Recorriendo el inmenso tesoro del recuerdo fotográfico, me encontré con una serie de exposiciones en la que brillan los rostros que uno siempre ha tenido en su mente y corazón. Esta composición fotográfica encontrada, no es la excepción. En ella aparecen tres personas muy mías y parte del entorno familiar eterno, de aquellos quienes siempre han estado presenten, no importando las circunstancias que se trate, son la familia o bien, gentes que tan cercanos que merecen ese título .
Son tre tres rostros. En medio de los dos Diógenes, mi hermano Diógenes, radicado en New York. A su diestra, Bismar, un entrañable amigo, siempre presenta, no importando la circunstancias y a la izquierda de Diógenes, Andres Garcia.
Son gentes buenas de bien, siempre dispuestos, siendo parte de un conglomerado familiar y de amistad de décadas, durante las cuales, los lazos que nos han unidos han estado ahí, como el primer dia, siempre con la frescura de la eterna primavera eterna.
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