El vuelo que el Controlador aéreo Alfredo Lethson casi salva, hacen 52 años


         Alfredo  Lethson , controlador aereo y piloto de aeronave 


La tarde del  domingo 15 de febredo el 1970  transcurría tranquilamente aquel  domingo 15 de febrero del 1970,  hacen hoy 52 largos años.   Durante las    últimas horas  de la tarde,  en  la   terminal  del Aeropuerto    Internacional   de  Las Américas,  todo iba bien.    En la plataforma principal   de estacionamiento    quedaban  solo   dos   aeronaves  con  vuelos pendientes esa  tarde. Uno era de ellos era un pesado   DC-8-63 de la línea aéreas IBERIA , Líneas Aéreas de  España, cuyo destino era Madrid , España y el otro, el McDonald Douglas, un  DC-9- 10    operado por la Compañía Dominicana  de Aviación,  cuyo    destino  era San  Juan Puerto Rico.  En el caso de  DC-9-32,  el aparato había  llegado, hacia 45  minutos, procedente del Aeropuerto  Internacional de Miami, Florida , Estados Unidos de Norteamérica  como el DOA-301,  habiendo aterrizado alrededor de las 5:10 p.m.

 

Aeronave  DC9 10, semejante al accidentado, después de haber despegado de la pista, entonces 16,  del Aeropuerto hoy, Las Américas, Dr. José Francisco Peña Gómez ,  la fatídica tarde del domingo 15 de febrero del 1970.

Inmediatamente parqueado en tampa el aparato, el personal de tierra de CDA inició los preparativos para el que sería el último vuelo del programa  del ese día  que era la operación del vuelo DOA-603/04 de ida y vuelta al Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín o de Isla Verde de San Juan, P.R. Minutos antes de la 6:00 p.m., Felipe, un experimentado operador  de la Texaco Caribbean, acercó al aparato y le conectó la manguera del camión cisterna de la Texaco al ala izquierda del avión  para bombear el combustible JA-1, Avtur, requerido para el vuelo de ida y vuelta a San Juan Puerto Rico, un vuelo de  aproximadamente, una hora y media de duración, cuarenta y cinco minutos por "pata".

 Mientras tanto, en el mostrador de la empresa en el edificio terminal,  ya se había terminado la labor de "chequeo del vuelo" a San Juan P.R., cerrando con un total de 97 pasajeros, entre adultos y niños, incluyendo en el pasaje, la selección de volibol femenino de Puerto Rico que se marchaba del país luego de completar un programa de intercambio en República Dominicana con mira a los Juegos Centroamericanos del 1970 que se celebrarían en Ciudad Panamá, que iniciarían el día 28 de ese mismo mes de febrero. 

A  las 6:05 p.m., la supervisora de la  estación escuchaba los acalorados reclamos de un pasajero que se presentó tarde al mostrador de chaqueo, por lo que no pudo abordar el vuelo, lo que se convirtió en un inconveniente  que a la corta,  le salvaría  la vida. A las 6:15 p. m. Julio (Julin) Monción, quien años después fue mi instructor de operaciones de vuelo y compañero de trabajo en CDA, completaba la hoja o formulario de peso y balance del vuelo, para luego ir a la cabina del avión,  para  entregarle el formulario  al capitán, junto a otros documentos como son los partes meteorológicos en ruta y aeropuerto de destinos y los aeropuertos  alternos, información NOTAM, Declaración General del vuelo, o G.D., así  como otros documentos requeridos por la operación.

En esos precisos momentos los pasajeros abordaban el avión ordenadamente, caminando a través de  la rampa,  desde  la puerta de embarque de  la terminal hasta la escalerilla  de acceso de la puerta principal del avión. Poco después el sobrecargo Carlos Pepén cerraba la puerta principal, el avión estaba listo para arrancar motores y rodar.   

Capitán Eduardo Tomeu y el Copiloto José, Pepe, Núñez  El tiempo avanzaba, ya eran las 6:24 p.m. aproximadamente, cuando el Capitán solicitaba al controlador a Alfredo Lethson controlador  de torre,   las condiciones del aeropuerto,  esto es  velocidad o intensidad del viento, datos de altimetría para, con el peso total de  avión,  completar los valores de performance de despegue del DC-9.

 Después de todo,   en un vuelo corto, con 97 pasajeros y  equipaje normal el DC-9-32 estaba "sobrado" como decimos en el argot de  los s despachadores de vuelo.  Todo continuaba normal,  y el avión solicitaba y se le brindaba autorización para arrancar motores cuando el  reloj de la torre de control marcaba exactamente, las 6:28 minutos. Con dos motores en marcha, Pepe Núñez solicitaba autorización para iniciar rodaje y  el oficial de control Alfredo Lethson,  autorizaba  el vuelo DOA-603 a  iniciar su rodaje  a la pista 16. De inmediato, el l avión inició  su lento  movimiento por la izquierda   para iniciar  un vuelo que lo llevaría  a un encuentro con el destino.

  En esos momentos el  viento seguía invariable, soplando desde   del Sur con una  velocidad que era misma, esa tarde  la visibilidad era inmejorable. Durante el recorrido hacia la cabecera de la pista de despegue  o rodaje, el Copiloto del vuelo José "Pepe" Núñez, recibió y colacionó correctamente, la autorización o permiso de control que lo llevaría hasta el Aeropuerto Internacional de Isla Verde, P.R., precisamente,  por la aerovía Green 3", a la posición DA en el límite entre los espacios aéreos de San Juan y Santo Domingo, luego volaría al NDB de Borinquén, Aguadilla y luego al NDB de Dorado y entonces   vuelo directo hasta el  Aeropuerto Internacional de Isla Verde,  San Juan Puerto Rico.

 Ruta planeada del vuelo  DOA-603, Santo Domingo San Juan, P. Rico,  el 15 de febrero del 1970. La ruta era la antigua ruta  Bravo 20, hasta la posición en el  límite Este, en medio del Canal de La Mona que se denominaba DA, Delta Alfa, luego, DCT Aguadilla, DCT NDB Dorado,  DCT Isla Verde, San Juan.  Con  poco tránsito  en el aeropuerto a esa hora, el recorrido se hizo en poco  tiempo y  pocos minutos después,  el DC-9-32 estaba en la cabecera de la pista 16, listo para entrar a la pista y  despegar. 

Aproximadamente, a las 6: 32 p.m. y algunos segundos,  el avión alcanzaba  en el umbral de la entonces pista 16 hoy 17,  después que José  "Pepe" Núñez  solicitó  y se le concedió  la autorización para el despegue.  De inmediato el avión se alineó,  correctamente, sobre el eje de pista y poco después, el Capitán del vuelo Eduardo Tomeu  empujaba los dos  aceleradores de las  turbinas Pratt & wittney,  JT8D-7 que rugieron  con su ruido característico de   máxima potencia. 

Sin embargo, después de haber transcurrido algunos segundos después aceleración e inicio de la carrera, cuando el  DC-9-32 cruzaba justo frente la vieja terminal del ALIA, sobre la cual se erigía la vieja torre de control. Fue justo cuando el controlador, con la calma que caracterizaba  este profesional del control de tránsito aéreo,  comunicaba a tripulación la primera advertencia sobre  la presencia de una estela de humo gris,  con algunos destellos de fuego intermitentes. Lo hizo con la siguiente fraseología "Dominicana 603, estela de humo gris y destellos de fuego  saliendo el motor no.1, además emite  ruidos anormales". Eran exactamente  las 6:33 p.m. A la comunicación de Alfredo, Lethson el copiloto Pepe Núñez respondió con voz tensa siguiente: “Lo…estamos…notando". Parece que existía alguna indicación de alta temperatura en lo indicadores de la cabina de mando.

Sin embargo, pese a la información del controlador,  la tripulación, continuó  la carrera de despegue, mientras la pista remanente se acortaba, por lo que había que decidir rápido. Segundos después, cuando el avión estaba cruzando justo frente al área de los hangares de CDA, la situación empeoraba. Eran las,  las 6:33 p.m.  y  segundos todavía y el controlador seguía notando que el motor seguía emitiendo el humo gris y fuego intermitente ya reportado. Sin embargo el  avión continuaba acelerado y  ya  iniciaba el proceso de rotación.  

 En ese momento aun el  reloj no había marcado  las 6:34 p.m., cuando el  avión  cruzaba  el justo frente a donde existieron los hangares de  CDA y el DC-9-32 ya estaba en el aire.  Nueva vez el controlador, repitió la fraseología  "Dominicana 603, estela de humo gris y destellos de fuego  saliendo el motor no.1, y  ruidos anormales".  A la segunda llamada advertencia,  el copiloto Pepe Núñez respondió al preocupado controlador; "Estamos perdiendo potencia,  regresamos". Era la última vez que  Alfredo Lethson escucharía la voz quebrada del copiloto, José "Pepe" Núñez, voz que jamás se le ha borrado de su memoria.

Cuando ocurren estos eventos, son muchas las informaciones que se comparten.  Sin embargo, despues de decadas laborando en las dependencias de control de tránsito aéreo, control de torre, control de aproximacion manual radar, asi como control radar y manual en ruta. Ademas, de vivir experiencias extramas, como a de estar en una emergencia en medio del Atlantico, con dos motores de los cuatro de un B747-100, apagado, tengo  

 

 

 

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