Aeropuerto Jose Maria Cordova, destino final del BAE146 del vuelo LMI2933 de LaMia
A propósito de las amenazas contra
la controladora actuante en el evento de Cerro Gordo, Medellín y de la
acertada opinión del Capitán piloto Juan Rivera en relación a la actuación de la profesional, durante la ocurrencia del accidente del BAE146 en Cerro Gorgo Medellín el
pasado día 28 de noviembre, es poco lo
que se tiene que decir en relación al trabajo de esa dama, en un evento que estará y resonará en su mente por mucho tiempo como es normal
cuando se es un verdadero controlador
aéreo. Todo a propósito de la
comunicación publicada por Yaneth Molina, controladora radar actuante durante
el accidente del vuelo LaMia LMI 2399. En su carta, la controladora manifiesta que ha estado recibiendo amenazas anónimas, simplemente por haber
estado a cargo del servicio de control
radar en el momento de la ocurrencia del accidente.
Como se puede escuchar en la grabación
filtrada por la prensa colombiana, entre la tripulación del vuelo y la
controladora, el trabajo de la profesional del control de tránsito aéreo fue hacer
todo lo posible para salvar un vuelo que, en apariencia, estaba condenado desde
mucho antes de llegar a las inmediaciones de Medellín, y estaba condenado, precisamente
por la actuación poco profesional de
quienes realizaron el despacho del vuelo, quienes lo permitieron antes de la
salida y la tripulación de mando del BAE146, proceso que comenzó, casi 3,000 kilómetros al Sur de donde cayó el avión.
Sin embargo, estas amenazas nos trae a la memoria la herrada actuación
de un arquitecto ruso, doliente de tres
de las víctimas del accidente del Lago
Constanza, ocurrido el 01 de julio del 2002. Dos años después del accidente, en
el 2004, el arquitecto apuñaló y mató al
controlador radar actuante por entender que éste controlador fue el culpable de la muerte de su esposa y sus
dos hijos. El accidente fue el resultado
del choque, en pleno vuelo, de un Tupolev 154 que realizaba el vuelo
2937 de la aerolínea Bashkiriam, y el vuelo 611 de DHL, un B-757 carguero. El
evento ocurrió en la frontera entre Alemania y Suiza. De acuerdo al informe final, el accidente se
produjo como resultado de una serie de
fallas del sistema técnico y administrativo de SkyGuide, empresa a cargo de los de control de tránsito aéreo en
el espacio aéreo donde tuvo lugar el
accidente.
Uno de los errores de los controladores aéreos es no
haber logrado difundir y concienciar el tipo de labor que realizan. Por lo general, aspectos que tienen ver con lo reducido de la población
profesional en la actividad, lo poco accesibles de las dependencias y lo reducido del trabajo
de las organizaciones que tienen que ver con la actividad para difundirla han
mermado el conocimiento del trabajo de los controladores aéreos.
En lo absoluto entendemos que
pueda ocurrirle nada a la colega Yaneth Molina, sobre todo después
que se ha hecho público su trabajo durante los momentos crítico del evento de
Cerro Gordo. Por todo, vaya nuestra solidaridad para la Controladora
Yaneth Molina, cuya actuación estuvo totalmente encaminada a tratar de salvar
las vidas de los 71 ocupantes del
BAE-146, exactamente la misma cantidad de personas (71) que murieron en el
accidente aéreo de Lago Constanza, hace 14 años.
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