Andreas Lubitz, foto Le Monde
Pocas horas después del terrible
accidente del vuelo 4U-4525 de Germanwind, en los Alpes franceses, ya el mundo
manejaba la hipótesis del fiscal francés Brice Robín que ha señalado la responsabilidad del
copiloto Andreas Lubitz, como presunto causante de la maniobra que llevó al A320 a estrellarse en los Alpes franceses, matando a sus 150 pasajeros. Hasta el momento, la presunta responsabilidad
de Lubitz Andrea sigue siendo solo una hipótesis, debido a que, hasta ahora, no existe una investigación concluyente
que haya determinado la inequívoca veracidad de la hipótesis francesa.
Como deben haber percibido, ahora están saliendo a la luz pública una serie de especulaciones en relación a la
salud mental del copiloto, e incluso, una ex novia ha dado a conocer la versión de que Andreas Lubitz le había manifestado que “su nombre seria recordado”. En lo particular, me parece poco probable que
la división de medicina aeronáutica de Alemania dejara pasar por alto una situación
médica, como la que se presume padecía el copiloto. Bajo esa condición continuar volando
en una aerolínea comercial es muy poco probable, por no decir imposible.
Los médicos aeronáuticos siempre tramitan los reportes médicos a medicina aeronáutica de los reguladores y estos los envían a las gerencias de las aerolíneas para los fines de lugar.
Creo que por más que se quiera acoger como un hecho incuestionable la hipótesis de Bruce Robín resultaría poco probable confirmarla. Esto debido a que,
al fin y al cabo, solo Andreas Lubitz estuvo solo en esa cabina de vuelo, después que el capitán salió del asiento izquierdo,
aparentemente a realizar una necesidad fisiológica. Creo estar seguro que veremos pasar los años y nadie podrá sentenciar
definitivamente a Andreas Lubitz, sin
que le invadan dudas razonables sobre la responsabilidad de ese joven copiloto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario