Cuando la Junta de Aviación Civil
(JAC) emitió las Resoluciones 29 y 30 del 1993, con las que se nos aplicó la Categoría 3, nadie se imaginó que los
efectos “secundarios” de las medidas iban a perdurar por tanto tiempo en el ámbito de la
aviación civil de la República Dominicana. Para entonces, a pesar de los
consabidos problemas que existían en la industria,
teníamos 15 aerolíneas, incluyendo a Dominicana de Aviación aerolínea a la que
se le permitió seguir operando hacia y desde el territorio de los Estados
Unidos. Bien o mal, teníamos muchos
dominicanos que “vivían” directa o indirectamente de la actividad aeronáutica,
tanto en la línea de vuelo como con una serie de negocios conexos que se mantenían muy activos debido a la aviación
nacional, comercial, corporativa y privada.
Hoy, después de 22 años de haber
perdido prácticamente todas nuestras líneas aéreas y de grandes inversiones en dolares por parte del Estado Dominicano para recuperación de la Categoria 1, nos debatimos en el caso de
PAWA, cuando, a mi modo de ver las cosas, debíamos estar buscando
la forma de reencausar una actividad aeronáutica comercial y privada con más aerolíneas nacionales, con todas las posibilidades para producir muchísimos dólares y una buena cantidad
de mano de obra “intensiva” para
nuestros pilotos y para crear fuentes de
trabajos estables, bien pagas para nuestros pilotos sobrecargos, mecánicos, despachadores, además
de proporcionar un mayor impulso a
nuestras exportaciones de bienes producido en el país.
En lo referente a PAWA, no sé lo que le pasa que no opera a todas partes, en un mercado que a
agosto de este año 2015, ya “punteaba” una cantidad cercana a 9,000,000 (nueve
millones) de personas transportada por la vía aérea y una proyección que apunta
a cerrar el presente año con un estimado
de 11,000.000 (once millones) de personas transportada por el medio aeronáutico,
con una producción bruta en dólares de casi US$5,000,000,000.00, ¡¡si amigo!!
Cinco mil millones de dólares.
A esta hora, nosotros los dominicanos debíamos estar operando, por lo menos, dos líneas aéreas grandes, con la
utilización de aeronaves, modernas,con participación mixta, Estado Sector Privado, con destinos regulares permanentes y productivos
en el Caribe Norteamérica y Europa. Esas
empresas tendrían puestos bien pagados
para las gentes calificadas que existen y crearían gran interés a los jóvenes
que sabrían en su país existe la forma
de “vivir” de este quehacer, en vez de
hacer largos vuelos, como pasajeros, para llegar a sus sitios de trabajo en lejanos
países. Pero también, esas lineas aéreas, de capital mixto Estado Sector privado, tendrían la posibilidad de recuperar para el Estado Dominicano parte de las grandes inversiones hecha por los dominicanos y dominicanas en el asunto de la categoría. Solo transportando el 15% de esos 11 millones de pasajeros las lineas dominicana tendrían en sus vuelos mas de un millon y medio de pasajeros con una producción bruta por encima de los US$ 800,000,000 ochocientos millones de dolares, lo que no es "pajecoco".
El debate sobre la aviación
dominicana y la creación de proyectos de más líneas aéreas debe iniciar, ¿Por
qué no sentamos una tarde de estas en algún sitio y desarrollamos un “conversatorio”
sobre la aviación dominicana y sus perspectivas? En ese conversatorio, abierto
y plural, todos podríamos exponer libremente, sin las parcializaciones que
tanto afectan el criterio. Allí deberían estar las autoridades aeronáuticas del
país, escuchando, exponiendo y visibilizando la forma de limar, de manera definitiva, las asperezas que existen en el sector aeronáutico nacional , ¿Por qué no hacerlo?. Esa es mi opinión y propuesta.
Ahora, como alguien dice; ¡Usted tiene la palabra!
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