Condiciones en las que quedó el FAD 3021, tipo Aloeutte de fabricación francesa, después de caer la noche del 10 de mayo del 1974 en las inmediaciones de Villa Altagracia, al Norte de Sto. Dgo. La aeronave resultó totalmente destruida. Efectivamente, cuando se observa esta foto, parece que La Virgen metió sus divinas manos Foto: El Caribe.
El día 10 de mayo próximo, aproximadamente a las 10:00 de la
noche, se cumplirán 43 años del accidente de helicóptero que casi cuesta la vidas al entonces presidente de la República Doctor Joaquín Balaguer y la de sus
acompañantes, cuando el
helicóptero que lo transportaba, un
Aleutte de fabricación
francesa, cayó a tierra luego que su rotor principal impactara contra una mata de palma y se incendiara. El evento ocurrió en la ladera de una loma en medio de un mal tiempo en las inmediaciones
del poblado de Villa Altagracia. En ese momento el piloto trataba de encontrar un “claro” adecuado que le permitiera aterrizar,
lo que no pudo lograr. Finalmente el helicóptero quedó al borde de un hoyo, cuando se "acoró" en un tronco de caoba. Desde antes de despegar, lo más probable era que el capitán al mando del helicóptero se diera cuenta que la operacion se trataba de un vuelo riesgoso.
Un Alouette similar al que cayó en las inmediaciones de Villa Altagracia, la noche del 10 de mayo del 1974 con el entonces presidente Dr. Balaguer a bordo
De acuerdo a lo informado por el
propio presidente Balaguer en una
alocución televisada que produjo esa misma noche después de llegar por tierra
a Santo Domingo, se refirió al evento
diciendo a que “él y sus acompañantes salvaron sus vidas, gracias a un milagro de la Virgen de la Altagracia”.
El otro helicóptero que escoltaba el helicóptero presidencial,
en apariencia, no se dio cuenta de lo ocurrido al Alouette que transportaba al presidente y continuó vuelo a Santo Domingo, retornando después al área del evento.
De acuerdo a lo que se conoce y
se especula sobre el referido accidente, el Presidente Balaguer y su comitiva
integrada por el Secretario de las Fuerzas Armadas, R. Emilio Jiménez, el Jefe
de sus Ayudantes Militares Bisonó
Jackson, quien se refiere al accidente en sus memorias, y el General Santo Mélido Martes Pichardo habían despegado desde las inmediaciones del estadio de baseball de
Puerto Plata, poco antes de las 8 de la noche de aquel dia. El vuelo que jamás llegó a sus destino tendría un recorrido de aproximadamente 90
millas náuticas.
En realidad las condiciones eran poco favorable para la realización de un vuelo
de ese tipo, que incluyendo factores tan adversos como baja altitud, baja visibilidad
debido a la hora y condiciones meteorológicas con la presencia de tormentas eléctricas y de una pertinaz llovizna, factores que se “combinaron” para
provocar la caída e incendio del aparato, que quedó totalmente destruido. EL Alouette nunca debió haber despegado a esa hora. Poco después del
evento, esa misma noche, se presentaron algunas especulaciones en relación al
accidente a la actuación de algunos militares en palacio, situación que, según se dice, costó el traslados a militares de alto rango
del ambiente palaciego.
En la operación aeronáutica,
cuando incluyen figuras de gran trascendencia pública o privada y en ocasiones, cuando existe
un gran interés en la realización de un vuelo cualquiera, suele aparecer una palabra terrible, que en ocasiones se pronuncia y se asume, aun a sabiendas de los peligros y riesgos que encierra una decisión
mal tomada. Esa palabra causal de números percances con su
correspondiente costo en termino de pérdidas de vidas y de recursos económicos, es
la palabra es “vámonos”. Lo peligroso del
asunto, es que en muchos casos, quien toma la decisión o acepta
la orden es precisamente el Capitán del vuelo,
quien tiene toda la autoridad para iniciarlo.
No hay duda de que la noche del 10 de mayo del 1974, alguien pronunció la palabra “vámonos”, , con el entonces Presidente de la República, Doctor
Balaguer a bordo, en una ruta en donde las condiciones meteorologías
a baja altitud son, por lo general, muy variables, debido al relieve de las cordilleras
septentrional y Central, los pilotos locales conocen de lo que hablo. Tiempo después de la ocurrencia de ese evento el Doctor Balaguer, un “vámonos”
puso término a una promisoria línea
aérea de carga, posiblemente la aerolínea de carga más reconocida en el ámbito
del Aeropuerto Internacional de Las Américas, en la década de los ochenta y noventa. Ese “vámonos” lo pronunció el capitán dueño de la empresa, cuando el capitán titular del vuelo de ese día, lo había rechazado debido a que el avión no estaba en condiciones mecánicas para realizar el vuelo.
Ruta estimada y área geográfica de la proximidades de Villa Altagracia, donde cayó el helicóptero que transportaba al entonces presidente de la República Dominicana Doctor Juaquin Balaguer. El accidente ocurrió la noche del 10 de mayo del 1974.
Vale decir, finalmente, que las decisiones de iniciar vuelos riesgosos son más comunes en sitios donde no existen facilidades aeroportuarias u operacionales de tránsito aéreo., debido a la total discrecionalidad de la tripulación o de otras instancias. Sin embargo, la autoridad y nivel conciencia del capitán, es determinante para iniciar y completar un vuelo seguro. Lo importante sería saber, amigo mío: ¿Ha pronunciado usted la palabra “vámonos”, sin estar totalmente convencido de la seguridad de su operación ? Respóndase usted mismo. Ah, en mi caso particular, me ha tocado negar autorizaciones para iniciar vuelos riesgosos, tanto en ATC como en operaciones de vuelo.
Ruta estimada y área geográfica de la proximidades de Villa Altagracia, donde cayó el helicóptero que transportaba al entonces presidente de la República Dominicana Doctor Juaquin Balaguer. El accidente ocurrió la noche del 10 de mayo del 1974.
Vale decir, finalmente, que las decisiones de iniciar vuelos riesgosos son más comunes en sitios donde no existen facilidades aeroportuarias u operacionales de tránsito aéreo., debido a la total discrecionalidad de la tripulación o de otras instancias. Sin embargo, la autoridad y nivel conciencia del capitán, es determinante para iniciar y completar un vuelo seguro. Lo importante sería saber, amigo mío: ¿Ha pronunciado usted la palabra “vámonos”, sin estar totalmente convencido de la seguridad de su operación ? Respóndase usted mismo. Ah, en mi caso particular, me ha tocado negar autorizaciones para iniciar vuelos riesgosos, tanto en ATC como en operaciones de vuelo.
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