Pages

31 de octubre de 2015

Capitán Héctor Brito, 22 años después de su muerte



Capitán Héctor Brito Gonzalez, con galones de copiloto en la escalera de la puerta del un B-727 de CDA 



Durante  la mañana de hoy, tuve la agradable sorpresa  de recibir la llamada de una distinguida dama de  la aeronáutica dominicana, pero de esas personas que que son expresión viva de laboriosidad, la elegancia y la distinción. Nuestra conversación giró al rededor una de esas personas que vinieron al mundo a trabajar intensamente,  para hacer el bien y para enseñar a los demás, no importándole quien pudiera ser o cual iba a ser el nivel de  agradecimiento en el futuro. Esa persona al rededor de quien giró la conversación fue el Capitán Héctor Brito González, de cuyo trágico fallecimiento se cumplen hoy precisamente 21 años.  

Héctor Brito dedicó la mayor parte de su vida al arte y la técnica del vuelo, actividad por la que vivió y a la que ofrendó su vida a media tarde del miércoles 31 de octubre del 1994, cuando intentaba despegar una pequeña aeronave desde del viejo Aeropuerto Cibao de Santiago de los Caballeros y cuyo de destino era el Aeropuerto  de Herrera. Durante su prolongada vida profesional en la línea de vuelo, el Capitán Brito acumuló miles de horas de vuelos de forma que para referirse a su sobrada  experiencia de vuelo, decíamos a menudo a cualquiera, “este o aquel  tiene más horas de vuelo que el Capitán Brito”.

La carrera del Capitán Brito fue una de esas en que completado todo el ciclo,  desde aeronaves ligeras, medianas y pesadas, llegando a capitanear el “Jumbo” el B-747, siendo uno de los  cuatro primeros y únicos  capitanes dominicanos que volaron un gigantesco Jumbo con matrícula dominicana. Por cierto, me toco precisamente a mi, consumir muchas horas de vuelo en sus cabinas de vuelo cruzando  el Atlántico sentado tranquilamente  en sus cabinas de mando  cuando CDA realizaba vuelos de itinerario y charters  entre Santo Domingo y Milán, Italia.

 Conocí al Capitán Brito  por la Frecuencia 118.1 MHZ de torre Las Américas,  cuando él volaba un DC-3 de Aerovías Quisqueyana que operaba vuelos desde Santiago de los Caballeros a Las Américas,  para conectar con los vuelos diarios de los “Connie” L-749  de la empresa Aerovías Quisqueyana a San Juan de Puerto Rico. Después de ello, el Capitán Brito realizaba los  vuelos de itinerario en los DC-3  de la Aerolineas Aerovias Quisqueyana a Curazao junto al Capitán José Maria Sanchez Perez, entre otros tripulantes de la epoca.  Luego, a mediado de los setenta, comenzó a volar los Constellation  L-749 y L-1049 de la "Lockheed" de Aerovias Quisqueyana. En ese periodo el Capitán Brito y el Capitán Eugenio de Marchana integraron una dupla muy habitual en la ruta Aeropuerto Internacional Las Americas Dr. JFPG,  Santo Domingo, Aeropuerto de Isla Verde, Dr. Munoz Marin, San Juan Puerto Rico, Aeropuerto Internacional Dr. JFPG, Santo Domingo, realizando dos vuelos diarios en  la ruta como el QQ-201/02 en las mañanas  y el QQ-203/04 en las tardes.  

Luego el Capitán Brito pasó a volar los aviones de la Compañía Dominicana de Aviación en  los aviones de carga, los DC-6. Pero no tardó mucho para que fuera integrado a las cabinas de la flota de B-727, donde estableció una “dupla”, piloto, copiloto, con el Capitán Jorge Percival, quien lo convirtió en un verdadero  “zorro del aire” y una   de esas tripulaciones con  quien a uno le gustaba volar, siendo, sobre todo, uno de los privilegiados a quienes llamábamos  los “manos de seda”, sobre todo en  los aterrizajes de los aviones,  sin importar  el viento predominante en el aeropuerto de destino.

Como referí anteriormente, Héctor Brito fue seleccionado para integrar el equipo de capitanes del B-747-123 de Dominicana de Aviación,  cuando República  Dominicana operó su propia aerolínea bandera nacional, demostrando fehacientemente, los dominicanos si tenemos la capacidad para  hacerlo y hacerlo bien. Al cierre de Dominicana de Aviación ya el Capitán Brito estaba fuera de la linea de vuelo de la empresa por asunto generacional y ciertas limitaciones en el orden medico  para mantener la licencia de vuelo.

Brito perdió la vida realizando una de las actividades de más ano en la vida, volando. Su deceso de debió aun accidente de aviación que sufrió cuando despegaba del antiguo Aeropuerto de Santiago de los Caballeros,durante  una de un jueves hoy 21 años.  El Capitán había despegado su avión  acompañado de dos personas a quienes como de costumbre transportaba de manera gratuita en la aeronave,"Brito no dejaba a nadie". Entre los acompañantes del Capitán Brito y que también perecieron se encontraba un nacional israelitas a quien llamábamos "Lulo" y a quien conocí muy bien, debido y que se dedicaba a negocios relacionados con la aviación comercial. Lulo vivía en el poblado de Boca Chica. 

Finalmente acompañamos al Capitán Héctor Brito Gonzales hasta su ultima morada en el Cementerio Cristo Salvador del Sector Oriental de Santo Domingo. El Capitán Brito fue despedido por el  vuelo de una aeronave que sobrevoló el Campo Santo a muy baja altura mientras arrojabas arreglos florales sobre la tumba del  Capitán Brito. 

Los mejores recuerdos del Capitán Brito son  necesariamente los relacionados con su permanente disposición para volar e instruir en un  quehacer de amó profundamente. En ese quehacer me tocaron muchas horas de vuelo en su siempre agradable compañía. Confieso que  nunca vi  al Capitán negarse  a realizar un vuelo, no importaba el día o la hora y mucho menos el destino. Por esta  condición  Brito  era una de las primeras y más segura opciones a llamar cuando había problemas en la línea de vuelo, por falta de capitanes, ese fue el Capitán Héctor Brito.

A 21 años de su partida, solo rogar al Altísimo que lo tenga en el sitio donde van esa gentes que no hacen daño a nadie y solo están para con trabajar honestidad y a hacer el bien a todos los que le rodean.     

5 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias mil Mullix por tan lindo reportaje! Estoy mas orgullosa que nunca de mi Papa!

TheHec dijo...

Papi siempre decia que cuando se fuera de este mundo era muy probable que no me dejara cosas materiales, pero si un apellido limpio y una memoria de un hombre que lo dio todo por los suyos, y asi fue. Me llena de orgullo llevar su sangre y saber que todos lo recuerdan como el gran hombre que fue. Gracias don Ignacio por el articulo, un abrazo.

-Hector Brito Rodriguez (tito)

Unknown dijo...

Hola,
Mi nombre es Juan Manuel Chayep. Soy comandante de A330 en Aerolíneas Argentinas.
Estando de posta en Punta Cana recordé nombres de los que me hablaba mi padre allá por 1985/86.
Mi padre, Sergio Chayep, era por entonces comandante de B747 en Aerolíneas Argentinas y había sido contratado por tres meses para habilitar pilotos en Dominicana de Aviación. Uno de ellos fue el Capitán Brito.
Lamento mucho su partida. Algo que omitiré contarle a mi padre ya con 87 años.
Saludos

Unknown dijo...

Gracias Con Ignacio sobre el articulo sobre mi padre Capitán Héctor Brito González. Héctor Brito jr

Unknown dijo...

Don Ignacio