Imagen emblemática de la realidad del impacto del Huracán David del año 1979, hace 38 años.
Trayectoria del poderoso huracán David, 38 años después
Transcurrían los últimos días del mes de agosto del 1979. Eran los días previos a la
llagada y desbastador impacto del poderoso Huracán David a República Dominicana. Para entonces el ala Este de la
tercera planta del edificio de la terminal del Aeropuerto Internacional de Las
Américas era un hervidero. En el área se desarrollaba una intensa actividad, para entonces gentes como Don Roberto
Acevedo Burgos, Haroldo Sención, José Cocco Chávez y controladores como Juan Julián Duran, entre
otros controladores, trabajaban afanosamente, para
implementar el Servicio de Control de Tránsito aéreo en la FIR de Santo
Domingo por primera vez. Hasta entonces, el servicio estaba limitado a una especie de información de vuelo con ciertas características de control positivo. Para ello se implementaba una plataforma con nuevos equipos técnicos y el establecía, por primera vez la "sectorización" del espacio aéreo de
la República Dominicana.
Posiblemente, algunos de quienes
laborábamos en el FIR de Santo Domingo ese día, recordemos que los
pilotos que volaban entre Norteamérica y Sudamérica, utilizando las rutas
aéreas que cruzaban sobre Puerto Rico, se desviaban sobre el espacio de Santo
Domingo, para evitar las formaciones de nubes fuertes y la turbulencia entre moderada y severa que
comenzaba a afectar el espacio aéreo. Cuando los pilotos podían “detectar” y observar
parte de las nubes asociadas con el fenómeno con sus “sistemas doppler”, nos
informaban que "nunca habían visto huracán igual al Huracán David" y
lo describían como “un verdadero monstruo”.
La magnifica producción de Claudio Chea sobre el azote del Huracán David
Durante el día 31 desde bien temprano, la
Oficina Central del Servicio Meteorológico Nacional estaba bastante activa. El
Ing. Cocco Quezada brindaba los partes meteorológico,
los que distribuíamos a las diferentes
dependencias en los aeropuertos del país,
mientras tanto, la radio y la
televisión del gobierno, transmitían los informes meteorológicos a un pueblo que seguía con mucha atención el fenómeno. Para entonces,
la gente lo compraba todo, tratando de
prepararse para lo peor. Muy “temprano en la tarde”, el 31 agosto, las brizas y
las lloviznas repentinas comenzaron a ocurrir, como el presagio de lo que se
avecinaba. Pocas horas después los vientos comenzaron a arreciar en Santo Domingo. En la tarde, los techos de zinc comenzaron a volar,
mientras caían los árboles y las aguas se desencadenaban. Parecía que
el fenómeno estaba más cerca de Santo Domingo que lo presagiado por los pronósticos. En relación al aeropuerto, el
oleaje del mar con sus rompientes alcanzó el parqueo principal de la terminal
aeroportuaria.
La noche llegó con rapidez y la Capital se transformó en una ciudad fantasma sumida en la oscuridad, en medio de un concierto de martillo, donde no existían los servicios públicos habituales, como electricidad, transporte público y otros. Mientras tanto, la emisora del gobierno iniciaba a transmitir mensajes en la voz del locutor Don J. A. Bruno Pimentel, quien se consagró como la voz más escuchada por los días que sucedieron el Huracán David llegando a cansar a las gentes con su famoso “Hola que tal”.
Durante la noche del 31 de agosto del
1979, los vientos azotaran con furia, pero temprano en la mañana todo estaba
claro, el Huracán David había engañado a todo el mundo, David había
virado al Noroeste antes que lo previsto. Durante las horas que precedieron
fenómeno hubo bastantes dudas sobre donde golpearía el Huracán David. Mientras
los pronósticos de meteorología aseguraban que el centro del fenómeno pasaría
al sur de Santo Domingo, pronosticando que el fenómeno golpearía por el área de
Barahona.
En realidad muy pocos acertaron predecir que el fenómeno golpearía donde golpeó tierra firme, sitio que fue justo por un punto entre San Cristóbal y Bani, siendo estas las áreas donde el fenómeno arrojó un mayor saldo de víctimas mortales y daños a la infraestructura. De acuerdo a los informaciones el número de víctimas mortales de elevó a 2,500 (dos mil quinientos muertos), mientras otros hablan de un número mucho mayor. En realidad la cifra de víctimas jamás se ha precisado. Pocos días después azotó la Tormenta Federico, con lluvias torrenciales que agravaron la situación del país, limitando la capacidad del gobierno para desarrollar los planes de emergencia implementados por el gobierno de Don Antonio Guzmán Fernández.
Bajo las condiciones existentes,
inmediatamente después que azoto David, Roberto Acevedo Burgos daba vigencia al NOTAM
que activaba el servicio de control de Tránsito Aéreo en la FIR de Santo Domingo, con dos
sectores. Un Área circular ”Aproximación Las Americas” de 50 millas de radio, con una altitud de 15,000 pies, con centro en
Las Américas, y un área de control el resto de la FIR de Santo Domingo, a partir
de los mínimos en ruta hasta los 50,000 pies
MSL. Lo duro oír a los C-141 de la USAF, que venían con ayuda a Santo
Domingo, pidiendo desviarse a Puerto
Rico, debido a turbulencias severas. Era la influencias de la Tormenta Federico que ya afectaba la FIR de Santo
Domingo.
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