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10 de agosto de 2016

El delicado tema de la salud mental de los pilotos

El B-777-200-ER del vuelo MH-370 desaparecido el 08 de marzo del 2014

A diferencia de otras hipótesis planteadas sobre el caso, nunca he tenido dudas sobre el destino final del vuelo MH-370. El aparato necesariamente, cayó en un punto dentro del perímetro de los 74,000,000 millones de kilómetros cuadrados del Océano Indico, siendo la tarea de localizar  los restos de aparato una misión bastante difícil por no decir imposible. La hipótesis de que el avión está en el fondo del océano se refuerza más cuando se  confirma la aparición de partes de B-777-200 ER compatibles con la del avión de Malasia, cuyo capitán Sakenab Shah nunca  mostró  evidencia de enfermedad física o mental, a pesar de las investigaciones en esa dirección.

El problema es que ahora a más de dos años de la tragedia, una “hipótesis”  plantea que el B-777-200-ER de Malasia Airlines fue estrellado deliberadamente en el Océano Indico tomando como base el hecho de  la aparición de un “flaperon” del avión, cuyo estado indica que el Boeing fue pilotado hasta amarizar. De acuerdo al experto investigador de accidentes de aviación Larry Vance, el aparato fue configurado para un "amarizaje" por alguien a bordo. Este planteamiento da curso a la posibilidad de que la tripulación u otra persona lograra hacerlo. 

Echando una mirada retrospectiva sobre algunos accidentes de aviación ocurrido en los últimos tiempos, se pudiera pensar en  la posibilidad  de la actuación deliberada por parte de las tripulaciones. Entre los casos más sonados relacionado con este planteamiento están el accidente atribuido al copiloto del vuelo 9525 de Germanwings ocurrido durante el  mes de marzo del 2015, el caso del vuelo 990 de EgyptAir ocurrido en octubre del 1999, aparto  que cayó cerca de Massachusetts USA y  el accidente del vuelo 185 de Indonesia Airlines en el 1997. Sin embargo, en el caso del vuelo 990 de EgiptAir la discusión sobre la culpabilidad de la tripulación aún  persiste.
Debido a la preocupación generada por estos accidentes, el pasado mes de junio la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos FAA, por siglas en inglés, ha anunciado que la agencia Norteamericana está dando pasos para incentivar a los pilotos que tengan problemas de salud mental "busquen tratamiento", pero sin afectar las medidas vigentes en cuanto a la seguridad aplicadas en  las cabinas de las aerolineas luego de los acontecimientos del 2001 y del caso del vuelo de Germanwings. De acuerdo a FAA, se requiere que los entrenamientos sobre el particular lleguen hasta los médicos encargados de la evaluación de los tripulantes que buscan ingresar a las aerolíneas.
Sin embargo, de acuerdo con  lo que he visto, leído  y oído sobre el asunto, y a pesar de la validez y las preocupaciones en relación a  la salud mental de las tripulaciones, no creo que la situación  sea tan grave  como para causar una alarma en el ambiente de la aviación global, actividad donde se verifican miles  de operaciones a diario en un ambiente  en el que los eventos atribuibles a causales relacionados con  la salud mental de los pilotos  son muy  pocos, y de estos pocos accidentes atribuidos a la salud mental de las tripulaciones, la culpabilidad  de estos no ha sido  del todo confirmada.    






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