Pages

30 de enero de 2020

El GPWS; un simple dispositivo pudo salvar el vuelo de Kobe Bryant

Kobe Bryant,  la desaparecida superestrella del baloncesto de NBA, posa junto al helicóptero Sikorsky S76, en el  que perdió la vida hace 4 días.

Para mí y muchos  ha sido una sorpresa enterarme que el helicóptero  tipo Sikorsky 76B que transportaba a la súper estrella Kobe Bryant, su hija de 13 años y otras 7 personas más, no tenía instalado el *sistema de alarma de proximidad del terreno* GPWS, por sus siglas en inglés. (Ground Proximity Warning Sistem). De haber tenido instalada esa tecnología, las posibilidades de superar la situación que dio al traste con la vida de quienes ocupaban el aparato,  hubieran sido amplias, con una muy alta probabilidad de haber evitado el accidente.  La información  real sobre  la distancia real medida por el GPWS del aparato sobre el terreno hubiera sido la diferencia.  
A pesar de que existieron  otros factores contribuyentes a la ocurrencia del accidente, entre ellos, la pobre evaluación del factor meteorológico en la  ruta planeada de, aproximadamente, 45 minutos, desde el Aeropuerto Intl. John Wayne, localizado al Sur de Los Ángeles  hasta  Casaba, al Noroeste de Los Ángeles.  Sin dudas, un  buen parte meteorológico junto al importantísimo dispositivo sistema GPWS,  pudo conducir al piloto a tomar una decisión diferente como, no continuar con la maniobra de  descenso del aparato, en el área cubierta por una densa  neblina que disminuyó la visibilidad del piloto, o  tener   información exacta  de la escasa distancia del aparato  sobre el terreno, lo que al final provocó  el accidente.
El Ground Proximity Warning Sistem, GPWS, está diseñado para advertir a los pilotos cuando sus aeronaves operando,  en un momento dado, están  en  peligro de impactar con el terreno u otros obstáculos como edificios y otros elementos similares.  El GPWS comenzó a utilizarse en el 1974, atribuyéndose la invención de esta  tecnología a un ingeniero canadiense,  cuyo nombre es Donald Bateman.  La pregunta obligada debe ser: ¿Por qué el helicóptero de Kobe Bryant no tenía instalado  este importante dispositivo?.



14 de enero de 2020

Aeronave se sale de la pista en aeropuerto El Higuero


Vista del avión CRJ-200 sobre  las gramas, los tractores remolcando y el camión de los bomberos del aeropuerto Internacional Dr. Joaquín Balaguer, El Higuero, listos para asistir la aeronave en caso incendio . Foto; créditos El Aviador.

Una aeronave dominicana con la matrícula HI-1033, tipo CRJ 200,  operada por una aerolínea dominicana, excursionó  "se salió"  de la  pista activa (área de maniobras) del aeropuerto Internacional Joaquín Balaguer del Higüero, el pasado sábado 11 de febrero,  debido  a circunstancias desconocidas por el momento.

De acuerdo a informaciones, la aeronave era operada en ese momento por un técnico  en  mantenimiento del  operador de la aeronave, quien en apariencia, perdió el control de la misma,  yendo a parar con todo y  avión,  a  un área verde  "grama" fuera de la pista,  punto desde donde fue remolcada por tractores.

Lo preocupante de estos eventos, es darnos cuenta de las circunstancias en que se verifican los mismos, dando curso a las siguientes cuestionantes.  En primer término, nos preguntamos; ¿Es normal que un mecánico de  aeronave  de este o cualquier otro tipo, encienda y "taxee" un avión, es decir "ruede" el mismo sin la debida vigilancia del regulador?... está calificado y autorizado para ellos?. Es decir... y los inspectores del ramo  del regulador...qué?, ¿Qué hubiera ocurrido si otra aeronave hubiera estado evolucionando en el área?.  ¿Son estas circunstancias normales en un sistema de aviación civil?.

Son   preguntas elementales  que tienen sus  respuestas. Creo que usted mismo la puede darla.  



3 de enero de 2020

Juan TH, como siempre, con toda la razón del mundo

Leer a Juan TH para mi siempre ha sido una prioridad. Sus análisis y juicios siempre están comprometido con las buenas causas y la defensa de una sociedad que como la nuestra, va en  caída libre hacia un precipicio insondable, de donde posiblemente no podremos salir.  En esta nota, Juan TH nueva vez brinda una perspectiva objetiva, señalando, con precisión milimétrica, cual es el rumbo que marca la sociedad dominicana al ritmo del reguetón, el pantalón bajos las nalgas  y la vulgaridad. Que Dios nos agarre confesados.  

  DISOLUCIÓN SOCIAL Por JUAN T H
                                         
No sé hasta dónde los verdaderos dueños del país: empresarios, industriales, comerciantes, creadores de empleos y de riquezas, los que echan el carro del progreso hacia adelante, de un modo o de otro,  han hecho conciencia del derrotero que desde hace 20 años aproximadamente, lleva la sociedad dominicana. No sé hasta dónde  abogados, ingenieros, médicos, maestros, científicos, intelectuales, periodistas, historiadores, comunicadores, políticos, dirigentes de la sociedad civil, están preocupados por lo que está sucediendo en nuestro país en estos momentos.

El 31 de diciembre, esperando el 2020 junto a buena parte de la familia, terminé de comprobar el nivel de disolución de la sociedad dominicana. Y me sentí aterrado. Durante unas dos horas me vi obligado a escuchar a “manberos” y “reggaetoneros”. Sentí que mis oídos explotaban escuchando tantas obscenidades, vulgaridades, estupideces y disparates. No entiendo en qué momento el mal gusto se adueñó de nosotros, cuándo fue que esos “artistas”, con un léxico que no llega a las cien palabras tomaron por asalto la radio, la televisión y las pistas de baile.

Los “éxitos” “artísticos”  que escuché lastimosamente, y que tristemente escuchan y bailan nuestros hijos,  llaman al consumo de drogas, la violencia, el crimen, el narcotráfico, la infidelidad, la desobediencia de hijos hacia los padres, etc. ¡Pura basura!. Me pregunté. ¿Y dónde estaba la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía cuando grabaron esas “canciones”? ¿Si resucitaron a Quirinito por qué no hacen lo mismo con doña Zaida Ginebra viuda Lovarón?

Es como si la sociedad fuera una letrina y los “manberos” y “reggaetoneros” se sentaran a defecar sobre ella sin ningún pudor. Al contrario, se sienten estimulados por los aplausos de un público enajenado, embrutecido y transculturizado, que hace tiempo perdió el sentido crítico y el buen gusto por  el arte y su belleza creativa.

Tanto auge y éxito económico tienen esos “géneros musicales”  que la “prensa especializada” los premia  y  hasta los sigue en las  redes sociales donde tienen millares de seguidores. Cuando escucho las letras de los “artistas de calle”, cuando los oigo “cantar” me pregunto porque no fueron a la escuela y se alfabetizaron, por qué no asistieron a una escuela de canto para aprender a solfear. (Hay una diferencia enorme entre música y bulla, entre melodía y ruido, entre lo bella y lo feo)

Lo que ocurre en ese ámbito artístico, la degradación, el culto a lo feo, al mal gusto, a lo estrafalario y vulgar, es lo que sucede con  la práctica política. Políticos analfabetos, sin escrúpulos, sin escuela, sin formación cultural, sin intelecto, que jamás sufrirán de un derrame cerebral. En el gobierno ocurre lo mismo: funcionarios desafinados, corruptos, robando sin pagar ninguna consecuencia, mintiendo y engañando a la gente. Y nada pasa.

Lo han dicho otros mejor que yo: El daño ético y moral que le ha hecho el PLD al pueblo dominicano es mayor que el daño material. Si aún no sanamos las heridas del autoritarismo y el conservadurismo dejado por la tiranía de Trujillo, a más de 60 años de su asesinato, necesitaremos no sé cuántas décadas para curar las llagas del cáncer con metástasis, que dejarán los gobiernos del PLD.

La disolución social, como instrumento de poder y control político está en marcha hace años. 

Detengámosla. ¡Llegó la hora del cambio!
El país que le dejaremos a nuestros hijos y nietos será una selva, cada vez más inhumana y brutal.