Foto jamás vista en situación semejante, un secuestrador de un vuelo, en este caso de EgiptAir, posando con un pasajero de los secuestrados. Foto: cortesía del periódico Daily Mail
Contrario a lo acontecido a los
55 pasajeros y los 7 tripulantes a bordo del vuelo FZ-981 de FlyDubais, quienes perdieron sus vidas cuando el avión,
un B-737-800, se estrelló intentando aterrizar en el aeropuerto de Rostov del Don del Sur de Rusia, en medio de un mal tiempo,
los también 55 más 7 tripulantes ocupantes del vuelo MS-181 de EgiptAir un
A-320-200, secuestrado por un pasajero que amenazó con detonar un falso
cinturón de explosivos que llevaba
ceñido a su cuerpo, sobrevivieron cuando el secuestrador Seif Eldin Mustafá
terminó entregándose a las autoridades del
aeropuerto chipriotas Larnaca, poniendo
fin a dos riesgosos vuelos que coincidieron tanto en la cantidad de personas a bordo, 62, como en los últimos números de los vuelos, 81, más no así en sus suertes al final.
El vuelo MS-181 comandado por el
Capitán Omar Jamal cubría la ruta entre Alejandría y El Cairo, siendo
secuestrado en pleno vuelo. En principio
el secuestrador exigió que el avión se dirigiera a Turquía, sin embargo el
capitán logró convencer al hombre, calificado de inestable psicológicamente, de ir a
Chipre, cuando el capitán de la aeronave le informó sobre la necesidad de
reabastecer el avión de combustible. Una
vez aterrizado en Chipre, se iniciaron conversaciones con el secuestrador,
quien asedió a liberar las mujeres, los niños y finalmente permitió la salida
de todos los ocupantes del avión, permaneciendo a bordo el aparato solo a la
tripulación.
Pero una de las cosas que más ha
llamado la atención en este evento, ha sido la toma fotográfica en la que el secuestrador
aparece con su “cinturón de explosivo”, posando junto a un pasajero que
solicitó la toma fotográfica muy poco
común en estos casos, situación nunca antes vista en un ambiente de secuestro de una aeronave.
En la foto pasajero, que posa con el secuestrador y pesar de las
circunstancias, se muestra bastante tranquilo y hasta con una sonrisa
aparentemente obligada. Mientras el secuestrador, con chamarra abierta, muestra
el “dispositivo explosivo” al que añadió un "alambraje" que se nota en la cintura del secuestrador.
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