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1 de febrero de 2016

Una cálida bienvenida a los hermanos puertorriqueños


Dos banderas hermanas
  
Quienes conocen las historias de Puerto Rico y República Dominicana, sabe de los lazos históricos que unen a los dos pueblos, lazos que iniciaron mucho antes del descubrimiento del continente, hace  mucho más de 500 años. Esos lazos vienen desde las migraciones de los pueblos precolombinos que llegaron a nuestras dos islas procedentes del continente Sudamericano.  Después, qué decir del conquistador Ponce de León, quien partió de la región oriental de la Isla Española, atravesando las 80 millas del canal de la Mona, para llegar  a Puerto Rico.

Pero eso no termina ahí. Durante el Siglo XIX, puertorriqueños como Emeterio Betances contribuyeron desinteresadamente con República Dominicana, estableciendo relaciones con el liderazgo dominicano y ayudando al éxito de la lucha restauradora del General Gregorio Luperón y hasta representando el país en Europa. Que decir de Eugenio María de Hostos. Este puertorriqueño amó tanto a nuestro país, que dedicó su vida a brindar educación de calidad a los dominicanos a través de la escuela Hostosiana.

Desde mediado del Siglo XX, tambien la música nos ha mantenido unido. Los grande se la música de Puerto Rico se hermanaron con el pueblo dominicano de manera especial. Así nos encontramos con Don Pedro Flores, cuyo hermano se estableció en República Dominicana, donde hizo familia, también Daniel Santos, Ovidio González, El Jibarito de Lares, Tonmy Figueroa entro otros grandes. Lo de la migración legal e ilegal de los dominicanos a Puerto Rico es un hecho verdadero. En la Isla del Encanto los dominicanos hemos encontrado una mejor forma de vida, tanto para los migrantes como para las familias dejadas en el país. 

Ahora leemos en los medios en relación a que puertorriqueños llegan a República Dominicana y se habla, además de la difícil situación económica por la que atraviesa de la Isla de Puerto Rico. Ante la situación, los dominicanos todos debemos pedir a Dios para que Puerto Rico recupere su tradicional estabilidad económica. Pero mientras tanto, todos debemos acoger a los hermanos puertorriqueños que llaguen a República Dominicana, esperándolos con los brazos abiertos. Puerto Rico y República Dominicana son dos pueblos hermanos que comparten, entre muchas cosas, las calidades aguas de un mar común que baña sus costas, las frescas brisas que acarician nuestras pieles mestizas y un sol que nos abraza después de brindarnos su rojiza luz del alba.   

     

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