El
"Jordano" pintado con los colores de CDA. Foto: Airlines.Net
Sin duda,
una de las aeronaves más mencionadas inmediatamente después del cierre de la
Compañía Dominicana de Aviación (CDA), fue
el HI-452CT, el “Jordano”. El avión se tomó como cuerpo de delito para enviar a la Cárcel Preventiva del Ensanches La Fe a uno de los administradores más productivos de CDA, junto a un funcionario de la entonces Corporación de Empresas Estatales, CORDE. Allí fui a visitar el ex administrador de CDA, mientras que otras personas relacionadas con la administración de entonces, optaron por salir del país, poco
después del cambio de gobierno de mediado de año de 1986.
La aeronave
había sido comprada a la empresa
Royal Jordania Airlines, ALIA, propiedad del Estado Jordano en el mes de diciembre del
1984. Royal Jordania Airlines lo había operado desde que lo adquirió, hacia 10 años con la matrícula
jordana JY-ADV, junto a otras tres aeronaves con las mismas especificaciones técnicas. El jordano aterrizó por primera vez en República
Dominicana el 21 de diciembre del 1984 como el vuelo DOA-303, procedente de Miami, plena temporada alta, con el Capitán Fernández como comandante. Para entonces la aeronave exhibía
los colores de Royal Jordania y la matrícula del Estado Jordano. Esa
tarde, el jordano continuó a San Juan Puerto Rico como vuelo DOA-603.
Así lucia "El Jordano" cuando aterrizó por primera vez en Santo Domingo. Foto: Airlines net.
Así lucia "El Jordano" cuando aterrizó por primera vez en Santo Domingo. Foto: Airlines net.
Luego de
las formalidades de la ley de aviación civil del país, al jordano se le
asignó la matrícula dominicana HI-452CT, se le pintó con los colores de la línea aérea bandera nacional, trabajo que realizó el equipo
de pintores del hangar que una vez perteneció a la empresa en el AILA. Entonces al avión se le bautizó como "Enriquillo". A
finales del 1985, el taller de mantenimiento de CDA le realizó un trabajo de mantenimiento mayor,
con atención especial en lo estructural, dejando el avión “nítido”. Sin embargo,
nadie se imaginaba que la presencia del “jordano” en la línea de
vuelo de CDA iba a ser tan corta.
Ya a finales del 1985 y principio
del 1986 se comenzaban a sentir los albores de una de una incipiente
crisis económica en Dominicana de
Aviación. Sin embargo, sus efectos no se mostraban de manera tan evidente, pero
el problema se podía notar en asuntos como los fallos en la línea de crédito de
los combustibles y del “catering” en algunas estaciones. En estaciones como
Nueva York, la compra al “cash” del combustible y el catering de los
aviones avizoraban la situación que se aproximaba. El suplidor de combustible BP Petrolium de Texas y el catering de Ariston cobraban sus servicios por adelantado.
En lo personal, como otros despachadores, me tocó
llevar importantes sumas de dinero efectivo hasta la estación de bombeo
de combustible Inwood Queens N.Y. para abastecer los aviones, mientras que Adel, la supervisora de Ariston habia que pagarle antes de brindar el servicio. El tema económico ya había llevado a la administración de CDA a tomar un préstamo con “el
Jordano” como garantía, lo que finalmente selló la suerte del avión.
La debacle
llegó de manera definitiva con la gestión la encabezó el Ing. Manuel
Alsina Puello a partir de mediado del 1986, siendo la característica fundamental de su administración,
su poco interés en implementar medidas efectivas para revertir la crisis
económica de la Compañía Dominicana de Aviación. Esa actitud de la administración provocó que el HI-452, el jordano, fuera
incautado en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, el día 15 de mayo del
1987 a las 11 de la mañana, después de estacionarse y desembarcar los 143
pasajeros del vuelo DOA-904 de ese día en el “hard stand” 66, frente al
ala Oeste del Internacional Airport Bilding (IAB) del Kennedy.
Esa mañana, después de comunicarme con las autoridades de la empresa en Santo Domingo, e informarle sobre la posibilidad de una prorroga para la ejecución de la incautación del avión, se me ordenó que se entregara el avión, no había interés por el avión. Entonces procedí de bajar del avión los materiales como manuales de CDA y equipo de galley, y luego vi el avión por última vez, cuando lo remolcaban por detrás de la Terminal de Pan American del Kennedy.
Esa mañana, después de comunicarme con las autoridades de la empresa en Santo Domingo, e informarle sobre la posibilidad de una prorroga para la ejecución de la incautación del avión, se me ordenó que se entregara el avión, no había interés por el avión. Entonces procedí de bajar del avión los materiales como manuales de CDA y equipo de galley, y luego vi el avión por última vez, cuando lo remolcaban por detrás de la Terminal de Pan American del Kennedy.
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