¡Que bendición!. Con su gesto tradicional de caballero, el Capitán Alfredo Hernández aparece en el Satélite del Aeropuerto Internacional Las Américas, precisamente el aeropuerto de donde tanto despegó y aterrizó. Foto: créditos wad
Era una noche que tocaba la
madrugada, el cielo estaba tan claro que se podían divisar, a los lejos, las brillantes
estrellas en la línea del horizonte. Estábamos a mitad de camino entre Nueva
York y Santo Domingo. La cabina estaba bien relajada y el
HI-212, un noble B-727-100 que “dió su vida” por la causa de la Compañía Dominicana de Aviación, "volaba como una seda” nivelado a 33,000 pies, establecido en la aerovía A-554, en el área de
la posición “Bours” con un rumbo casi Sur franco.
Mientras el capitán el copiloto monitoreaban continuamente
el sistema de navegación “Omega”, así como los
indicadores de los tres motores del aparato, el ingeniero de
vuelo se mantenía atento a los temas de cantidad de combustible
remanente, pero entre veces, utilizando su mano izquierda, ajustaba las tres palancas de los aceleradores de los motores, de forma que estos marcaran indicaciones
equilibradas. A los ingenieros de vuelo les gusta mantener los motores “bien trimiao”.
Hasta ese momento aquella noche
experimentábamos uno de los vuelos más tranquilo que había conocido. Sin embargo, como “el enemigo nunca duerme en su casa”, en un momento dado, llegó el impacto de un fuerte golpe que zarandeo el avión. A partir de entonces el movimiento turbulento del avión se volvió brusco. Habíamos golpeado algo que jamás apareció en el radar doppler del avión.
En un instante la cabina se iluminó cambiando de color, los cristales se tornaron
rojizos por la presencia de hileras de un intenso “fuego de San termo” que
cubrió los paneles de las ventanillas del Capitán y el Copiloto como largas patas de arañas.
El Capitán Alfredo Hernández participó como disertante en la "Primera Jornada por los Servicios de Tránsito Aéreo" con el tema; "Situación de la Aviación Civil Nacional". El evento de montó a principio de los noventa. Su presentación en evento fue magistral. Esa actividad fue el punto de partida para el logro de lo que es el sistema técnico de aviación civil de R.D. en la actualidad. En la ocasión compartimos el podium junto a otro expositor de la FAA de USA.
En fracciones de segundos, el avión estaba en medio de una de las turbulencias más fuertes que, por lo menos, yo había experimentado. “El piloto automático se desenganchó”. Sin embargo, en los asientos izquierdos y derecho de la cabina había dos “zorros del aire”. El capitán era Sebastián Segura Alcántara "el capitán extremo" y el Copiloto era el Alfredo Hernández, quienes manejaron y controlaron la situación sin ningún problema, sujetando el “toro salvaje” en que se había convertido el avión, retornándolo al ambiente de un cabina en situación de vuelo normal.
El Capitán Alfredo Hernández participó como disertante en la "Primera Jornada por los Servicios de Tránsito Aéreo" con el tema; "Situación de la Aviación Civil Nacional". El evento de montó a principio de los noventa. Su presentación en evento fue magistral. Esa actividad fue el punto de partida para el logro de lo que es el sistema técnico de aviación civil de R.D. en la actualidad. En la ocasión compartimos el podium junto a otro expositor de la FAA de USA.
En fracciones de segundos, el avión estaba en medio de una de las turbulencias más fuertes que, por lo menos, yo había experimentado. “El piloto automático se desenganchó”. Sin embargo, en los asientos izquierdos y derecho de la cabina había dos “zorros del aire”. El capitán era Sebastián Segura Alcántara "el capitán extremo" y el Copiloto era el Alfredo Hernández, quienes manejaron y controlaron la situación sin ningún problema, sujetando el “toro salvaje” en que se había convertido el avión, retornándolo al ambiente de un cabina en situación de vuelo normal.
Hago esta anécdota para destacar la profesionalidad y temple del caballero que aparece en la foto, el Capitán Alfredo Hernández quien me
honra con una amistad que ha perdurado en el tiempo, tanto en vuelo y en tierra. Lo conocí como capitán en la linea de vuelo de las aeronaves DC-6 de CDA, y continuamos juntos durante los intricados itinerarios de Puerto
Plata.
Alfredo Hernández ha sido un Capitán que se ha mantenido en la “línea de la aviación” mucho más allá que otros, brindando su experiencia a las nuevas generaciones, las que espero hayan y sigan aprovechando el caudal de conocimientos y experiencia que tiene este hombre, mi amigo. Alfredo acumula miles de horas de vuelo y toda un vida dedicada a la aviación. Como se nota, el Capitán Alfredo Hermández se mantiene activo en la aviación civil. Como puede verse.., como él... pocos.
Alfredo Hernández ha sido un Capitán que se ha mantenido en la “línea de la aviación” mucho más allá que otros, brindando su experiencia a las nuevas generaciones, las que espero hayan y sigan aprovechando el caudal de conocimientos y experiencia que tiene este hombre, mi amigo. Alfredo acumula miles de horas de vuelo y toda un vida dedicada a la aviación. Como se nota, el Capitán Alfredo Hermández se mantiene activo en la aviación civil. Como puede verse.., como él... pocos.
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