Cuando se hace un recorrido por el entramado de rutas de la historia de la aviación de República Dominicana, partiendo desde su nacimiento con el vuelo de Zoilo Hermogenes García, en el 1911, allá en una verde sabana de Pontón, La Vega, se reconoce que han sido muchos los dominicanos que han
abrazado el quehacer del vuelo, como forma honrada de ganarse la vida. Sin
embargo, estoy plenamente consciente,
que para la mayoría de ellos, el vuelo
ha sido un oficio que además de darle un digno sustento, ha sido una forma muy especial de
disfrutar sus vidas. Esto debido a las
emociones que produce ver el mundo desde
lo alto, divisando a distancia las cosas o tocando los copos, cuando las nubes y el aguacero se acercan, para acariciar con su ruido y su baño el suave metal del avión.
Cuando se mira la foto
que se muestra, se dará cuenta de
inmediato, que es una foto importante cuando hablamos del devenir de la aviación de nuestro país y quien sabe. La
toma abarca las figuras de tres de esos ases del aire de la aviación de la República
Dominicana, capitanes que disfrutaron grandemente la técnica y el arte del vuelo.
Sin embargo, más que ellos, el Capitán
Percival, el Capitán Gabriel Medina y el Capitán Eddy Francisco Tineo, fueron profesores naturales, que enseñaron e instruyeron a muchos
profesionales de la aviación de República
Dominicana, cuando en el parque aeronáutico local existieron aeronaves
grandes que volaron dominicanos como
esos que aparecen sonrientes en la toma, los que además tienen el denominador común del B-747 en sus bitácoras.
B-747 jumbo, operado por Dominicana de aviación a mediado de la década de los ochenta
A propósito de la reunión
de esos tres capitanes, el encuentro tuvo lugar en una reunión de pasado jueves, en la que la que
el Capitán Jorge Percival Peña recibía un reconocimiento especial del Instituto de Generales y Almirantes de las FF.AA. en Retiro, IGAFAR. El IGAFAR, es una asociación sin fines de lucro,
sin preferencias ni simpatías partidarias, con un gran sentido de
responsabilidad en sus actos y decisiones y que solamente asumirá una actitud
beligerante, en el cumplimiento de sus objetivos irrenunciables, pero dentro del
marco del respeto a la Constitución y las leyes de la República, a las
autoridades legalmente constituidas y al Alto Mando Militar.
En el caso particular del Capitán Percival Peña, fue el primer capitán dominicano
que voló los B-727-100, 200 y el B-747, por supuesto. Vi a los capitanes norteamericanos J. Cox, Wiren y Lee W. tratarlo con mucho respeto. Percival, junto a Eddy Francisco Tineo Almontetambién
fue uno de esos ases del aire que logró hacerlo. Me tocó volar bastantes horas en las cabinas con los tres. En el caso del
Capitán Percival, volé en sus cabinas cuando él actuaba como
capitán y a veces como instructor. Esto ocurría por circunstancias operacionales, cuando alguien de operaciones o despacho de vuelo debia ir a bordo de los aviones. Como los demás en la toma, Percival siempre
volaba distendido, y algo importante, ayudaba bastante la producción de beneficios economicos para la empresa,
ordenando menos combustible, por supuesto dentro de lo legal, factor que mejoraba capacidad
de abordar más carga aérea de relleno en las rutas a Nueva York y Europa, convirtiendo
la carga aérea en factor de ingreso y por ende de beneficios económicos para Dominicana de Aviación en su mejor época.
Los Megatops de Singapore Airlines que volaba el Megacapitán Medina Felipe
En referencia a Eddy Francisco Tineo, también fue uno de los primeros
dominicanos en sentarse en asiento izquierdo de los B-727-100 y 200, así como
del B-747 de Dominicana de Aviación, cuando los capitanes y copilotos
Norteamericanos integraban la mayoría de las tripulantes de mando de CDA. Igual
que Percival fue un instructor por vocación y disfrutaba entregarle el avión al del asiento derecho. Sin ninguna dudas, por las manos de la dupla Percival/Tineo fueron
muchos los tripulantes de Dominicana de Aviación que pasaron, como aprendices del vuelo, como pinos nuevos, como le llamábamos. Ojalá
lo recuerden y reconozcan, a pesar de que el agradecimiento es prácticamente una especie en extinción en nuestro dominicano pueblo. Conocí el temple de Tineo, en una ocasión de despegamos del Logan de Boston y debimos mantener rumbo Este y mientras el primer oficial lucia preocupado, Tineo, con voz metálica y calmada, le dijo........ deja volar el avión.
En relación al Capitán Gabriel Medina Felipe, posiblemente ha sido uno de
los tripulantes de mando de R. Dominicana que más aprovechó la enseñanzas en las cabinas, durante sus primeros
tiempos en el asiento derecho de los Jets de CDA.
Su temprano talento lo llevó lejos en todo el sentido de la palabras, tanto en conocimiento del vuelo como en distancias, cuando se
hizo famosos volando en las antípodas, comandando los tipos de aeronaves que logró volar como capitán, convirtiéndose en un Mega Capitán como le he bautizado, cuando lo capitaneó de los Megatops, o gigantescos jumbos de Singapur Airlines en las largas rutas entre el Pacifico y Estados Unidos, empresa de donde se retiró con honores. De acuerdo a lo que se, en la actualidad, el Capitán Medina Felipe desempeña la jefatura de Normas de Vuelo del Instituto Dominicano de Aviación Civil, IDAC.
Son tres ases de la aviación de nuestro país. Los tres me han honrado con su amistad, en un marco de respeto mutuo y el trabajo en equipo, cuando lo hicimos. En aquellos tiempos, tomar decisiones operacionales en el escenario los aeropuertos de aquí y de allá o en planas rutas, no era tan sencillo como lo es hoy día, gracias a la cantidad de herramientas técnicas disponibles en cualquier parte del planeta tierra. Un abrazo a los tres.
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