Diógenes Valdez
Pocas personas del
ambiente aeronáutico actual conocieron a Diógenes Valdez, el controlador. Diógenes
Valdez, fue un controlador de tránsito aéreo con profundas inquietudes sociales, que tuvo entre sus características decir las cosas como eran, lo
que le granjeó las consabidas contradicciones con quienes nunca plantearon posiciones.
Diógenes Valdez ingresó a la entonces DGAC en los años finales de la década de los sesenta. En el 1969 fue enviado
a México como becario del Centro Internacional de Adiestramiento de
Aviación Civil (CIAAC) de México, donde se graduó como controlador de tránsito aéreo
en el año 1971.
Le conocí cuando ingresé a la
entonces DGAC a mediado de los años setenta, cuando éste laboraba en el Centro de Información de Vuelo,
aun se localizaba de la vieja terminal
del Aeropuerto Internacional de Las Américas, y los cálculos para determinar
las posiciones y evitar los “cruces” entre las aeronaves, había que realizarlos utilizando la mente o
acudiendo al “cuasi” desaparecido “computador
de “Dalton”. Desde entonces las características
intelectuales y de crítico constructivo de las situaciones sociales de Diógenes
Valdez estaban bien definidas. Por ello, no solo yo, sino todos lo escuchábamos con mucha atención.
Poco tiempo después, Diógenes
se apartó del control de tránsito aéreo y dedicó enteramente al cultivo de la literatura. Para entonces, ya me había manifestado
que estaba escribiendo un libro que resultó ser el “Silencio del
Caracol”, obra que publicó a finales de los setenta. La trama del cuento “El
Silencio del Caracol” plantea la lucha
interna de un sujeto que es conminado a “tomar una decisión contraria a sus
principios”, lo que le planteó un
intenso drama moral. La obra literaria de Diógenes Valdez puede definirse como importante, llegando a lograr, como dijimos, El Nacional de Literatura en el año 2005.
Además de su libro “El silencio del caracol”, Diógenes Valdez escribió, entre
otras obras literarias, “La telaraña”, “Tiempos
revocables”, “Pinacoteca de un burgués”, “Retrato de dinosaurios en la era de
Trujillo”. Después de su salida de la DGAC, en
varias ocasiones nos encontrábamos en el
área de la calle del Conde, donde tuve el privilegio de seguir escuchando sus
planteamientos que siempre estuvieron comprometidos con sus firmes principios de un intelectual y
un hombre de bien.
Este 13 de septiembre del 2015, se cumplió el primer aniversario del fallecimiento de este controlador y literato.
A través de esta sencilla nota expreso mi respecto y reconocimiento a Diógenes
Valdez, un controlador aéreo que encontró en las letras, la forma de legarnos una sociedad a la que el
trató mejorar, tanto con su ejemplo, como con sus obras.
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