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4 de diciembre de 2016

Amenazas a la controladora del evento de Cerro Gordo; algo sin sentido



Aeropuerto Jose Maria Cordova, destino final del BAE146 del vuelo LMI2933 de LaMia 

A propósito de las amenazas contra la controladora actuante en el evento de Cerro Gordo, Medellín  y de la acertada opinión del Capitán piloto Juan Rivera en relación a la  actuación de la profesional, durante la ocurrencia del  accidente del BAE146 en Cerro Gorgo Medellín el pasado día 28 de noviembre,  es poco lo que  se tiene  que decir en relación al trabajo de esa dama,  en un evento que estará y resonará  en su mente por mucho tiempo como es normal cuando se es un  verdadero controlador aéreo.  Todo a propósito de la comunicación publicada por Yaneth Molina, controladora radar actuante durante el accidente del vuelo LaMia LMI 2399. En su carta, la controladora  manifiesta que ha estado recibiendo  amenazas anónimas, simplemente por haber estado a cargo del servicio  de control radar en el momento de la ocurrencia del  accidente.

Como se puede escuchar en la grabación filtrada por la prensa colombiana, entre la tripulación del vuelo y la controladora, el trabajo de la profesional del control de tránsito aéreo fue hacer todo lo posible  para salvar un vuelo  que, en apariencia, estaba condenado desde mucho antes de llegar a las inmediaciones de Medellín, y estaba condenado, precisamente por la actuación poco profesional  de quienes realizaron el despacho del vuelo, quienes lo permitieron antes de la salida  y la tripulación de mando  del BAE146,  proceso que comenzó,  casi 3,000 kilómetros al Sur de donde cayó el avión.

Sin embargo,  estas  amenazas nos trae a la memoria la herrada actuación de  un arquitecto ruso, doliente   de tres  de las víctimas del accidente del Lago Constanza, ocurrido el 01 de julio del 2002. Dos años después del accidente, en el 2004, el arquitecto apuñaló  y mató al controlador radar actuante por entender que éste controlador fue  el culpable de la muerte de su esposa y sus dos  hijos. El accidente fue el resultado del choque, en pleno vuelo, de un Tupolev 154 que realizaba el vuelo 2937 de la aerolínea Bashkiriam, y el vuelo 611 de DHL, un B-757 carguero. El evento ocurrió en la frontera entre Alemania y Suiza.  De acuerdo al informe final, el accidente se produjo como resultado  de una serie de fallas del sistema técnico y administrativo de SkyGuide, empresa  a cargo de los de control de tránsito aéreo en el espacio aéreo donde tuvo  lugar el accidente.

Uno de  los errores de los controladores aéreos es no haber logrado difundir y concienciar el tipo de labor que realizan.  Por lo general,  aspectos que tienen ver con lo reducido de la población profesional en la actividad, lo poco accesibles  de las dependencias y lo reducido del trabajo de las organizaciones que tienen que ver con la actividad para difundirla han mermado el conocimiento del trabajo de los controladores aéreos.  

En lo absoluto entendemos que pueda ocurrirle  nada a la colega Yaneth Molina, sobre todo después que se ha hecho público su trabajo durante los momentos crítico del evento de Cerro Gordo.  Por todo,  vaya nuestra solidaridad para la Controladora Yaneth Molina, cuya actuación estuvo totalmente encaminada a tratar de salvar las vidas de los  71 ocupantes del BAE-146, exactamente la misma cantidad de personas (71) que murieron en el accidente aéreo de Lago Constanza, hace 14 años.      



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