Pages

31 de mayo de 2020

"Tengo una madre en el Cielo"


Doña Eusebia: por siempre y para siempre

 "Tengo una madre y el Cielo"

Tengo una  madre en el Cielo
Que guía todos mis pasos con amor  y con desvelo

Tengo una  madre en el Cielo
Que alumbra todas mis noches con azulosos luceros

Tengo una madre en el Cielo
Que suele rondar mis días, confortando mis senderos

Tengo una madre en el Cielo
Que baja como llovizna rociando mis desconsuelos

Tengo una madre en el Cielo
Que empuja  las frescas brisas y moja las rojas rosas

Tengo una madre en el cielo
A veces asoma en las nubes formándose cual silueta

Tengo una madre en el Cielo
Fuente de amor y ternura que fluye cual  arroyuelo

YO


24 de mayo de 2020

Como lo dije; El avión de PIA tocó la pista con con los motores




Foto de SkyStore, Plane Spotters Pakistán  muestra, claramente, las marcas que la superficie de asfalto dejó en la carcaza de los motores en el primer intento de aterrizaje.

Échele  un vistazo a la carcaza de los motores del avión accidentado mientras intentaba aterrizar, en un segundo intento,  en el Aeropuerto Internacional de  Karachi, Pakistán.  Fíjese en  estado de la parte inferior del caolín de ambos motores  del  A-320 que intento aterrizar, pero que termino accidentado, con la pérdida de muchas vidas.


Marca dejada por uno de los motores del A320 de Pakistan Intl. Airlines sobre  pista del Aeropuerto de Karachi.


Lo dije, pero lo que dije sigue teniendo carácter de certeza. La tripulación intentó  un aterrizaje con el tren de aterrizaje replegado. De acuerdo a lo que se ha informado, parece que la pista tiene las marcas de los motores en su superficie. Ese guayazo molesto muchos sistemas del aparato lo que pudo haber  dañado la transmisión de datos como el de alarmas  aurales sobre la situación  del tren. 

Quiero reiterarles la situacion de una cabina estresada. Lo viví  tanto desde mis posiciones en la torre de control y otras dependencias de los servicios de tránsito  aéreo, en torre, en aproximación y área radar y manual ambas. En las cabinas de  vuelo también  me tuve tirar dos motores apagados por errores de las tripulaciones de mando  y descender de 33,000 pies a 7000  pies en el Atlántico Norte. Es el factor humano impredecible y traicionero, pero sobre todo estresante. 

Parece que la tripulación, después de olvidar el tren replegado, tuvieron la posibilidad de informarlos de manera  clara,  comunicando lo que pasó y que ellos sabían  perfectamente.  No lo hicieron. De haberlo hecho, quizás hubieran salvado mas vidas inocentes.       FACTOR HUMANO: IMPREVISIBLE