Durante la tarde de ayer, jueves 21 de enero, escribía una
nota relacionada con el accidente de un helicóptero que “cayó del cielo” el pasado mes de septiembre del 2015. El aparato en cuestión se precipitó sobre una vivienda ubicada en la calle Primera del Sector de Maqueteria, Villa Duarte, Santo Domingo Este y destacaba, que en el caso de los afectados por el accidente, no se había hecho nada de acuerdo a un popular medio informativo.
Pero, no bien terminaba con el asunto, me llegó la información sobre el accidente de otro helicóptero, precisamente construido por el mismo fabricante francés, el cual se accidentó, mientras aterrizaba en la proximidad de una residencia en Santiago Rodríguez. La información me llegó a través del eficiente medio periodístico especializado El Aviador que dirige el reconocido capitán y amigo Pedro Dominguez.
Pero, no bien terminaba con el asunto, me llegó la información sobre el accidente de otro helicóptero, precisamente construido por el mismo fabricante francés, el cual se accidentó, mientras aterrizaba en la proximidad de una residencia en Santiago Rodríguez. La información me llegó a través del eficiente medio periodístico especializado El Aviador que dirige el reconocido capitán y amigo Pedro Dominguez.
En este caso, siempre conforme a
las informaciones de El Aviador, se trata de la aeronave matrícula HI-850, tipo AS-350 que tocó el suelo con una de sus hélices, mientras su piloto intentaba estabilizar la aeronave luego de tocar tierra. El aparato resultó con daños importantes visibles a las cámaras, mientras que sus ocupantes reportaron solo con rasguños, por suerte. Como la
investigación del accidente es total responsabilidad de la Comisión de Investigación
de Accidente de Aviación, CIAA, resulta prematuro cualquier juicio al respeto.
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