Cambumba el caballero y Cambumba el capitán, en ambas modalidades,
una gran persona
Cuando en República Dominicana y
posiblemente, en cualquier otra nación del área caribeña alguien menciona el nombre “Cambumba”, probablemente
muchas personas de la región
ligada al mundo de la aviación
saben de inmediato que se trata del Capitán Piloto y Controlador de Tránsito Aéreo
Domingo Antonio Reyes "Cambumba", nombre que
aparece en sus generales por pura casualidad, pero que lo identifica más que
cualquier otro. Oriundo de Hato Mayor del Rey, de
la Región Este del país, Cambumba es una persona muy conocida,
tanto en el ambiente del control de
tránsito aéreo como en el área de la aviación comercial nacional y regional, actividad a la que ha dedicado buenos años de su productiva vida. Por ellos Cambumba ha acumulando muchas de horas de vuelo en
diferentes tipos de aeronaves, laborando en varias empresas aéreas nacionales
y una extranjera. A “Cambumba” se le
quiere, tanto por su caballerosidad, por su forma correcta y cortes de ser y de comportase frente
a quienes le rodean.
En mi caso particular, conocí al Capitán “Cambumba” hace bastante. Recuerdo haberlo
visto por primera vez cuando ingresó al quehacer aeronáutico en el 1982 como
auxiliar de control en el Centro de Información de Vuelo, FIC, donde hizo sus primeros “pinino” como controlador de
tránsito aéreo durante los primeros meses de aquel año. Para
entonces, Cambumba se desempeñaba “controlando” los “hacheises” en la frecuentia 126.9 MHZ, aviación que para esos tiempos llenaban el cielo de
República Dominicana, volando en todas direcciones en niveles “pares o
impares más quinientos o en ninguno de los
dos”. En aquellos años el Aeropuerto de Punta
Cana comenzaba a acelerar su proceso de desarrollo, por lo que la torre de
control de ese aeropuerto requería de más personal STA para controlar sus
operaciones. En ese tiempo Punta Cana no
era lo que es hoy, después de años de trabajo y dedicación de su mentor y desarrollador Don
Frank Rainieri y de quienes le acompañaron en la intrépida tarea de hacer el Punta Cana de la actualidad. Para entonces, solo llegar a
Punta Cana, después que se cruzaba Higuey en esos primeros tiempos era un verdadero reto.
El mosaico fotográfico muestra al Capitán Cambumba en diferentes aspectos de su vida profesional. En la primera foto, arriba a la izquierda, Cambumba sentado en la cabina de vuelo bajo el sol, en la segunda arriba a la derecha, rumbo al aeropuerto,en la inferior izquierda, con la foto del Presidente Martelli y en la inferior a la derecha junto a cuatro damas de la hermana República de Haití.
Cumplida su misión en Punta Cana,
a principio del año 1988, Cambumba se
presentó al curso de Controlador de Aeródromos que para entonces impartía la
Universidad APEC, institución, curso en el cual obtuvo el título de Controlador de Aeródromos. Poco después, en el año 1989
Cambumba fue enviado al Centro Internacional de Perfeccionamiento y
Experimentación, CIPE, de Buenos Aires, República de Argentina donde concluyó,
con éxito, el curso de Controlador de
Tránsito Aéreo aproximación y área, junto a compañeros como el CTA Caballero
Campo, entre otros. A su regreso Cambunba se integró al servicio. Sin embargo, luego
de laborar por algún un tiempo en DGAC optó por realizar el curso de piloto privado y
luego, el curso de piloto comercial e instrumentos en la
Academia Aeronáutica de Santiago de los
Caballeros. Después se graduó como piloto de aeronaves multímotor e instrumentos.
A partir de entonces Cambumba ha permanecido en la línea de
vuelo, presentando un buen record de seguridad operacional, volando entre otras, las aeronaves del tipo Jet streams de Pam American Dominicana PAWA
Dominicana, cuando operó por primera vez en República Dominicana. Además de
ello, Cambumba ha volado otros tipos de
aeronaves entre ellas “el avión escuela” C-172, LET410, Cessna 206 y otros. En su
desempeño como piloto comercial Cambumba brindando sus servicios a empresas
dominicana como Air Taxi,
Aerodonca y Caribair, así como empresas extranjera. Entre sus
instructores estuvo la leyenda puertorriqueña Capitán Uriel Bristol, desaparecido no hace tanto tiempo.
La desaceleración gradual de la actividad aeronáutica nacional, como
efecto perjudicilales directo y perdurable de la
aplicación al país de Categoría 3 de
abril del año 1993, llevó a Cambumba a
marchase a la vecina República de Haití, para ejercer su profesión volando como Capitán Piloto en una aerolínea de ese
país, trabajo que mantuvo por bastante
tiempo. En sus últimas ocupaciones como
piloto comercial, Cambumba estuvo laborando
para una línea aérea en la hermana República de Haití, ocupación en la
que permaneció por bastante tiempo, bajo
la modalidad de convalidación de su licencia dominicana en ese país.
Durante su estadía en Haití, a
Cambumba le tocó ser el capitán del primer avión que aterrizó
en el Aeropuerto Toussaint Luverture de
Puerto Príncipe Haití, minutos después del
gran terremoto asoló la ciudad, el 12 de
enero del año 2010, cuando la
pista del aeropuerto estuvo entre las pocas cosas que quedaron operativas en la
ciudad, mientras, según relata, vio desde al aire una ciudad devastada y una
torre de control inclinada como anunciando la inmensa tragedia que afectó la capital haitiana poco minutos antes de su aterrizaje.
Razones relacionadas con la realidad sociopolítica de Haití, le hicieron
renunciar y regresar a República Dominicana. Sin embargo, a su regreso al país encontró que las fuentes
y oportunidades de trabajo en el área de
pilotaje de aeronave, aún seguían escasas,
aunque con tendencia a mejorar de
acuerdo a lo que se nota en los últimos tiempos, por lo que se mantiene a la espera de una oportunidad
en una de las áreas profesionales en las que se preparó profesionalmente. Cambumba
es un verdadero profesional de la aviación preparado y con vasta experiencia. Pero,lo más importante es que es una persona sencilla y de bastante sensibilidad humana y social.
Su experiencia profesional ha sido
evidente y probada, tanto en el control de tránsito aéreo como en
el pilotaje de aeronaves, actividad en la que acumula
miles de horas de vuelo, tanto en
aeronaves de hélices como en aviones turbopropulsados. Sin embargo, debemos estar claros y apreciar que el desarrollo profesional de Cambumba ha
sido el fruto de sus propios esfuerzos, lo que resulta ser un loable mérito
personal de Cambumba, mérito que todos debemos y tenemos que reconocerle.
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