Vista del azul turquesa de playa Rincón, Samaná. Al fondo se divisa el Cabo Cabrón, el punto más al Nordeste de la península de Samaná y del país.
República Dominicana es conocida
en el mundo por la jovialidad de sus
gentes, su clima y la belleza de sus playas y montañas. A lo largo de sus costas lo encontramos todo. Sin
embargo, cuando nos referimos a paisajes paradisiacos, nuestra mente se
traslada de inmediato a Samaná y allá en
Samaná, nos dirigirnos al extremo de la península, a una playa pintada justo entre dos cabos, cuyo color es azul turquesa y blancas arenas que rodean cocoteros que brindan sus sombras.
Esa es Playa Rincón, donde también existe un arroyo
cristalino de frescas aguas que
se desliza entre árboles, hasta confundirse con el mar.
A través del tiempo, Playa Rincón
y su entorno han mantenido su forma natural, sin mucha
intervención desordenada, destacándose lo artesanal
de su cocina de pescados frescos asados a leña de coco, lo que brinda al
visitante la delicia de la cocina tradicional
de la comarca. En fin, el buen
ambiente que se respira en Playa Rincón se mantendría en el tiempo. Sin
embargo, hace algún tiempo, circunstancias
que ocurren en el entorno de Playa Rincón, se están convirtiendo en verdaderas
amenazas, que pudieran dar al
traste con el ambiente que todos conocemos y recordamos, ante la mirada
indiferente del Ministerio de Medio Ambiente, de la municipalidad de la zona y de cualquier autoridad municipal si es que existe.
Vertedero improvisado con materiales como vidrios,
ubicado a pocos metros y que contamina las aguras de Playa Rincón y Arroyo Frio.
Se trata, del manejo inadecuado de la basura y otros desperdicios, generados por algunos propietarios de negocios
relacionados con la actividad turística y comercial de la zona, quienes en
apariencia, ignoran que esa mala práctica
del manejo inadecuado de los desperdicios
generados, además de ser una práctica ilegal penada por la ley, también atenta
contra su propia actividad turística,
comercial y la salud personal de quienes
habitan en la zona. Esa basuras y desperdicios suelen ser origen de los
vectores que afectan la salud del turistas y habitantes de la comarca.
Cercanía de los verteros improvisados con las playas, lo que permite
que partes de los desperdicios lleguen
hasta el mar por simple gravedad y vientos.
Después de elevar un drone,
pudimos observar con mucha preocupación
y hasta tristeza, la habilitación de vertederos improvisados, incluyendo algunos de ellos que no parecen en esta notas por espacio,
con desperdicios plásticos, vidrios, elementos orgánicos en descomposición, muchos de ellos con capacidad para llegar
hasta las playas y contaminarla como ha estado ocurriendo, por lo que tienen capacidad potencial para dañar el activo más valioso de
Rincón que son su arroyo y su exuberante
playa Rincón. Mi preocupación, como debe
ser la de quienes habitan en la zona o
los que tienen negocios en
Rincón, es que los propietarios de
negocios y otras personas continúen amenazando y dañando el medio ambiente de Playa Rincón y su entorno, por lo que
este material del que dispongo lo haré llegar al Ministerio de Medio Ambiente,
para que se tomen las medidas correspondientes y salvemos a Playa Rincón.
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