Pages

29 de octubre de 2015

Air Cocaína, un vuelo al límite


Si las especificaciones técnicas de la aeronave  proyectada  por “Air Cocaine”, para la operación de  su vuelo trasatlántico entre  Punta Cana, República  Dominicana y Saint Tropéz, Francia  no fueron  variadas, no hay dudas de que se trataría de un vuelo al límite, intentado  por parte de  una tripulación que, de acuerdo a lo ya sabido,  tiene experiencia sobrada y en apariencia, un gran valor personal, tripulación que realizaría un vuelo que produciría "beneficios brutos" con un equivalente aproximado de  1,500,000.000.00 millones de pesos dominicanos.

Como todos saben, la aeronave en cuestión es un  Falcon 50,  matrícula francesa F-GXMC. El Falcon 50 es un popular jet trireactor ejecutivo, producido, precisamente  por Dassault Aviations de la industria aeronáutica  francesa.  Dassault Aviations produce también  otras aeronaves civiles y militares, así como  otros elementos relacionados con el transporte aéreo y la defensa. En término  de tiempo de vuelo,  el avión estaba prácticamente al límite,  debido a la distancia entre el punto de origen, el Aeropuerto Internacional de Punta Cana y el destino,  Aeropuerto de Saint Tropéz,  localizado en la costa mediterránea francesa. El avión recorrería una distancia aproximada de 3,998 millas náuticas, con una aeronave, cuyo alcance máximo es de 4026 millas náuticas, todo  de acuerdo a las especificaciones técnicas  publicadas, con un tiempo de vuelo aproximado de 8 horas.

Como factores a favor del vuelo estaba la baja cantidad de “carga paga” (payload)  del vuelo,  que eran  solo los 700 kilos  de una popular  “sustancia controlada”, a bordo.  El peso de la tripulación, capitán, copiloto y sobrecargo eran parte del peso operacional del avión. Como es normal operacionalmente hablando, el capitán debió haber sometido su plan de vuelo con  sus  aeropuertos alterno, tanto en ruta como en el destino, aeropuertos  donde  aterrizaría en caso de problemas técnicos meteológicos o cualquier otro tipo.

El vuelo “Air Cocaína” ha evidenciado muchas  debilidades en término  de seguridad “security”, no “safety” abriendo además,  un debate poco aconsejable entre algunas autoridades de República  Dominicana y de Francia, pero también muchas opiniones a todas luces descabelladas. Al fin y al cabo, creo que nosotros, los dominicanos,  somos responsables de todo lo que pasó, desde que esa “carga” llegó al país, cuando fue cargada al Falcon 50, pero sobre todo, somos culpables  de que los  tripulantes se marcharan “espectacularmente” si se quiere,  de un país donde lo más probable es que no regresen más.

En la foto: El Falcon 50.  Cortesía de Mundo.
   



No hay comentarios: