Marino Pared, Encargado de Comisariato en Puerto Plata en la mejor época de la Compañía Dominicana de Aviación, CDA en sus mejores años.
Probablemente muchos de ustedes
conozcan a la persona que aparece en la exposición fotográfica, pero para quienes no
le conocen se trata de Don Marino Pared, un eficiente servidor que laboró en la desaparecida Dominicana de Aviación CDA
en sus mejores tiempos, cuando la empresa dominaba el mercado de pasajeros y
carga desde y hacia República Dominicana, empresa que como todos saben, por razones varias, fue llevada a un rumbo incierto que finalmente la llevó
a sucumbir bajo el manto improvisación administrativa y el oscuro cielo de la corrupción.
A mediado de los ochenta me tocó el honor de ser compañero de labores de
este caballero en el Aeropuerto de Internacional General Gregorio Luperón de Puerto Plata, allá en La Zona Norte. Para entonces habían dos aviones B-727 basados en
ese aeropuerto, con bastantes tripulaciones de mando y cabina, personal de mantenimiento. Desde Puerto Plata se volaba un apretado itinerario, sobre
todo en el invierno, temporada en la que se realizaban muchos vuelos chárter a destinos no tradicionales a ciudades de Canadá,
a la región Oeste de los Estados Unidos,
Puerto Rico, e incluso, a Sudamérica. En mi caso había llegado a Puerto Plata para
encargarme del área de operaciones, mientras que Marino Pared era en Encargado
de Comisariato de CDA en Puerto Plata, posición en la que desarrolló un muy
buen trabajo en un almacén de abastecimiento muy bien surtido de provisiones para el servicio a bordo, donde había de todo y mucho.
En esta breve nota sobre Marino Pared solo relatar el
caso de un 24 de diciembre en la tarde del 1984, si la memoria no me traiciona.
Sucedió que después de resolver "cuchucientos"
vuelos del programa prenavideño, salimos tarde de Puerto Plata por tierra hacia Santo
Domingo para celebrar "Noche Buena" con la familia. Sin embargo lo
interesante era que veníamos pertrechados con "un puerquito asao en puja, con leña de naranja" en el baul del carro. El puerco lo había asao "Don Chichi", el
eficiente Encagado de Rampa que vivía en "Cangrejo" cerca al Aeropuerto. El caso fue que
debimos retrasar nuestra salida
esperando que el cerdo se
terminara de cocinar mientras le quitabamos cueritos al animal. El problema fue que en el viaje desde Puerto Plata a Santo
Domingo, a ritmo de "Bermúdez de Exportación" de ese que gustaba a
nuestros amigos de la línea de vuelo,nos dio seguillida y nos comimos una buena
parte de las costillitas del tierno animal.
Tengo bastante que no me reúno
con Marino Pared, sin embargo, a veces suelo ver algunas notas que publica por
los medios, por lo que deduzco que está bien junto a los suyos. Marino no solo
ocupó el cargo de Comisariato en Puerto Plata, sino que también ocupó otras
posiciones en la empresa, siempre de manera eficiente. Con
este breve relato solo pretendo recordarle a Mario Pared los buenos momentos que pasamos en Puerto
Plata, cuando la Dominicana de Aviación
dominaba los cielos de República Dominicana.
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