Ayer, 29 de enero de 2018, fue un día que pasará a la historia de la aviación comercial
de República Dominicana. Desde tempranas horas de la mañana, grupos de
pasajeros se amontonaban y prosternaban frente
a los mostradores de aeropuertos de varios países de la región,
incluyendo Estados Unidos. Los pasajeros reclamaban de la aerolínea Pan Am World Airways PAWA Dominicana, la devolución del dinero de sus tickets o boletos de vuelo, los que habían pagado generosamente, para utilizar los
servicios de una empresa, que como PAWA Dominicana, que estaba establecida conforme a las leyes y
regulaciones vigentes en materia de aviación civil de República Dominicana,
cuando usuarios adquirieron los mismos.
Pasajeros protestan frente a los mostradores de PAWA Dominicana en el AILA, luego de enterarse de la suspensión de operaciones de la empresa por parte de la Junta de Aviación Civil de la República Dominicana, JAC. Fuente video Youtube.
Lo primeros es lamentar la desagradable
situación que afecta a los pasajeros de PAWA, así como observar las imágenes que circulan en la media,
las que no hablan bien de nuestro sistema de aviación comercial. Sin embargo,
vale preguntarnos, en primer término, si era necesario que este impase se
solucionara de forma tan traumática o bien,
debió haber una forma más "diplomática”,
para solucionar el asunto, de forma que los
pasajeros no pagaran culpas ajenas después de haber pagado sus tickets y haberse
dirigido a los aeropuertos, esperando recibir el servicio por el cual pagó por
adelantado, cumpliendo con todas las condiciones exigida por la línea aérea, en este caso PAWA Dominicana.
Otras divagaciones como preguntarse
uno, ¿Pero la Junta de Aviación Civil, JAC, así como el Instituto Dominicano de
Aviación Civil, IDAC, no sabían las consecuencias de dejar sin transporte a un número
indeterminado de pasajeros, tanto en el país como en el extranjero, siendo
prudente que hubieran hecho, de antemano, los arreglos para proveer transporte
alternativo a esos usuarios a quienes estos organismos están llamado a proteger, aun cargándolo los
gastos como deuda adicional a la línea aérea?. Sabido es que a los pasajeros se
les hará difícil recibir reembolsos, a sabiendas de la situación de la empresa. Lo recomendable era contratar
algunos vuelos para proteger a los pasajeros, con cargo a la deuda de la PAWA
Dominicana, que ronda los US$3,000,000.00, cantidad que en el negocio del
transporte aéreo no significa tanto.
Las consecuencias directas y
colaterales del proceso de suspensión de operaciones y posible desaparición de
la línea aéreas PAWA Dominicana, tendrán gran peso en el futuro inmediato de nuestra débil aviación comercial, principalmente sobre
proyectos en desarrollo. Todo debido a la pérdida de la confianza del público en las aerolíneas
dominicanas. Borrar las imágenes que circulan en la red no es sencillo. Sobre
todo debido a la cantidad de tickets aéreos vendido a futuro, aun ocurran los
anunciados reembolsos. Quienes los
compraron no tienen la certidumbre de que lo recibirán, si no pagan al gobierno, imagínese usted. Esta situación
solo me trae a la cabeza un nombre, ese es el del Capitán Roger Jove A.
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