Aunque así hoy luzca, el HI-442 estuvo en Chile con ayudas en el terremoto del 1985
Durante el día de hoy, 16 de
septiembre de 2015, la hermana República de Chile fue azotada por un fuerte terremoto
de intensidad 8.4 en la escala de Richter. De acuerdo al Centro Sismológico de los Estados Unidos USGS,
el epicentro del movimiento telúrico se
localizó a 34 kilómetros al suroeste de la localidad de Canela Baja, a una profundidad de 11
kilómetros. Luego del terremoto se sintieron varias réplicas y se activaron las alarmas de tsunami en varios países de la zona del Océano Pacífico.
La historia de Chile presenta una
importante actividad sismológica, muy bien documentada
desde el mismo descubrimiento de América. De los terremotos de Chile varios han
sido de intensidad superior a los 8.0
grados en la escala Richter y algunos de ellos han provocado grandes tsunamis. De acuerdo a estudios de la NASA, el
terremoto de febrero del 2010, fue tal,
que impactó la distribución de la masa del planeta, lo que alteró,
aunque mínimamente, la velocidad de rotación del globo terrestre, acelerándola en
mínimos valores. Según los entendidos, la actividad sismológica chilena no más que la manifestación del fenómeno de
subducción de la placa del Pacífico, fenómeno geológico común a lo largo costa occidental del continente americano.
Pero aquí viene la historia. El
03 de marzo del 1985 un terremoto de magnitud sobre los 7.7, afectó la región central de Chile,
específicamente el área de Valparaíso.
Para entonces, el General Augusto Pinochet gobernaba a Chile con manos de
hierro. Pero como es costumbre, República
Dominicana se solidarizó enviando a Chile una aeronave de Dominicana de
Aviación, específicamente el B-707,
HI-442. Al avión se le cargaron más de 60,000 libras de ayudas para el pueblo chileno.
El avión partió del Aeropuerto
Internacional de Las Américas para realizar un largo vuelo de más de tres mil millas náuticas y más de 7 horas de vuelo. Cuando el aparato arribó a Santiago de Chile, la tripulación se fue al hotel a
descansar. Sin embargo, una vez descansaron, a dos de los tripulantes se le ocurrió salir a dar
una vuelta por la capital chilena a "prima noche". Pero no bien habían salido del
hotel, fueron apresados por una patrulla de carabinero que los notaron "sospechosos".
Fue en ese momento cuando los "muchachos" se enteraron que en la capital chilena había un estricto “toque de queda”, casi
con ley marcial.
El asunto terminó después una muy
buena y prolongada explicación del copiloto del vuelo, y de un viajecito con escolta militar hasta
el hotel donde se encontraba el resto de la tripulación. Una vez el hotel, el Capitán debió bajar de su habitación a corroborar, frente a los carabineros, que se trataba de parte la tripulación de Dominicana de Aviación que habían viajado
miles de millas para llevar ayudas a
los afectados del terremoto del 1985. No
me atrevo a decir quien fue el capitán ni quien fue copiloto que cayó preso, pero ese copiloto apresado en Chile durante el terremoto del 1985 es más que mi amigo, mi hermano.
Nuestra solidaridad de siempre a nuestro hermano pueblo de Chile.
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