Radhames Gómez Pepín, el piloto
Con el fallecimiento hoy, 26 de
octubre de 2015, de Don Radhames Gómez
Pepín, el periodismo de República, cierra uno de sus capítulos más relevante de su historia. Don Redames nos lega un inmenso ejemplo de cómo se es un buen periodista, en
una sociedad en la que este quehacer ha sido convertido, en muchos casos, en una actividad
dirigida a fines particulares o de
grupos, apartándose de la objetividad que debe caracterizar este quehacer.
Pero al Don Redhames Pepín al que quiero referirme es al Redhames Pepín
el aviador, al aeronáutico, al Redhames Pepín que muchos no conocen, y al que tuve el honor
de conocer a mediado del 1993, cuando me
recibió, muy amablemente, en ocasión de la lucha que mantenían los
controladores aéreos de entonces, para que se instalaran los primeros sistemas de
vigilancias radar, para la protección de
la seguridad de la aviación en el área jurisdiccional de la República Dominicana.
Sentados frente
a él, en una silla del escritorio de
esta gloria del periodismo, le hablé de
los problemas técnicos de entonces de la
DGAC, mostrándose éste solidario con los
controladores y refiriéndose a los problemas en su medio periodístico, El Nacional. Pero, de inmediato me habló de su paso y experiencia en la aviación,
cuando estuvo en la Aviación Militar Dominicana (AMD) a finales de la década de
los años cuarenta. Con su amplia sonrisa y buen humor, me habló de un accidente de aviación que le
ocurrió en el área de San Pedro de Macorix, cuando el avión que volaba, un biplano tipo Stearman
PT-17 de entrenamiento de la AMD, le
falló en pleno vuelo, por lo que debió
aterrizar en el área de un potrero.
Me dijo que pudo reparar el
problema del aparato y que el mismo, ayudado por lugareños, se las arregló para colocar la aeronave Stearman
PT-17 en un punto donde pudo
despegar y llegar a Miraflores, donde aterrizo sin mayores dificultades, me
dijo que a los pilotos de gustaba resolver los problemas para no llegar a pie
sin avión a la base. Hasta ese momento, jamás
pensé que un periodista de la talla de Don Radhames Gómez Pepín, adema de su
actividad periodística, primero había
sido aviador. Y usted amigo ¿Lo sabía?.
Don Radhames tiene que ir al
cielo, allí donde deben estar las gentes que, como el, solo le han hecho el bien a esta sociedad y al mundo Q.D.E.P.
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