Pages

31 de diciembre de 2015

Las vueltas de año nuevo, un feliz año 6102... 2016 a todas y todos


Las vueltas de año nuevo 6102… 2016

Hoy, último año  del  día, me levanté tarde para abrazarte bien temprano y bajo los rayos de una luna que no alumbra, disfrutar la fortuna de tus besos consumados.

La fresca tarde llegó en la madrugada, cuando  una suave lluvia ha mojado el blanco cielo y mientras las hojas secas caen a sus verdes ramas, el tiempo corre aguas arriba, para estar ayer justo a tu lado.



Feliz 6102... 2016 a todas y a todos

28 de diciembre de 2015

El aterrizaje de emergencia... ¿Pero y la información meteorológica?


Durante el día de ayer, 27 de diciembre del 2015, nos enteramos, con mucha preocupación, del aterrizaje emergencia realizado por el helicóptero que transportaba al Honorable Presidente de la República Dominicana Lic. Danilo Medina Sánchez, cuando completaba un vuelo  de acuerdo a la regla de vuelo visual,  que lo llevaría desde Santo Domingo a la comunidad de Villa Trina,  Provincia Espaillat, en la región septentrional  del Cibao.

De acuerdo a informaciones ofrecidas por el propio presidente Medina, el aterrizaje debió realizarse debido a condiciones meteorológicas adversas encontradas en la ruta programada del vuelo que ambas aeronaves  intentaron  volar. El presidente declaró que primeramente ya había aterrizado el helicóptero que transportaba el personal encargado de su seguridad,   en una zona donde la visibilidad era nula.¿Pero es que nadie sabia como estaba la situación del tiempo en la zona? 

Lo importante seria  saber también; ¿Qué tipo de información meteorológica estaba en posesión de la tripulación de mando  de la aeronave del Presidente y del capitán  helicóptero que transportaba el personal de  la  seguridad de Presidente, en dos  vuelos en los que ambas aeronaves debieron aterrizar, y después dirigirse a destinos diferentes al planeado.  El pobre manejo de la información meteorológica está entre los causales más importantes de los accidentes de la aviación  general a través de la historia de la aviación de la República Dominicana, estando entre los factores  contribuyentes  de mayor  mortandad en los percances de esta aviación en el país.
       
A propósito de este percance, posiblemente algunos recordaran  el accidente de helicóptero que casi cuesta la vida al  Presidente Joaquín Balaguer,  durante la tarde del 10 de mayo del 1974, cuando el aparato que ocupaba, volando en  condiciones de baja visibilidad,  chocó  con una mata de  palma  en medio fuerte aguacero, cayendo a tierra en las inmediaciones de Villa Altagracia,  siendo impedido de caer a un profundo precipicio por un tronco de un árbol de caoba.  El helicóptero había salido sin ninguna previsión del tiempo según el propio presidente  Joaquin Balaguer en aquella oportunidad.




21 de diciembre de 2015

El piloto aviador dominicano, presente y porvenir


Bueno, pues ayer,  21 de diciembre, se celebró el día internacional del piloto aviador. Lo primero, felicitar a los tantos buenos  amigos relacionados que han escogido este quehacer para proyectar sus vidas, lograr sus sueños e incluso hasta disfrutar esta actividad  y así  conquistar un mejor futuro para  sus familias y hasta  para  este  país con el que Dios nos ha premiado a todos. Sin embargo, para muchos pilotos aviadores dominicanos  las cosas no han sido tan fáciles, como todos sabemos y no precisamente por falta de diligencias.

Hace ya buen tiempo  que un número importante  de  nuestros mejores pilotos han tenido que  “volar miles de millas”, en busca de un  mejor futuro para ellos y los suyos. En esas luchas muchos de ellos hasta han concluido sus carreras en tierras lejanas, retirándose allende los mares en algunos casos con todos los honores posibles. Otros pilotos dominicanos permanecen volando en importantes empresas globales del Norte y del Sur, mientras algunos cruzan latitudes y longitudes al Este del meridiano 0°, demostrando, hasta la saciedad, que lo único que  nos hace falta en República Dominicana  son empresas estables y aviones modernos y  buenos salarios,.... la capacidad nuestros pilotos sobra.

Pero el día internacional  del piloto aviador también encuentra a  parte importante  de los pilotos dominicanos en su lar nativo, mirando el cielo y observando, con cierta pesadumbre, que su tiempo hábil para volar pasa como pasa  el agua del río bajo el puente. Extrañan fuentes de trabajo bien pagas, adecuadas a sus condiciones profesionales. Para ellos también es día del piloto, para ellos también es mi abrazo y felicitación. El día del piloto también alcanza a tantos jóvenes que tratan de iniciarse en la técnica y el vuelo, a veces hasta desconociendo que rumbo apuntará y volará su aeronave luego de graduarse. Para ellos mi aliento y la fe de un futuro promisorio de la aviación netamente dominicana.

Felicito en lo particular,  a los Capitán Juan  Rivera, Abel Martes, Yanco Holguin, y otros tantos que andan por ahí representándonos en el extranjeros. En el caso del Capitán Juan Rivera  ese hombre  que aparece en su cabina después de haber  disfrutado  de una rica sopa, luego de un largo vuelo. Lo hago porque lo siento tan solidario con todo lo  provechoso  para la aviación y su clase. Para mí el Capitán Rivera representa la esencia más idónea  de lo que debemos ser todos los  que bregamos en el quehacer aeronáutico en este país que,  aunque se dude, nos pertenece a todas y  todos. Un fuerte Abrazo a todos las aviadoras y aviadores del mundo en su día.     

17 de diciembre de 2015

Navidad y año nuevo “quedao” en Nueva York


Foto: Airlines net

Posiblemente pocos recuerden este  avión que aparece  en la foto. Se trata del HI-576-CT, una aeronave tipo Mc Donald Douglas  DC-8-62 H, propiedad de una empresa  aérea privada  dominicana que se llamó  Antillana de Navegación Aérea. Antillana  operó  a finales de la dédada de los ochenta, pero recuerdo que su  frecuencia de vuelos eran bajas y el avión “vivía” parqueado en la rampa Norte de AILA.  Bueno, pero de repente la aeronave comenzó a hacerle algunos  vuelos a la Compañía Dominicana de Aviación  CDA, sobre todo cuando los itinerarios se “apretaban” o bien, cuando  se presentaban problemas que le impedían volar a los “caballos de CDA”.

 Ese fue el caso de finales de diciembre del 1989, cuando “caí en un gancho” al concretar un acuerdo de turnos de trabajo  con mi hermano Pascasio Toribio,  en el cual yo haría los días  24, 25 y 26 de diciembre  en operaciones de CDA en el Aeropuerto Kennedy,  mientras que pascasio  haría el 30, 31  de diciembre  y el 01 de enero, cuando el programa  indicaba que Antillana realizaría esos vuelos. En mi caso tenía  planeado regresar a Santo Domingo el día 30 de diciembre en el último vuelo del día,  que haría precisamente el DC-8-62 H de Antillana, avión al que bautizamos como “Teleantillas”  ¿Por qué?, no me pregunten.

Después de haberme “tirado” la tarde del 24 de diciembre  y despachado el último vuelo a Santo Domingo, crucé  la rampa y fui al comedor de Pam American, donde disfruté  de un  “chile” para ayudarme con el frío. Entonces abandoné  el aeropuerto y fui  a visitar mi amado hermano Diomedes y juntos caminamos  a una parroquia  del área de Brooklyn a escuchar “villancicos navideños”. Luego me marché  al sector de  Queens  a una residencia  propiedad de  Charna Putra Mahapatra,  un amable hindú que laboraba para CDA y Air India, donde me quedaba. El 25 de diciembre, lo mismo, pero cuando terminé Pascasio me invitó  y a su casa.
   
Pasada la fiesta de  noche buena y navidad, solo esperaba el 30 para regresar a Santo Domingo  y reunirme con mi familia, pero como las cosas no siempre salen como uno quiere, a partir del 29 de diciembre  el área de  Nueva York   comenzó a ser  afectada por una densa  niebla, que reducía la visibilidad a valores inferiores a los autorizados en los manuales  de muchas empresas aéreas. Ese día no hubo vuelo de  CDA a Nueva York, pero lo peor, por la misma situación  tampoco lo hubo vuelo  el 30,   para entonces  “yo estaba quedado en Nueva  York”. Mientras tanto, no hubo  que bregar mucho con los pasajeros, cuando estos llegaban al aeropuerto y observaban la situación del tiempo, ellos mismos agarraban sus taxis pa”tra.

El 31 de diciembre llegué  temprano al Kennedy, la situación seguía igual, entonces, entre Pascasio y yo nos concentramos a estudiar los pronósticos a ver las posibilidades, pero cuando le enviamos  la información a Santo Domingo, la tripulación de Antillana Navegación Aérea  se agarró de sus manuales y tampoco  iniciaron el vuelo. Recuerdo que los valores eran  techo oscurecido y visibilidad menos de un cuarto de milla,  niebla. Solo las aeronaves con capacidad ILS CAT III  entraban al Kennedy, de las que  escuchábamos solo  rugir de sus  motores  cuando se aplicaban los reversibles. 

A medio día del 31 me di  por vencido, llamé  a mi familia a Santo Domingo los consolé explicándole la situación del tiempo y me retiré  del aeropuerto “agarrando”  para donde mi hermano en Brooklyn,  donde  nos reunimos en  casa de  Don Cece Collado,  un viejo amigo de la familia. Allí  tuve que integrarme al rezo del Santo  Rosario a la  Virgen, pero  cuando terminamos, me  vino a la cabeza  que  había llevado  una bebida espirituosa y mientras escuchábamos los temas tradicionales de la temporada, nos  libamos  algunos tragos y casi ni nos enteramos que ya estábamos en el año nuevo.    

Llegué a Santo Domingo el año siguiente, el primero de enero el 1990, con el Capitán Eddy Francisco Tineo,  cuando todo había pasado.  



A ponernos las pilas,… ahí viene Cuba


"A ponernos la pilas,... ahí viene Cuba". Bajo este titular  comenzaba mi comentario en Facebook  el pasado  17 de diciembre del 2014, hace hoy un año. Ese día había sido liberado de una prisión cubana el ciudadano Norteamericano Alan Gross,  quien cumplía una condena de 15 años acusado de espionaje por el gobierno cubano. En apariencia, durante ese  día los  presidentes  de Estados Unidos Barak Obama y  Cuba Raúl Castro habían conversado por la vía telefónica, en una actitud muy poco común por  décadas.

También decía  que para el mundo el acontecimiento  era más que sorpresivo agradable y cónsono en el contexto de un mundo que mucho ha cambiado después de más de medio siglo de Revolución Cubana. Decía además, que era un giro transcendente en las relaciones de dos naciones geográficamente tan cercanas,  que hace poco tiempo  que una dama la había  cruzado el estrecho entre la Habana y Miami  a nado.

Ante esa realidad decía que  República Dominicana debía “ponerse las pilas” frente a esa nación hermana que, necesariamente hará sus esfuerzos para potencial su industria turística  con el mercado norteamericano, que  ya se presenta como un oportunidad de oro para la economía cubana. También decía que Cuba  tiene mucho de lo que los dominicanos  tenemos como son el clima, las playas, las montañas, una formidable seguridad ciudadana,  pero  que sobre todo tienen a Cubana de Aviación,  una línea aérea  bandera nacional de Cuba,  con presencia en los continentes  Continente Americano y en  Europa.

No hay dudas de que por el momento,  República Dominicana aventaja a Cuba en el mercado turístico regional como destino, pero como sabemos posiblemente,  el mayor factor a nuestro favor es la situación política de Cuba y las relaciones con sus vecinos del Norte,  que le limita en  ese  tremendo y cercano mercado emisor.   Durante los últimos años el turismo cubano ha venido aumentando de manera sostenida,  llagando a  los 2.4 millones de llagadas en el 2014,  de acuerdo a la Oficina Nacional de Estadística e Información de Cuba (ONEI), siendo muy baja la llegadas turistas norteamericanos a Cuba.  En nuestro caso, las cosas son muy  diferentes, donde el 60% de los turistas que nos visitan son de nacionalidad norteamericana.

Solo habría que como vienen las cosas, sin embargo, en la actualidad ya muchas cosas han pasado. Cuba y Estados Unidos han restablecido relaciones diplomáticas y varias líneas aéreas Norteamérica han comenzado a operar vuelos entre Estados Unidos y destinos  en la isla de Cuba. Por ahora Estados Unidos se proyecta  como un gran mercado emisor de turismo hacia Cuba, pudiendo nosotros pagar las consecuencias, si es que no nos ponemos las pilas.

Como prioritario deberíamos impulsar y operar  un proyecto de línea aérea bandera nacional, con aviones grandes de última generación,  capaces de operar a los sitios donde se ubican los  mercados étnicos tradicionales en EE,UU, pero que pueda alcanzar otros destinos en el territorio continental de USA, con el objetivo de aumentar la llegada del turismo norteamericano República Dominicana, todo en un marco una  sana  y provechosa competición con nuestros hermanos cubanos.  

15 de diciembre de 2015

¿Qué pasa con mi patria?


¿Qué será lo que pasa en esta mi  patria?. De repente en el día  el sol se oculta y la blanca  luna no sale en las oscuras noches.   Y  mientras tratamos de abrazar las frescas brisas, el tiempo corre como tratando de escapar  dejándonos  en medio del camino. Las frías  aguas de  los  frescos manantiales se han secado  y las olas  solo   traen  mantos que cubren las  arenosas  playas.

No hay misericordia y la irracionalidad se manifiesta con dureza a cada instante mostrando con  crueldad los acontecimientos y arrancando una y otras vidas  como si esta  no fuera un don otorgado por el  Cielo. La violencia corre  sin detenerse a descansar ni en los senderos ni frente  a los  portones mientras el acecho  ha superado a las miradas. Parece  existir   el temor colectivo.

Pero no todo está perdido, las gentes parecen entender el mensaje que viene  de  lo Alto. Una estrella  brilla con gran intensidad  en el azul  cielo  y clama por el entendimiento entre los hombres. Su luz alumbra un humilde pesebre y  un niño,  entre reyes y bueyes,  nos brinda un aire de  esperanza y una señal de paz,  para un mundo que de las cosas de Dios  tanto requiere.

Las navidades son un tiempos de  amor y de esperanza,…. feliz navidad!!!!   

9 de diciembre de 2015

Una triste navidad para el Capitán Núñez y su tripulación

Capitán Radames Nuñez 

Mientras más se acercaba el día 24 de diciembre de cada año,  más frecuentes  eran los vuelos de Dominicana de Aviación a sus  destinos tradicionales. Durante esos animados días  solo  había que estar  en el área de chequeo o en  las puertas de embarques de Dominicana  en las  terminales aeroportuarias como el  Kennedy, San Juan, Miami y otras estaciones, para presenciar el espectáculos de ver a los  dominicanos y dominicanas, cargados con sus  voluminosos “bultos de mano” caminando en caravana, tratando de alcanzar las puertas de embarques y respirar satisfechos,  después de abordar los vuelos y volar “en dominicano”  en lo aviones que lo traerían a su lar amado, República Dominicana.

Pero también los 24 de diciembre eran días especiales y de gran presión para la operación de los vuelos, todos tratábamos de que las cosas salieran bien  y se rogaba al Altísimo  para  que a ningún avión  se le antojara  averiarse, mientras las tripulaciones de mando  trataban de empujan los aviones  para hacer rutas más cortas y estar a  tiempo en casa para celebrar  una cena navideña en familia. Sin embargo,  como se dice por ahí,  “nunca falta un pelo en un sancocho”. Eso fue, precisamente, lo que le paso el Capitán Redames Núñez y su tripulación, uno de esos diciembres de mediado del 1985,  cuando  Dominicana de Aviación  dominaba el ala Oeste de la terminar internacional  del Kennedy de Nueva York.
  
Durante aquel  día de noche buena  todo iba bien en la estación de Dominicana  a Nueva York.  El vuelo DOA902 y DOA-903 desde y hacia   Santo Domingo, así como el  DOA904, 905 desde y hacia   Puerto Plata,   habían operado con  normalidad. A  las 2:30 p.m. hora de Nueva York, ambos vuelos habían  despegado rumbo Sur, sin novedad y “lleno hasta la tambora”. A esa hora se  tenía el estimado del último vuelo de ese  24 de diciembre. Se trataba del  vuelo extra  DOA2902 que estimaba llegar a Nueva York  temprano en la tarde. El plan era  sacarlo de  inmediato a Santo Domingo y todos para su casa. 

Siendo así,   tanto los  pasajeros como  la tripulación del Capitán Núñez estarían aterrizando en Santo Domingo aproximadamente a  la 7:30 p.m.,  o antes, si la tripulación optaba por adicionar algunos "nuditos"  a la velocidad del aparato. Todos  planeaban cenar con sus familias  en sus hogares de Santo Domingo. El problema se presentó  cuando al avión llegó a la puerta de desembarque del Kennedy presentando  un serio  problema de mantenimiento, problema  que le impedía iniciar el vuelo de regreso a Santo Domingo. El avión simplemente  estaba “graundiao” en Nueva York, sin posibilidades de salir hacia Santo Domingo como se tenía planeado.  Ante la situación  Pascasio Toribio, despachador de turno en el Kennedy  planteó enviar la tripulación al Hotel, mientras el “Yorro” Encargado de Mantenimiento en la Estación,  "hacia de tripa corazón" y todas las  diligencias posibles  para resolver el problema de mantenimiento del aparato.

La información cayó como rayo para todo el mundo, desde los pasajeros  la tripulación, los agentes de tráfico de la estación, quienes debieron coordinar y  acomodar a los pasajeros en los hoteles cercanos al aeropuerto. Las cosas también lucían oscuras para las navidades del Pascasio Toribio, “El Paca”, simplemente estaba “preso” en el aeropuerto,  sin  poder abandonarlo, tenía que permanecer  ahí debido a la situación planteada por los trabajos del “Yorro”, un tremendo mecánico, quien daba ciertas esperanzas de solución al problema del avión. A prima noche, mientras se trataba de resolver con el avión, en el Hotel,  la situación era de tristeza total.  Mientras el  Capitán Núñez y su tripulación trataban celebrar una “noche buena” tronchada por la circunstancias, discretas  lágrimas se hacían presente  en los ojos de profesionales de un quehacer donde las cosas pueden cambiar, dramáticamente,  de un momento  a otro.

Pero como son las cosas de la vida, a las 1:30 a.m. ya del  25 de diciembre, el Yorro, “sacando de abajo”  resolvió el problema del avión y Pascasio quien permanecía en operaciones, se comunicó con el Capitán Núñez,  quien aceptó iniciar el vuelo a Santo Domingo lo antes posible. Los pasajeros fueron recogidos y traídos al aeropuerto y a las 3:00 a.m.  el vuelo despegaba de la pista 31 del Kennedy  rumbo al Aeropuerto Internacional de Las Américas,  donde aterrizó a las 6:00 a.m. sin novedad,  cuando se  asomaba el leve  resplandor de la aurora  mañana de pascuas.

La vida en aviación transcurre bajo una diversidad de circunstancias, sin embargo, resulta más que triste pesaroso, pasar una noche buena en un hotel por una circunstancia de este o de cualquier  tipo, por bueno éste sea,  como la pasó el Capitán Redames  Núñez y su tripulación aquel  24 de diciembre.                  

7 de diciembre de 2015

Pero ¿Y qué del Aeropuerto Internacional Ingeniero Zoilo H. García?


Ing. Zoilo H, Garcia

Transcurrían  los últimos años del siglo XIX, cuando Zoilo Homogéneas Garcia, un dominicano cibaeño de “pura cepa” viajaba París, Francia  enviado allí  por sus padres a completar estudios de ingeniería civil. Sin embargo, estando en la Ciudad de la Luz fue fascinado por el vuelo de artefactos más pesados que el aire que cruzaban los cielos parisinos,  en franco desafío a la ley de la fuerza de la gravedad de Newton. Las noticias del vuelo de los Hermanos Wright, de diciembre del 1903, sorprendió  a Zoilo en  París, donde también  tuvo el privilegio conocer al famoso  aeronauta  brasileño Alberto Santo Dumont, presenciar y conocer sobre sus innovaciones en relación al desarrollo de nueva tecnología de la avión durante  sus inicios .

El regreso de Zoilo Hermogenes García a República  Dominicana,  marcó el inicio de la historia de la aviación dominicana. Y si bien, nuestra cultura  ha sido muy poco propensa recolectar y conservar datos históricos de “calidad” relacionados con la aviación dominicana, existen informaciones confiables  que se refieren al vuelo realizado  por Zoilo Hermogenes García en la Vega, vuelo en el  que, según relatos, el poliplano  diseñado y construirlo Zoilo,  al que incorporó innovaciones que han trascendido,  voló alcanzando una altura de “dos matas de coco”.  Pero más que eso, en el 1912,  Zoilo fundó un Centro de Aviación en la Vega,  siendo este el primer centro instalado en República Dominicana dedicado al fomento de la aviación. Poco después, su carrera aeronáutica fue devastada cuando el poliplano de su invención fue destruido de manera extraña  por un fuego cuando participaba en la feria de aviación de Long Island, New York, feria a la que se le invitó especialmente durante ese año.

Hoy día 07 de diciembre de 2015, el mundo  celebra el día internacional de la aviación civil. Ese día fue instaurado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el 1992 para destacar los aportes de la aviación civil  a la humanidad. “La aviación  es un bien de la humanidad que acerca los pueblos y promueve la cultura”. Pues si bien celebramos el día la aviación, también debemos reflexionar sobre ¿Cuáles han sido los aporte  de  República  Dominicana  a la aviación global, durante sus 100 (cien) años historia?. ¿Cuáles   han sido las instituciones y  las personas de los  grandes aportes y sacrificios?, ¿Dónde están y que hicimos o hemos hecho con esas gentes?. ¿ Qué aeropuerto exhibe el nombre el nombre de una de esas figuras históricas?. Hoy vemos nombres de lideres políticos importantes en las fachadas de varios aeropuertos internacionales del país, existiendo otras terminales a las que no han sido designadas con nombres propios de personas realmente de aviación como fue Zoilo Hermogenes Garcia.

Cuando echamos un ojo al pasado de la aviación civil dominicana, no hay dudas de que el Ing. Zoilo Hermogenes García aparece como el padre  de  nuestra la aviación, como se le reconcoce. Por ello su nombre debe aparecer en un en uno de los principales aeropuertos internacionales de República Dominicana, así como en el fuselaje de un avión grande y moderno de la "Linea Bandera Nacional", cuando la tengamos. El“Aeropuerto Internacional Ing. Zoilo Hermogenes García” debió  aparecer en la documentación aeronáutica del país hace tiempo, para cuando alguien se pregunte o pregunte ¿Quién fue  esa persona?, que se le pueda responder, con orgullo,  diciéndole que fue un aeronauta dominicano que se formó en Francia y que además,  diseñó y construyó el primer avión que voló sobre el territorio de nuestro país,  en el año el 1911, hace más de un siglo. 

        

4 de diciembre de 2015

Los diciembres de Dominicana de Aviación



Si alguien sabía  o  necesitaba ponerse a pruebas en programación de operaciones de vuelo de una empresa aérea, solo tenía que “agarrar” los ocho aviones, incluyendo los DC-6,  de  Dominicana de Aviación y  arreglárselas para  cuadrar los “cuchucientos”  vuelos del  itinerario regular  y los “extras sections”, fruto las ventas del mes de  diciembre de la CDA de mediado de los ochentas,  sin dudas el mejor  tiempo operacional  de la compañía.  Diciembre  era un mes que ponía a prueba a tripulantes demando, azafatas y sobrecargos, a operaciones, mecánicos,  despachadores, agentes de tráfico, equipaje, agentes de  rampa, choferes, carga, comisariato y otras dependencias operacionales de la empresa.

El asunto lo comenzaba Dirección Comercial, donde funcionaban reservaciones y ventas en Santo Domingo, así como en  las diferentes áreas nacionales y del extranjero, principalmente en EE.UU.,  Puerto Rico, Curazao, Caracas. La “maraña” de ruta cubría el Caribe y Sudamérica, Norteamérica alcanzando Canadá y el Oeste,  amén de los vuelos a Europa.  Para entonces  la flota la integraban  el HI-472, El Jumbo, el HI-442 el 707, Puerto Plata, el HI-242,  Duarte,  el HI-312,  Sánchez  el HI-212,  Mella, el HI-452 el  “Jordano” o Enriquillo,  el HI-92 , Padre Bellini y el HI-292 que no recuerdo ahora como se le llamaba.

El programa de  vuelos tentativo de diciembre  llegaba a operciones del AILA a mediado de noviembre, donde “caía” en las manos de Alberto Sharp Pubill, quien con un lápiz en su mano derecha y un  cigarrillo en la izquierda, comenzaba a asignar  aeronaves a diferentes rutas, cuidando maximizar el uso de los equipos y tripulaciones para realizar la "retajila" de vuelos que armaba la dirección comercial de José Jourdain, cuando Dominicana manejaba el 74% del mercado de pasajeros transportado por la vía aérea hacia y desde República Dominicana.

Armar la programación en primera instancia  era un “un flaisito” al pitcher, el problema era colocar los vuelos “extras” de la temporada y además,  agregar los vuelos chárter, teniendo en cuanta los aviones y la disponibilidad de las tripulaciones.  Por lo general los aviones se mantenían  “aeronavegables”  y si había algún problema, ahí estaba Amado Villa con su equipo, de buenos supervisores y mecánicos  en el hangar,  para “swapear” cualquier indicador,  bajar y sustituir cualquier CSD o remover cualquiera de los actuadores de flaps,  sin demoras. El problema era cuando el mantenimiento tomaba más tiempo de lo programado y las tripulaciones simplemente “se vencían”.

El plato fuerte era la estación de CDA del Kennedy de  Nueva York.  A partir del día 10 de diciembre había que estar ahí para observar el desarrollo de la  realidad que allí se daba. Durante ese tiempo   no era raro ver cinco aviones parqueados en los  ”gates”,  desde el 24 hasta el 33 del ala Oeste de esa terminal internacional del JFK. El trabajo era continuo, la filas de pasajeros interminable y el equipaje, el mayor dolor de cabeza de la temporada  debido a que  sobrepasaba cualquier posibilidad. Por ello había que planear vuelos de carga nocturnos, solo para transportar el equipaje rezagado en NYC. Otras veces había que bajar equipaje a Miami, aeropuerto  desde donde era transportado en los DC-6 a Santo Domingo. 

El mes de diciembre siempre fue  la prueba para quienes laborábamos  en operaciones, en las estaciones, mantenimiento  y en la línea de vuelo de la empresa, ocasión que recordamos y que esperamos regrese con la integración de una verdadera línea aérea bandera de la República  Dominicana, que retorne el orgullo de volar  como lo hicieron los dominicanos.       

3 de diciembre de 2015

Don Poppy Bermúdez, también un hombre de la aviación



Así  pasa el tiempo,  hoy 03 de diciembre de 2015 se cumple el primer  año del sentido fallecimiento de Don  José Armando Bermúdez, llamados por sus familiares y allegados  Don Poppy. Con su fallecimiento,  el Cibao y  República  Dominicana perdieron  gran hombre, cuyas actividades de vida alcanzaron  una amplia  gama de  quehaceres que cubrieron desde su participación en la  incipiente industria licorera nacional de décadas pasadas, la banca, la televisión a color,  la educación, el turismo, el altruismo  y,  como todos saben, en  la aviación nacional.

Fue precisamente en la aviación la actividad que tuve la oportunidad de conocer y compartir brevemente algunas inquietudes con Don Poppy, mientras se daban los toques finales a la construcción del Aeropuerto Internacional del Cibao.  El  breve conversatorio giró alrededor de la importancia  determinante  del área de servidumbre del Aeropuerto Internacional del Cibao,  para el futuro operacional de la terminal aérea, cuando todavía el aeropuerto se encontraba en  fase de construcción y había la posibilidad de hacer algunos ajustes, conveniente para el desarrollo futuro del  aeropuerto. 
  
Sin embargo, desde mucho  antes ya Don Poppy se había interesado por  en el mundo de la aviación. Ese interés lo materializó a finales de la  década de los setentas,  cuando  Poppy fundó y operó a Líneas  Dominicanas  Dominair , cuya base operacional estuvo precisamente  en viejo aeropuerto de  Santiago de los Caballeros. En sus inicios la empresa  utilizó la   aeronave matrícula  HI-334, tipo Martin 404, aeronave que luego  sustituyó por dos moderno Havilland Dash 8 de fabricación  canadiense.  Dominair también  utilizó aeronaves tipo L-410 rentadas. Los vuelos a San Juan Puerto Rico partían diariamente, desde  el antiguo aeropuerto de Santiago. Además Dominar  operó vuelos desde Santiago de los Caballeros  a Puerto Principie Haití, así como vuelos chárter.

Don Poppy también tuvo inquietudes por la actividad  turística nacional e internacional,   por lo que siempre  la respaldo en el ámbito del país, pero además, Poppy era fijo participante  en las ferias internacionales de turismo, en especial la Feria Internacional de Turismo de  Europa  (FITUR) en la que  participaba con frecuencia. Por otra parte, J. Armando Bermudez patrocinó con su famoso Ron Bermúdez de exportación  los vuelos de Dominicana de Aviación, ron que nunca hizo falta en los vuelos de CDA y que era muy apreciado por los pasajeros a quienes  brindaba gratuitamente.

Como lo saben, Don Poppy fue también  un hombre de aviación,  siendo su legado más importante en la aviación nacional, su iniciativa, junto a otros prominentes santiaguero, del proyecto y construcción del Aeropuerto Internacional del Cibao, hoy uno de los aeropuertos principales de la República Dominicana. 

En la foto, Don Poppy baja la escaleras del un B-757 en la rampa del Aeropuerto Internacional del Cibao.