Si mal no recuerdo, un viernes de
finales de octubre del 1983, a primeras horas de la tarde, despegamos en un vuelo de la Compañía Dominicana de Aviación (CDA),desde el
Aeropuerto Internacional Las Américas, rumbo al Aeropuerto Internacional de Tocumen,
Panamá. Para entonces la empresa iniciaba a realizar vuelos a Panamá y Colombia, operando dos vuelos semanales desde Santo Domingo, cubriendo la ruta a Ciudad Panamá
desde donde proseguía al aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla, Colombia
y desde allí retornando a Santo Domingo. El vuelo de aquella tarde era comandado
por el Capitán Eddy Francisco Tineo y yo iba a bordo en función de mi trabajo como
el de despachador del vuelo a esos destinos que se iniciaban.
En medio de aquel vuelo, cuando avión
pasaba cerca de la posición llamada “Aguja”, salí de la cabina del mando y noté
que en el asiento 1A del aparato estaba ocupado una persona a quien conocía y
que saludé, y sin yo preguntárselo, me comunicó <<voy a Panamá a
realizar una operación en un banco en el que tengo “una cuentecita”>>. Por
supuesto, no le hice preguntas sobre el particular y aunque no conocía transcendencia
de Panamá en el asunto del manejo de ese tipo de “servicio” bancario “offshore”,
para entonces, si se me quedó en la cabeza el asunto.
A propósito de aquel encuentro, ahora
sucede que Panamá se ha puesto de moda
con la filtración de 11.5 millones de documentos, situación que ha dejado al descubierto
la participación de figuras locales, regionales y mundiales del campo político, empresarial
y otros ámbitos del quehacer, quienes mantienen cuentas bancarias “offshore” en Panamá,
muchas de ellas supuestamente, engrosadas con dinero “opacos”. Entre las cuentas offshore, unos cientos de ellas se han identificado como pertenecientes a dominicanos y dominicanas.
Ahí está la “vaina” como decimos.
Entre los locales que “suenan”, nadie se ha negado, que yo sepa, y a pesar de que aquí
“ná e ná”, nadie quiere que sus “asuntos" escritos en los Papeles de Panamá salgan a la luz pública y que las gentes lo “murmure por atrás”, y peor aun, que de repente su
figura, de repente, salga en un reportaje de televisión, eso sí que seria una verdadera
desgracia, sobre todo, cuando los ingresos no se compadecen con “los montos offshore”. “En República Dominicana es más cómodo y conveniente,
aparentar se serio que serlo”.
Bueno, el vuelo de referencia descendió, sobrevoló
Ciudad Panamá y recaló sobre la Isla Taboga en la costa del Océano Pacifico, sobre la cual viró para dirigirse
a final de la pista 03 y aterrizar en Tocumen. Sobre el “amigo de
la cuenta “offshore” de aquel vuelo, le diré que se marchó del país hace años. La última
información que tuve sobre "el amigo" fue que estaba cumpliendo una pena de 15 años en
una cárcel federal localizada en un país del Norte, donde fue a parar por su gran amor al “mercurio”. En muchas
naciones del mundo “se está obligado a ser serio, aunque usted no lo aparente”.
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