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13 de septiembre de 2015

Diógenes Valdez, controlador aéreo y escritor, premio nacional de literatura

Diógenes Valdez
Pocas personas del ambiente aeronáutico actual conocieron a Diógenes Valdez, el controlador. Diógenes Valdez, fue un controlador de tránsito aéreo con profundas inquietudes sociales, que tuvo  entre sus  características decir las cosas como eran, lo que le granjeó las consabidas contradicciones con quienes nunca plantearon posiciones. Diógenes Valdez ingresó a la entonces DGAC en los años finales de la   década de los sesenta. En el 1969 fue enviado a México como  becario del  Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil (CIAAC) de México, donde se graduó como controlador de tránsito aéreo en el año  1971.
Le conocí cuando ingresé a la entonces DGAC a mediado de los años  setenta,  cuando éste  laboraba en el Centro de Información de Vuelo, aun se localizaba  de la vieja terminal del Aeropuerto Internacional de Las Américas, y los cálculos para determinar las  posiciones y evitar los  “cruces” entre  las aeronaves,  había que realizarlos utilizando la mente o acudiendo  al “cuasi” desaparecido “computador  de “Dalton”. Desde entonces las características intelectuales y de  crítico  constructivo de las situaciones sociales de Diógenes Valdez estaban bien definidas. Por ello, no solo yo, sino todos  lo escuchábamos  con mucha atención.
Poco tiempo después, Diógenes se apartó del control de tránsito aéreo y dedicó enteramente  al cultivo de  la literatura. Para entonces, ya me había manifestado que estaba  escribiendo  un libro que resultó ser el “Silencio del Caracol”, obra que publicó a finales de los setenta. La trama del cuento “El Silencio del Caracol”  plantea la lucha interna de un sujeto que es conminado a “tomar una decisión contraria a sus principios”, lo que le planteó un intenso drama moral. La obra literaria de Diógenes Valdez puede definirse como  importante, llegando a lograr, como dijimos,  El Nacional de Literatura en el año 2005.
Además de su libro “El silencio del caracol”, Diógenes Valdez escribió, entre otras obras literarias,  “La telaraña”, “Tiempos revocables”, “Pinacoteca de un burgués”, “Retrato de dinosaurios en la era de Trujillo”. Después de su salida de la DGAC, en varias ocasiones nos encontrábamos en el área de la calle del Conde, donde tuve el privilegio de seguir escuchando sus planteamientos que siempre estuvieron comprometidos  con sus firmes principios de un intelectual y un  hombre de bien.
Este 13 de septiembre del 2015, se cumplió el primer  aniversario  del fallecimiento de este controlador y literato. A través de esta sencilla  nota  expreso mi respecto y reconocimiento a Diógenes Valdez, un controlador aéreo que encontró en las letras,   la forma de legarnos una sociedad a la que el trató mejorar, tanto con su ejemplo, como con sus obras.  
  



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