Foto: Moline Pichardo de 1959, con la "camisa para la foto" cuando fue fichado en cárcel de La 40
En su libro, El Complot
Desvelado, el Doctor Rafael Valera Benítez describe los hechos, los hombres y mujeres
que comprometieron todo a favor del
Movimiento Revolucionario 1J4, cuyo objetivo era dar al traste con la dictadura
de Rafael Leónidas Trujillo entre los años 1958 y el 1961. Además, en el libro se
narra el juicio a los esbirros de la dictadura culpables del horrendo asesinato de las
Hermanas Mirabal en la carrtera de La Cumbre, Puerto Plata, proceso en el cual Valera Benítez fue el fiscal.
En su página 207, el libro muestra la foto y describe las
responsabilidades y actuación de Juan Leopoldo
Moliné Pichardo “Juanchy”, un técnico especializado en meteorología aeronáutica, entre cuyas
delicadas tareas en el movimiento, estaban la de brindar el asesoramiento técnico
para ubicar y marcar los puntos geográficos,
donde las aeronaves procedentes del extranjeros arrojarían armas y material bélico
para ser utilizados por los revolucionarios que llegaron al país por Constanza,
Maimón y Estero Hondo en junio del 1959.
Develado el complot, Guanchy Moline fue a parar las ergástulas de la cárcel La 40, junto a un grupo de controladores aéreos,
entre ellos; Haroldo Sanción, Francisco Blanco “Panchito”, Víctor Gómez Lora, Carlos
Batista “Charlie Bravo” y Salvador García
Alecon, quien aún padece las secuelas de las torturas aplicadas por Candito y Papilin en el “coliseo”. Junto a estos técnicos aeronáuticos, fueron apresado un gran número de ciudadanos dominicanos y extranjeros, acusados del delito de atentar contra el orden establecido por la dictadura.
Juanchy Moliné había nacido en Puerto Plata, ciudad donde
se integró al movimiento revolucionario. En el año 1956 “Guanchy” fue enviado
a México por la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), como
parte del primer grupo de técnicos aeronáuticos escogido por una misión de la Organización de Aviación
Civil Internacional (OACI) para ser enviado al país azteca a especializarse como
controladores de tránsito aéreo y como especialistas en meteorología aeronáutica.
El objetico del proceso era integrarlos
al servicio técnico en la recién creada institución
gubernamental.
A su regreso de México, tanto Juanchy como los controladores aéreos y
algunos pilotos de la Compañía Dominicana de Aviación, entre ellos el Capitán
Manolo Lamarche Salas, aceleraron las
actividades revolucionarias del Movimiento 1J4, cumpliendo delicadas tareas en el aeropuerto, un punto estratégico para
la coordinación internacional del movimiento, principalmente a través de Puerto Rico.
El 17 de junio del 1959, “Juanchy”
Moline y en grupo de controladores aéreos fueron apresados en el aeropuerto y en
sus casas. El grupo fue llevado a “La 40”, donde
fueron sometidos por “Candito” a todo
tipo de tortura a las que sobrevivieron para
contarlo. Luego del ajusticiamiento del Sátrapa, tanto Moliné como los demás controladores
fueron recatados de las ergástulas del régimen y varios de ellos se integraron al proceso político, durante las incipientes
brisas democráticas que se avizoraban con la llegada, a República Dominicana, de la avanzada del Presidente
Juan Bosch, quien fue electo como presidente de la república en diciembre del 1962, después de más de
tres décadas de férrea dictadura.
En febrero del 1963, Juan Moliné Rodríguez
“Juanchy” es designado como Director General de la entonces Dirección General de Aeronáutica
Civil (DGAC), cargo que ejerció con
dignidad y respeto, en un ambiente jamás visto, en el que “Juanchy” se
desplazaba a los sitios operacionales y administrativos de la institución para saludar e intercambiar con la empleomanía,
haciendo énfasis que no le llamaran "Señor
Director", sino que simplemente le siguieran llamando “Juanchy”. En una ocasión, un empleado le acercó para agradecerle o de su nombramiento lo que Moliné no aceptó, diciéndole que nada tenia agradecerle, que el era un dominicano y que tenia todo el derecho a laborar en la institución , sin tenerlo que agradecer a nadie mas que a su preparación profesional.
Las cosas
cambiaron dramáticamente, con el golpe de estado del 25 de septiembre del 1963, cuando debió
marchar junto al Presidente Juan Bosch y un grupo de funcionarios hacia exilio en la isla de Puerto
Rico. Luego de su exilio político,
Moliné Pichardo regresa a República Dominicana. Sin embargo, el golpe de estado lo
había cambiado todo, principalmente para
personas señaladas por sus antecedentes en favor de la libertad y la democracia del pueblo
dominicano en los difíciles días de la dictadura, como lo fue Moliné Rodríguez, el
trujillismo no “terminaba de terminar” a pesar le muerte del Jefe. En el
contexto de una realidad en que reinaba la inestabilidad política, abandonó la meteorología y se
dedicó al pilotaje de aeronaves de aplicación agrícola, “fumigadores” en la región del Cibao de donde era oriundo.
Moline Pichardo murió en un
accidente de aviación, cuando la aeronave Piper Pawnee que volaba, se precipitó a tierra en medio de un
campo de arroz en la Provincia de Valverde Mao, en la Línea Noroeste, vistiendo
de luto a todos lo que le conocieron y
que lamentaron la muerte de un dominicano que fue capaz de darlo todo por la
democracia y la libertad del pueblo dominicano, cuando para acometer empresas como esa había que tener valor
espartano.
Hoy 30 de mayo del 2015, a 54 años del ajusticiamiento del Sátrapa, es una ocasión propicia para honrar la memoria de un dominicano como lo fue Juan Leopoldo Moliné Pichardo "Juanchy", quien lo dio todo por la libertad del pueblo dominicano, por lo que en cuyo honor publico estas breves lineas.
Hoy 30 de mayo del 2015, a 54 años del ajusticiamiento del Sátrapa, es una ocasión propicia para honrar la memoria de un dominicano como lo fue Juan Leopoldo Moliné Pichardo "Juanchy", quien lo dio todo por la libertad del pueblo dominicano, por lo que en cuyo honor publico estas breves lineas.
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