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3 de noviembre de 2015

“La última bachata en Paris”



Lo que pasa en París con los pilotos que  se fugaron "espectacularmente", de una prisión de "máxima seguridad” de República Dominicana,  para luego iniciar largo viaje de 1,400 leguas  atreves del Océano Atlántico, que los llevó de isla en isla, hasta tomar un largo vuelo hasta París  Francia, así  como lo que ya había  sucedido  antes de ellos "caer presos” aquí en el patio,   tiene  argumentos para escribir  un libro y luego  hacer la adaptación para rodar una película que pudiera tener como título “La última  bachata en Paris”.

Este título a propósito de una famosa producción cinematográfica rodada en el año 1972, con la participación de un  famoso actor norteamericano  y un mejor músico argentino, quien interpretó el tema al ritmo de su famoso instrumento bajo su vistoso sombrero negro. La única  diferencia entre  el referido clásico cinematográfico y “La última bachata en Paris” radicaría  en que la orgía del viejo apartamento parisino, no tuvo su origen  en el impulso del amor repentino, sino que tuvo como su causa, las caricias  de  1,500 libras de sustancia prohibida que iría, supuestamente, a La Francia y cuyo valor de mercado duplicaba el precio del avión Falcon utilizado.

Ahora, mientras que aquí cantamos la canción que dice  “como fue” y  se  habla hasta de un rescate aéreo  como el de Entebbe Uganda,  un  abogado actuante  habla de una veloz lancha, tipo James Bom, en la que, a pesar de su gran  velocidad, al jurisconsulto que armó el "gran escape" ni siquiera se le voló el sombrero.

Lo que no es película  es la prisión  de uno de los acusados allá París, quien cayó  en  mano del inspector “Clauseau”, dizque por otra "vaina" parecida que ojalá no haya sido por estos lares, para no complicar más las cosas. Mientras tanto, aquí todavía buscamos culpables y hasta nos manifestamos contra  la embajada de La Francia y reclamamos respeto a nuestra soberanía. 

Pero también aquí,  procuradores y fiscales, lloran y lloran en vez de buscar la forma de  determinar quienes  bailaron en un mosaico, la “ La última bachata en París” aquí en el patio. Pero que dejen eso de buscar la forma de ir a la "Ciudad de la luz" a darse unos vinitos en el Moulin Rouge y de bailar en el Lido al  ritmo del candente  can can. 

Foto: El Portador.


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