Máximo Torre, un profesional del vuelo, ha partido
Hablar de Máximo torre resulta, más que fácil, ameno. Esto así, debido a su carácter y la personalidad con que siempre desempeñó
su labor en la línea de vuelo de la Compañía Dominicana de Aviación (CDA),
durante los mejores tiempos de la
empresa, condición particular que aún
mantiene. Máximo Torres, un santiaguero de corazón, llegó a la línea de vuelo
de la Compañía Dominicana de Aviación a mediado del 1978, iniciando una meteórica
carrera que lo llevó a ser supervisor de cabina a poco tiempo de su
ingreso. Para entonces, el administrador de CDA lo era el capitán Nelton
Gonzales y en el departamento de sobrecargos y azafata era dirigido por Doña
Magaly Rodriguez, asistida por nuestra inolvidable Doña Ana Quezada.
La labor profesional desarrollada
por Maximito fue tal, que a muy poco tiempo de su ingreso en la empresa, ya estaba asumiendo responsabilidades
como Supervisor de Cabina de los vuelos presidenciales. El
primer vuelo presidencial lo realizó con un Presidente de la República Dominicana a bordo lo completó,
cuando le tocó la jefatura de cabina del FAD-001, en que se convertía del HI-212 de la CDA, cuando el entonces Presidente de República
Dominicana iba a bordo, en asiento de
primera clase instalado al B-727. Otros vuelos presidenciales los completó a destinos como Isla Margarita,
Caracas, Venezuela, Lima Perú. Debido a esta particularidad, podemos calificar a
Máximo Torres, como el Sobrecargo Presidencial, siendo el título muy fácil de deducir,
cuando tomamos en cuenta las
estadísticas de estos vuelos especiales.
A Máximo Torres le tocó volar durante el período histórico de mayor actividad operacional de CDA. Debido a ello, acumuló un gran número
de horas de vuelo, pudiendo estas horas aproximarse a las 20,000 y quien sabe. Entre sus experiencias de destacan, haber sido designado para verificar el equipo y adaptar los manuales de servicio en cabina del Jumbo a CDA. Para ello debió viajar a
Arizona Estados Unidos y vérsela con los manuales originales del B-747-123, aeronave que
fue operada previamente por American
Airlines.
Así mismo, tocó a Miximito ser el Supervisor del vuelo que trajo el Jumbo a Santo Domingo desde
Arizona Estados Unidos. Vuelo comandado
por el capitán Janneutre, de nacionalidad francesa. Además a Maximito le tocó ser el supervisor de cabina del vuelo
inaugural de CDA a Europa, a mediado de
la década de los ochenta. El vuelo fue comandado
por el capitán R. Chajep de nacionalidad argentina y a bordo del vuelo se
encontraban las autoridades máximas de
la empresa y de turismo del país. El vuelo despegó del Aeropuerto Internacional
Las Américas con destino al Aeropuerto Internacional de Barajas, Madrid en su primera escala para luego completar el
vuelo que aterrizó en el Aeropuerto
Internacional de Malpensa, Milán, Italia. Recuerdo haber estado a bordo
del vuelo, como despachador.
Las cabinas de Maximito siempre
fueron segura y sosegadas, debido a que en sus vuelos lo daba todo para brindar un servicio profesional y de
calidad. Sin embargo, no vacilaba cuando, por cualquier causa, tenía que ejercer su experiencia o imponer su autoridad en esas cabinas de CDA, por lo general repletas de dominicanos,
acostumbrados a “apretar el botón” para solicitarlo “todo y ahora”, principalmente
en los vuelos originandos en Nueva York con dirección a Santo Domingo, en los períodos
de las temporadas de fin de año, cuando
los dominicanos comenzaban las fiestas navideñas en el “gate 33”, mucho antes del abordaje, alla en el Aeopuerto J. F Kennedy..
En mi caso particular le conocí
en la cabina del HI-242 un vuelo a Nueva York. Allí le vi caminar
constantemente desde la fila 1 hasta lo último del avión, supervisando sus asistentes y ordenando asegurar el equipo, cuando el Capitán encendía las luces de
“abróchese el cinturón”, cuando el avión se aproximaba al “frente meteorológico” de esos que siempre estaba estacionado en la mitad de la ruta, esperando el DOA-902, para
darle una tanda de turbulencia moderada o mas fuerte al avión, para lo que habia que mantener los pasajeros sentados y tranquilos.
Como todas las personas que
amamos la aviación, Maximito ha
permanecido en el ámbito del quehacer aeronáutico y en el mundo de los viajes.
En la actualidad, tengo entendido que trabaja de manera independiente en negocios relacionados con los viajes, desde una agencia que se localiza en la ciudad de Santo Domingo. En las más de dos décadas que Maximito dedicó
a los vuelos, son muchas las historias y experiencias vividas y compartida por
este buen hombre, por los temas de su vida aeronáutica pueden escribirse varios libros. Por mi parte, siempre le brinde mis respetos tanto en la linea de vuelo como en las dependencias operacionales de CDA.
Hoy al enterarme de sus fallecimiento, expreso mis pesar, solidarias condolencias a sus familiares y allegados, desando que su vuelo ultimo, sea capitaneado por uno de esos profesionales que pueden conducir un avión evitando las sendas turbulentas de esas que Maximito siempre cruzó sin inmutarse, siempre de frente a los pasajeros, listo para asistirlos.
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