Área donde cayó el B-757-225 de Bergin Air que operaba el vuelo ALW-301 de Alas Nacionales la noche del 06 de febrero del 1996, hace 21 años. Los restos de las mayoría de las victimas y del avión descansan en el fondo del mar a una profundidad de 7,200 pies, más de dos kilómetro de profundidad, a 12 millas al Noreste del Aeropuerto Gregorio Luperón de Puerto Plata.
La noche del marte 06 de febrero del 1996, hace 21 años, ha sido la noche más
fatídica en la historia de la aviación civil de la República Dominicana. Esa noche, aproximadamente, a las
11:47, se precipitaba al mar el vuelo
Alas Dominicana 301, un B-757-225, matando a sus 189 ocupantes. El
vuelo había despegado de la pista 08 del
Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón de Puerto Plata, volando, apenas, 5
breves minutos, antes cayendo al mar frente a la playa de Cabarete, Puerto Plata,
aproximadamente, 12 kilómetros el Noreste del aeropuerto, donde descansan sus
restos a una profundidad de 7,200 metros.
De acuerdo al informe final de la
Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación,
CIAA, de República Dominicana y del National Transportation Safety Board, NTSB,
por sus siglas en inglés, de Los Estados
Unidos, la secuencia de eventos que terminaron con la ocurrencia del accidente,
iniciaron durante la carrera de despegue
del avión, cuando comenzaron a presentarse de datos erróneos en los indicadores de
velocidad del aparato. Todo debido a problemas de obstrucción de los tubos pitot
del avión y un manejo erróneo del
problema por parte de la tripulación del vuelo.
Sin embargo, lo que pretendo es hacer un relato de lo vivido durante la mañana del 07 de febrero de 1996 en el
Centro de Control de vuelo del Aeropuerto Internacional de Las Américas, así
como plantear mi preocupación relacionada con la posibilidad de asistencia a la tripulación, si el servicio de
vigilancia radar estuviera activado durante el período en que ocurrió del terrible
accidente, intervalo de tiempo durante el cual, no se prestaba el servicio de
vigilancia radar, debido a limitaciones de
personal habilitado para brindarlo . La restricción del servicio estaba publicada en el
AIP de República Dominicana.
El día miércoles 07 de febrero, en la mañana, me presenté bien
temprano al Centro de Control en del Aeropuerto Internacional de Las Américas.
En ese momento se buscaba la autorización para reproducir la grabación radar del vuelo desde que el aparato fue
detectado por el sistema, poco después de despegar de la pista 08. Mientras
esto ocurría en el Centro de Control, en la escena del accidente se comenzaban
a recuperar los primeros cuerpos, actividad que se difundían de manera cruda
por los medios noticiosos. En esos primeros momentos de la mañana, naves de la Fuerza Aérea Dominicana, FAD y de la Marina de Guerra M. de G. y del US Coast
Guard de USA ya habían comenzado sus
labores de búsqueda y rescate en horas de la noche, poco después del accidente.
Aunque al vuelo no se le brindó
servicio radar. Dichos servicios se brindaban solo, desde la 11:00 UTC, 7:00
a.m. local, hasta la 23:00 UTC, 7:00 p.m.
local... Los sensores de los sistemas “radar primario” de Puerto Plata y “secundario” de Las Américas “detectaban” las aeronaves tan pronto los
aviones alcanzaran cierta altura en el área circundante del Puerto Plata. Por
ello sabíamos, a ciencia cierta, que la información radar sobre la evolución del vuelo se encontraba en el archivo
grabado del sistema radar. Entonces La tarea urgente en el
Centro de Control esa mañana era extraer
y reproducir la información de la “data
radar” el vuelo ALW- 301 de Bigenair.
La urgente tarea en relación al
proceso de extracción de los datos radar del vuelo ALW-301 estaba reservada a
los técnicos de informática radar. Esa mañana la labor la realizaría a cargo de
los Ingenieros Arturo Balaguer, el Ingeniero Figueroa asistido por el Ingeniero Leonardo Colon
Pujols. Mientras “los muchachos” trabajaban, en el proceso informático, quienes estábamos en el Centro esperábamos impacientes la reproducción del video de la data radar en una de las pantallas
del Centro de Control.
Poco después de la 9:00 a.m., la traza de la reproducción de la grabación del
vuelo apareció, indicando una altitud de
4,200 pies y velocidad aproximada de 220
nudos con código radar 2000. Mientras eso ocurría, un pesado silencio se apoderó del momento, nos
miramos uno con otros y nos concentramos
en la secuencias de los barridos de la
antena que permitía observar el recorrido de la traza radar del B-757, hasta
que estas trazas desaparecieron, cuando
el reloj del radar en la reproducción marcaba, aproximadamente, las 03:47 UTC, 11.47
de la noche, en Rep. Dominicana.
Lo que siempre me he preguntado
desde entonces, por todos estos años, es; ¿Cuál
habría sido la suerte del vuelo ALW-301, si esa noche se le hubiera estado
brindando servicio radar, de forma que
pudiera brindar a la tripulación información
en relación a la velocidad del B-757-225?.
1 comentario:
La presunta aparición de una avispa alojada en uno de los tubos pitot habría sido la causal de esta tragedia aérea.
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