Hace
varios días publicaba unas notas sobre la vida del capitán Héctor Brito González.
La nota se refería a la conmemoración del
21 aniversario del accidente aéreo que
quitó la vida al capitán Brito, mientras despegaba una pequeña aeronave desde
el antiguo aeropuerto de Santiago de los Caballeros. También hablaba de su
trayectoria de vida, una vida dedicada al arte y la técnica del vuelo en la que
completó un ciclo interesante que concluyó siendo comandante del B-747-123, el
Jumbo de Dominicana.
Pues
miren ahora, durante el día de ayer, el capitán
Leónidas Guzmán ha publicó una
interesante foto, en la que el capitán Héctor Brito aparece al lado del
ingeniero de vuelo Marcial Soto, persona de quien el capitán Brito fue un amigo entrañable y cercano. Marcial soto, también
murió joven, mientras desarrollaba trabajo de mantenimiento de aeronave en
Miami Florida, ciudad a la que emigró, después de la debacle a la que se condujo a Dominicana de Aviación (CDA)
y la situación que puso a ”volar sin retorno” al resto de aerolíneas,
después de la “Categoría” de marzo del
1993.
El
ingeniero Marcial Soto vivió buen tiempo en la calle Puerto Rico del ensanche
Ozama, a cuatro o cinco casa de donde yo vivía. Por eso conozco sobre las
frecuentes visitas de Brito a su casa, donde nos encontrábamos en algunas ocasiones.
Quienes conocieron a Soto deben recordarlo como una persona tranquila y de buen
trato, no se “metía” con nadie. A raíz de
su desaparición física, visite a su familia en Miami. Allí me reuní con su
esposa Janet y sus hijos, quienes quedaron desbastados con la temprana partida del Marcial.
Así
como los ven en la foto, así eran, inseparables, les gustaba volar juntos. Tengo entendido
que la foto, donde aparecen impecables, fue tomada en la zona franca de IAB del
Aeropuerto Kennedy de Nueva York. Ahora
bien, así como lucen, si allá en el
cielo existe una línea aérea, de seguro estos dos tripulantes, con estos uniforme, deben estar haciendo sus “vuelitos”, transportando a las almas buenas
que han logrado alcanzar la gloria eterna.
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