Flota de inicio ideal para cualquier proyecto de linea aérea nacional grande para aprovechar algunas variables de ingresos existentes en el mercado de República Dominicana. Colóquele la Z al avión Sánchez.
Después de casi un cuarto de
siglo, República Dominicana no logra armar un proyecto de línea aérea nacional
grande, con la base operacional y
financiera que garantice su viabilidad económica en el tiempo y su resultante permanencia en el mercado. Todo a pasar de
haberse modificado la Ley de Aviación Civil, que
creó el IDAC, para "facilitar
la operación de líneas aéreas extranjeras en el país" cuyo objetivo era allanar el camino para que la brasileña
GOL Transporte Aéreos se
estableciera en República Dominicana y
asumiera el rol de línea aérea bandera de República Dominicana. No sabemos específicamente qué ocurrió, pero luego de algunos vuelos
originando en Brasil con escala en el Aeropuerto Internacional Las Américas y de negarse a contratar personal técnico y de vuelo de República Dominicana, no volvimos a saber de GOL. Nadie dijo nada.
El fracaso del proyecto GOL, R.D.,
adicionado a otros proyectos fallidos en busca de restablecer la operación de
líneas aéreas nacionales, con capacidad
para competir en un mercado de más de 14 millones de
pasajeros, no ha mermado nuestras aspiraciones. Los dominicanos y las dominicanas queremos volver a ser lo que éramos a partir
del año 1944, cuando se fundó la Compañía Dominicana de Aviación, CDA, a la que se sumaron otros proyectos, entre ellos Aerovías Quisqueyana. Todo hasta el 1993,
cuando perdimos la Categoría 1, importante logro que
en los actuales momentos está siendo cuestionado por parte de la Unión Europea,
UE.
Un moderno B-737-800 MAX operado por GOL Transporte Aéreos de Brasil, empresa que inicio operaciones tocando a R.D., pero que simplemente se espumó, sin explicaciones.
Pero la pregunta es; ¿Es posible implementar un proyecto de líneas aéreas grandes en República
Dominicana? La repuesta es totalmente afirmativa. Sin embargo, para ello lo
primero que exista una autoridad aeronáutica conocedora y dispuesta a ser facilitadora del proceso, pero, por supuesto, no con posturas complacientes ante el proceso. No se tendrá éxito en un proyecto de este tipo, sin
la integración de un equipo técnico de gentes que conozca, de manera minuciosa el proceso requerido su implementación. En muchos casos, el inversionista se convierte, de manera rápida, en experto en materia de aviación como lo hacen en ocasiones algunas autoridades, lo que echa a
perder todo. Se debe tener especial cuidado en identificar factores, a lo interno de
los proyectos, cuya finalidad resulta contraria
al objetivo del mismo. Se deben analizar, minuciosamente, los costos involucrados en cada vuelo proyectos del
programa, así como la proyección de beneficios en todos los escenarios operacionales planteados.
Quien logre lo expuesto en párrafo
anterior y consigue el financiamiento mínimo para capitalizar su proyecto,
pudiera alcanzar el éxito. Sin embargo,
surgen los llamados imprevistos, como es el temor y la incertidumbre, cuando se escuchan informaciones, en un momento dado, como la
planteada en la actualidad por la Unión Europea UE desde Bélgica, que vierte dudas sobre el control de la seguridad operacional, por parte de la
autoridad de aviación de República Dominicana,
lo que coloca una peligrosa nube gris sobre nuestro desempeño operacional aeronáutico y sobre cualquier proyecto en calpeta en la industria del
transporte aéreo comercial de República Dominicana. No podemos seguir perdiendo millones de dolares sirviendo menos el 1% de mercado del transporte aéreo comercial de República Dominicana.
En esta semana santa espiritualidad y moderación
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