Aprendiendo con la vista: El avión se desplaza
tranquilamente bajo condiciones VFR, pero un poco más adelante, las nubes….
Cuando me facilitaron el pensum de
materias en ocasión de “meterme” a los estudios
de los temas de aviación, vi de inmediato que en la lista había una de
ellas que se llamaba “meteorología aeronáutica”.
No hice mucho caso a eso de meteorología,
pues “a lo que entré” solo tenía que ver con los aviones. Por eso me llamaban más la atención
materias “resonantes al oído aeronáutico” como navegación aérea de Don Roberto Acevedo, aerodinámica
y aeronavegabilidad del profesor Santiago Alonzo, los servicios de tránsito aéreo, de Haroldo Sanción, operaciones de vuelo,
de Julín Mención entre otras. Ese era mi criterio de ignorante aeronáutico, hasta que en una
buena mañana se presentó al aula el profesor y
maestro, Don Luis Rodríguez o “Kakí” como solían llamarle sus amigos y
compañeros de trabajo. Fue así como después de un tiempo tuve que aprender algo de ella y luego ya estaba
haciendo “observaciones meteorológicas”, “midiendo el techo” hablando de “cumulus
nimbus” y hablando de “cierre de aeropuerto por baja visibilidad”.
Luego, cuando viajé a México D.F., junto a un grupo de compañeros, nos
encontramos con el “Mayor Zelaya”, profesor meritísimo de meteorología aeronáutica, quien a pesar de llamarle “El güero” al sol,
era uno de los expertos más experimentados en meteorología aeronáutica en todo México, profesor con quien debimos emplearnos a fondo para pronosticar
lo que tendríamos al otro día, a partir de algunos datos sobre el estado del
tiempo que él nos suministraba, para que realizáramos los pronósticos del tiempo, y así poder
pasarle la materia. En realidad fueron bastantes las cantidad de horas que hubo
que pasar el las materias relacionadas con la meteorología.
Mi intención con estos cortos
relatos del pasado, no es otro que llamar la atención en relación al impacto
que parece estar teniendo el factor meteorológico en los accidentes que están costando
valiosas vidas en el ámbito de la actividad aeronáutica nacional durante los últimos meses. A pesar de que algunos dicen que “se soltó la bruja”, ese no es el caso,
el caso es otro y es que, en mi humilde
punto de vista, parece que las materias relacionadas con la meteorología aeronáutica y
las informaciones relativas al tiempo meteorológico, deben ser más ponderados
por nuestros pilotos, quienes, de acuerdo al tipo de operaciones que realizan, son
los responsables de evaluar las condiciones del tiempo en el punto de origen de
operación, en la ruta y destino de sus
vuelos, como forma de estar seguro de que podrán completar su operación bajo la
regla de vuelo visual, regla de
vuelo preponderante en las operaciones aéreas dentro del territorio de la República
Dominicana.
A pesar de que las
investigaciones de la Comision de Investigación
de Accidentes de Aviación, CIAA, perteneciente a la Junta de Aviación Civil, JAC, no ha concluido sus investigaciones y
rendido sus informes finales, los últimos accidentes que han ocurrido en el país han sucedido en ambientes meteorológicos adversos, predominados por la influencia de mal tiempo,
ocasionado por las vaguadas y los frentes fríos que han afectado la Zona Norte
de la isla, hace buen tiempo. Comenzando
con el accidente del LAKE250, desaparecido en las inmediaciones
de Puerto Plata el pasado 17 de
octubre, con tres personas a bordo, el
accidente del helicóptero desaparecido
el pasado 27 de noviembre cerca de Misibon, Higuey con la desaparición de
sus dos ocupantes y el accidente del HI-807 ocurrido cerca de Valle Nuevo
Constanza, el pasado 04 de
diciembre, en que perdió la vida el
conocido cirujano y piloto Héctor Herran, todos relacionados, en apariencia, con las
condiciones de mal tiempo.
A pesar de que es total responsabilidad de los pilotos cerciorarse y
evaluar las condiciones meteorológicas prevalecientes que pudieran afectar sus vuelos visuales, no está demás que en el sistema
se asuman algunas iniciativas encaminadas
a prevenir la ocurrencia de este tipo de eventos. En ese sentido, entendiendo
que el eje fundamental de la
iniciativa para evitar los accidentes de este tipo debe ser la educación meteorológica recurrente entre
los pilotos y las personas que operan
vuelos bajo la regla de vuelo visual, “VFR” en el ámbito de la República Dominicana.
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