Un año que termina, el 2015 y otro que
comienza el 2016, y con el año nuevo, tres pequeñas vidas que la vida con todo el amor me ha brindado. A veces no comprendemos
lo inmenso
don de la vida, que tiene la virtud de prolongarse en las vidas de los nuestros. Ha sido así que la vida me ha premiado con
estos tres tesoros que espero disfrutar por
todo el tiempo de vida que Dios permita.
Estos son mis tres “nietesillos“. De derecha a izquierda; León con su afro característico , Celeste en el centro con su chispa que no apaga y Ethan, a la izquierda, el tranquilo solo en las fotos. Dos de ellos bien al Norte del Caribe y León al Este del Atlántico, en la zona del Mediterráneo. Todos
distantes de mi en la geografía, pero tan
cercanos en mi mente y corazón, que los toco a cada instante con mis
pensamientos. Esta es la verdadera esencia de la vida.
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