La foto y una
nota periodística del EL AVIADOR, nos da a conocer un accidente ocurrido ayer, sábado 24 de febrero, en el
Aeropuerto Internacional Doctor Joaquín Balaguer, del Higüero. De acuerdo a lo
informado por el AVIADOR y lo que se
puede apreciar en la foto, el evento aconteció cuando el aparato aterrizaba, después de hacer algunos pases sobre la torre, para que el controlador chequeara su tren e informara al la tripulación la situación del mismo. La aeronave, un PA34 operada por la Armada de la República Dominicana, ARD, sufrió un colapso de su tren de nariz,
mientras aterrizaba, quedando inhabilitada sobre el pavimento de la misma.
De acuerdo a
la nota, el tren colapsó inmediatamente después
del avión tocar la pista con su tren principal, cuando el tren de nariz hizo lo propio, tocando el pavimento, por lo que se deduce que
el tren no estaba correctamente asegurado. Como dice la nota, los tripulantes resultaron
ileso, lo que es una buena noticia.
Aeronave tipo PA-34 de la ARD, su tren no estaba abajo y correctamente desplegado. Los resultados están a la vista. El controlador de torre hizo su trabajo, lo felicito.
En caso
como este, cuando se la tripulación realiza pases bajos sobre la torre de control, para que el controlador le informe sobre la situación
del tren, resulta muy comprometedor informarle que el tren está
correctamente desplegado. Por ello, existe una fraseología utilizada para salvar
la información y el compromiso del controlador. Esta es la palabra "aparentemente".
Entonces, cuando la tripulación solicita le informen la situación del tren y el
controlador le parece a la vista, que
todo está correcto, se recurre a
informar al piloto, "aparentemente o en apariencia, su tren está desplegado" o bien, su tren no esta desplegado, si así lo nota.
En una oportunidad, un Lockheed Constellation
L-749 de Quisqueyana de Aviación me hacia esa misma solicitud. El problema fue
que el Capitán Eugenio de Marchena, "El Padre" pasó el aparato, tan cerca de torre Las Américas, disque para
yo viera mejor, que dio me dio un gran susto y casi me tiro al piso y todavía, de vez en cuando, oigo el "endiablao" ruido de los 72 cilindros
de sus cuatro motores, cuando el aparato pasó no
tan lejo de la torre.
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