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20 de mayo de 2015

Maximo Torres, un profesional del vuelo ha partido rumbo al cielo


Máximo Torre, un profesional del vuelo, ha partido  

Hablar de Máximo torre resulta, más que fácil, ameno. Esto así, debido a su carácter y la personalidad con que siempre  desempeñó  su labor en la línea de vuelo de la Compañía Dominicana de Aviación (CDA), durante  los mejores tiempos de la empresa, condición particular que aún mantiene. Máximo Torres, un santiaguero de corazón, llegó a la línea de vuelo de la Compañía Dominicana de Aviación a mediado del 1978, iniciando una meteórica carrera que lo llevó a ser supervisor de cabina a poco tiempo de su ingreso. Para entonces, el administrador de CDA lo era el capitán Nelton Gonzales y en el departamento de sobrecargos y azafata era dirigido por Doña Magaly Rodriguez, asistida por nuestra inolvidable Doña Ana Quezada.

La labor profesional desarrollada por Maximito fue tal, que a muy poco tiempo de su ingreso en la empresa, ya estaba asumiendo responsabilidades  como Supervisor  de Cabina de los vuelos presidenciales. El primer vuelo presidencial lo realizó con un Presidente de la República Dominicana a bordo lo completó, cuando le tocó la jefatura de cabina del FAD-001, en que se convertía  del HI-212 de la CDA, cuando el entonces Presidente de República Dominicana iba a bordo,  en asiento de primera clase instalado al B-727. Otros vuelos presidenciales los  completó a destinos como Isla Margarita, Caracas, Venezuela, Lima Perú. Debido a esta particularidad, podemos calificar a Máximo Torres, como el Sobrecargo Presidencial, siendo el título muy fácil de deducir, cuando tomamos en cuenta  las estadísticas de estos vuelos especiales.

A Máximo Torres  le tocó volar durante el período  histórico de mayor actividad operacional  de CDA. Debido a ello, acumuló un gran número de horas de vuelo, pudiendo estas horas aproximarse a las 20,000 y quien sabe. Entre sus  experiencias de destacan,  haber sido designado para  verificar el equipo y adaptar los manuales de servicio en cabina  del Jumbo a CDA. Para ello debió viajar a Arizona Estados Unidos y vérsela con los manuales originales del B-747-123, aeronave  que fue operada previamente  por American Airlines.

Así mismo,  tocó a Miximito ser  el Supervisor del  vuelo que trajo el Jumbo a Santo Domingo desde Arizona Estados Unidos.  Vuelo comandado por el capitán Janneutre, de nacionalidad francesa. Además a Maximito  le tocó ser el supervisor de cabina del vuelo inaugural de CDA a Europa,  a mediado de la década de  los ochenta. El vuelo fue comandado por el capitán R. Chajep de nacionalidad argentina y a bordo del vuelo se encontraban  las autoridades máximas de la empresa y de turismo del país. El vuelo despegó del Aeropuerto Internacional Las Américas con destino al  Aeropuerto Internacional de  Barajas, Madrid en su primera escala para luego completar el vuelo que  aterrizó  en el Aeropuerto Internacional de  Malpensa,  Milán, Italia. Recuerdo haber estado a bordo del vuelo, como despachador.

Las cabinas de Maximito siempre fueron segura y sosegadas, debido a que en sus vuelos  lo daba todo para brindar un servicio profesional y de calidad. Sin embargo, no vacilaba cuando, por cualquier causa,  tenía que ejercer su experiencia o  imponer su  autoridad en esas cabinas de CDA, por lo general repletas de dominicanos, acostumbrados a “apretar el botón” para solicitarlo “todo y ahora”, principalmente en los vuelos originandos en Nueva York  con dirección a Santo Domingo, en los períodos  de las temporadas de fin de año, cuando los dominicanos comenzaban las fiestas navideñas  en el “gate 33”, mucho  antes del abordaje, alla en el Aeopuerto J. F Kennedy..

En mi caso particular le conocí en la cabina del  HI-242 un vuelo  a Nueva York. Allí le vi caminar constantemente desde la fila 1 hasta lo último del avión, supervisando sus asistentes y ordenando asegurar el equipo, cuando el Capitán encendía las luces de “abróchese el cinturón”, cuando  el avión se aproximaba al “frente meteorológico” de esos  que siempre estaba estacionado en la mitad de la ruta,  esperando el DOA-902, para darle una tanda de turbulencia moderada o mas fuerte al avión, para lo que habia que  mantener los pasajeros sentados y tranquilos.

Como todas las personas que amamos  la aviación, Maximito ha permanecido en el ámbito del quehacer aeronáutico y en el mundo de los viajes. En la actualidad, tengo entendido que  trabaja de manera independiente en negocios relacionados con los viajes, desde una agencia que se localiza en la ciudad de Santo Domingo.  En las más de dos décadas que Maximito dedicó a los vuelos, son muchas las historias y experiencias vividas y compartida por este buen hombre, por los temas de  su vida aeronáutica  pueden  escribirse varios libros. Por mi parte, siempre le brinde mis respetos tanto en la linea de vuelo como en las dependencias operacionales de CDA. 

Hoy al enterarme de sus fallecimiento, expreso mis pesar,  solidarias condolencias a sus familiares y allegados, desando que su vuelo ultimo, sea capitaneado por uno  de esos profesionales  que pueden conducir un avión evitando las sendas turbulentas de esas que Maximito siempre cruzó  sin inmutarse, siempre de frente a los pasajeros, listo para asistirlos.    
    

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