Escena de pasajeros "varados"
en aeropuertos por suspensión de PAWA
En el caso particular de PAWA Dominicana, a
pesar de los esfuerzos e inversiones realizadas por la Junta de Aviación Civil JAC para mitigar inconvenientes que afectan a cientos de pasajeros varados en diferentes aeropuertos
de la Región del Caribe, e incluso de Estados Unidos, la preocupación persiste en función de la
incertidumbre que le embarga y la
limitada información de brindada por el transportista a clientes que se quejan y con razón, después de haber adquirido sus boletos de viaje para vuelos actuales y a
futuros.
Qué pasara con la flota de aeronaves de PAWA, pregunto
¿Qué ocurrirá con PAWA Dominicana?, posiblemente esta sea la
pregunta que todos se hacen y cuya repuesta es difícil de decir, pero muy fácil de deducir. Sin embargo, por el
momento más vale irse por una repuesta más
conveniente para el proceso, y esta es
que en PAWA Dominicana estará volando en
tres meses, como se decía cuando el país
fue afectado por la Categoría 3. Como lo he dicho, tengo la firme
creencia que para preservar la imagen aeronáutica
del país, era mucho más conveniente intervenir y mantener a PAWA Dominicana en la línea de
vuelo, bajo la estricta vigilancia y control por la autoridad aeronáutica, y no
cerrarla como se hizo.
Cerrar a PAWA significa un nuevo fracaso, pero no solo de PAWA Dominicana, sino también el regulador, que debió haber vigilado con más eficiencia el desempeño financiero de las operaciones comerciales de la empresa, lo que es un asunto de simple, preservando también el empleo a más de 400 empleados entre pilotos, personal de cabina y de tierra,tanto aquí como en el extranjero, quienes también deben estar bastante preocupados por algo de lo que ello no son necesariamente culpables, es un asunto de gerencia.
Cerrar a PAWA significa un nuevo fracaso, pero no solo de PAWA Dominicana, sino también el regulador, que debió haber vigilado con más eficiencia el desempeño financiero de las operaciones comerciales de la empresa, lo que es un asunto de simple, preservando también el empleo a más de 400 empleados entre pilotos, personal de cabina y de tierra,tanto aquí como en el extranjero, quienes también deben estar bastante preocupados por algo de lo que ello no son necesariamente culpables, es un asunto de gerencia.
PAWA venía dando síntomas más que evidentes y visibles de su situación financiera, cuando
chequeaba pasajeros en mostradores sin energía eléctrica y se le cortaba la energía, incluso, a sus
radios de comunicación entre sus
despachadores de vuelos en sus oficinas
de operaciones y sus pilotos, lo que es
grave desde el punto de vista de la
seguridad operacional, si no es que me equivoco. Con un radio de estos, salvamos un vuelo y sus 132 personas a bordo una noche cuando el Aeropuerto Kennedy de Nueva York, se complicó al extremo... preguntar al Capitán Segura.
PAWA Dominicana acaba de convertirse en nuestro último fracaso,
fracaso que nos coloca, nueva vez,
frente a la historia reciente de la industria del transporte aéreo de República
Dominicana, al recordarnos los fiascos
de Dominican Wind, Air Dominicana, Aeromar, Aerotours Dominicana, Air Santo
Domingo, la debacle de la linea de vuelo del Aeropuerto de Herrera hoy Higuero donde los costos aeroportuarios se erigen como barrera una difícil de cruzar y las 14 aerolíneas víctimas de las Resoluciones
29 y 30 que nos aplicó la famosa Categoría
aquella. Por el momento, lo que resta es hacer lo que se está haciendo, y es tratar de resolver el problema de los millares de pasajeros que adquirieron sus boletos, las que deban ser bastantes almas, para alcanzar la suma que se dice reembolsará PAWA. Sin embargo, operar vuelos especiales para rescatar pasajeros, es una responsabilidad ineludible.
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